BARCELONA -- Martin Braithwaite acordó su rescisión con el Barcelona el último día del mercado e inmediatamente fichó, como agente libre, por el Espanyol, con el que debutó tres días después y marcó el gol de la victoria de su nuevo equipo, convirtiéndose, de repente, en ídolo inesperado del gran rival ciudadano culé.
Llega Braithwaite al club blanquiazul dos años y medio después de que el Barça pagara 18 millones de euros por su fichaje al Leganés como fichaje de urgencia por la lesión de Luis Suárez.
Y lo hace tras haber marcado diez goles en 58 partidos, con un rendimiento claramente decreciente y habiendo sido invitado a marcharse, contra su voluntad, del Camp Nou por Xavi Hernández en primera persona.
Es el segundo futbolista danés en la historia del Espanyol (después del legendario John Lauridsen) y el número 33 que se incorpora directamente al club blanquiazul desde el Barça, el primero en 15 años de una lista que inauguró, en 1902 Gustavo Green.
Andaluz de nacimiento y crecido en Londres, Green (nacido en 1880 con el apellido inicial de Gren) se trasladó a Barcelona en 1900 y tras jugar en el Hispania se incorporó al Barça en 1901, conquistando la Copa Macaya (precursora del Campeonato de Cataluña) como gran estrella del equipo... Aunque meses después decidió fichar por el Espanyol, en el que permaneció hasta 1905 y siendo también figura principal en la conquista de otra Copa Macaya y de dos Campeonatos de Cataluña. Su caso fue curioso, puesto que tras regresar brevemente al Barça en 1905, volvió otra vez al Espanyol hasta su retirada en 1913.
En aquellos primeros años de futbol en España no fueron pocos los jugadores que pasaron entre ambos clubes, en una u otra dirección. Fueron una docena del Barça al Espanyol hasta 1920 destacando los nombres de Paco Bru o Carlos Comamala... Aunque el caso más destacado fue el de Ricardo Zamora, el aún hoy para muchos el mejor portero de la historia en España.
EL DIVINO
Conocido como el Divino, Zamora debutó como portero del Espanyol en 1916, con quince años, y la conquista del Campeonato de Cataluña en 1918 le convirtió en estrella blanquiazul... Pero un año después se retiró por la promesa hecha a sus padres de centrarse en sus estudios de medicina. Una gran oferta del Barça en 1919 provocó su regreso al futbol como azulgrana, con gran enfado de los aficionados y directivos del Espanyol y pareció que su carrera, junto a su gran amigo Pepe Samitier (estrella indiscutible del club) se desarrollaría en el Barça.
Pero convertido en estrella del equipo, campeón de España en 1920 y 1922 además de medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Amberes, su exigencia de un mejor contrato provocó un encontronazo con los dirigentes del club azulgrana... y su retorno al Espanyol, donde ya alcanzó la categoría de leyenda hasta que en 1930 fichó por el Real Madrid, en el que jugaría hasta 1936 ganando la Copa en una final histórica frente al Barcelona.
Tras la Guerra Civil se cortó el traspaso entre los dos clubes y fue Jaume Sospedra, delantero que entre 1939 y 1947 jugó 161 partidos con el Barça, el primero en 'atravesar la Diagonal' para jugar una temporada con el Espanyol. Joaquim Tejedor, suplente habitual en el Barça de las Cinco Copas, pasó a ser periquito en 1952, permaneciendo tres temporadas en Sarrià.
EL PÁJARO LOCO... Y KUBALA
Zoltan Czibor, el legendario delantero húngaro conocido con el apodo de Pájaro loco, fichó por el Barça junto a su compatriota Kocsis y apadrinado por Kubala en 1958, firmando un contrato de tres temporadas y siendo una de las mayores estrellas del equipo dirigido por Helenio Herrera.
Autor de 56 goles en 90 partidos, la derrota en la final de la Copa de Europa de Berna provocó que el club azulgrana no quisiera renovarle y que el delantero, que deseaba permanecer con su familia en Barcelona, fichara, con 31 años, por el Espanyol. Firmó por dos temporadas pero al año siguiente, por el descenso del equipo periquito (el primero de su historia), rescindió su contrato, habiendo jugado solo 15 partidos en los que marcó 3 goles.
Pero ningún caso, ningún nombre, provocó tanta polémica como el fichaje de Ladislao Kubala por el Espanyol en 1963. Estrella indiscutible del Barça durante once años (194 goles en 256 partidos entre 1950 y 1961), visto como el jugador definitivo que provocó la construcción del Camp Nou y leyenda indiscutible a pesar de su triste final como futbolista (la derrota en Berna frente al Benfica), Laszi se retiró tras aquel partido y pocos meses después la directiva del club azulgrana lo 'obligó' a convertirse en entrenador del primer equipo en sustitución de Lluís Miró.
El Barcelona ganó la Copa de Ferias, pero el mal inicio del equipo en la temporada 1962-63 provocó su destitución en enero de 1963. Kubala propuso entonces volver a jugar en el equipo, la directiva de Enric Llaudet rechazó su propuesta y su enfado lo decidió a descolgar los zapatos, fichando, para gran disgusto de la hinchada culé, por el Espanyol, en el que jugaría 35 partidos la siguiente temporada para, después, entrenar durante otro curso al equipo blanquiazul en el que tuvo a sus órdenes a Alfredo Di Stéfano.
Kubala coincidió en el Espanyol con otro barcelonista de pro, Justo Tejada, aunque en su caso llegó al equipo periquito después de haber jugado dos años en el Real Madrid tras una carrera de nueve años en el Barça.
No coincidieron ninguno con Cayetano Re, delantero paraguayo de corta estatura y gran capacidad goleadora que en 1962 llegó al Barça procedente del Elche. Autor de 94 goles en 167 partidos y muy apreciado por la hinchada del Camp Nou, en febrero de 1966 fue apartado del equipo tras una derrota, precisamente, en Elche y acabó siendo traspasado al Espanyol por 25 mil dólares de la época. Como blanquiazul su capacidad goleadora descendió, anotando 45 goles en 150 partidos hasta 1971.
En 1979 el Barcelona dio el golpe con el fichaje de Canito, pagando por él 600 mil dólares al Espanyol más el pase de Bio, Fortes y Amarillo. Los dos primeros pasaron directamente de un club al otro, mientras el tercero, lateral uruguayo, lo hizo desde el Salamanca, donde estaba cedido. Ninguno de ellos hizo una gran carrera en Sarrià, tal como Canito en el Barça, regresando al Espanyol de su corazón en 1981 desde el Camp Nou.
PICHI GOLES
Ángel Alonso, conocido como Pichi Alonso, fichó por el Barça desde el Zaragoza en 1982 y al cabo de cuatro años se marchó al Espanyol, donde permanecería hasta 1989. Delantero de escaso físico pero muy listo en el área, como azulgrana siempre quedará en la retina la noche del IFK Göteborg, en la que marcó los tres goles que sirvieron para la remontada en la Copa de Europa de 1986, que se acabaría perdiendo en la final de Sevilla.
Tras aquella campaña recibió la baja y fichó por el Espanyol, con el que jugó 92 partidos hasta su retirada y siendo aún recordado un gol anotado al Club Brujas, en el último minuto de la prórroga de la semifinal de la Copa de la UEFA de 1988 que dio al conjunto blanquiazul el pase a la final, que perdería de forma inverosímil ante el Bayer Leverkusen.
Urbano Ortega, Luis Cembranos y Roger García fueron los siguientes en cambiar de camiseta hasta el canterano Jordi Gómez, el último, y que después de jugar un solo partido con el primer equipo del Barça en 2007 fichó por el Espanyol, en el que solo permaneció una campaña antes de hacer carrera en Inglaterra.
Es Braithwaite el más reciente de la lista. Falta por ver si más allá de su excelente debut su carrera en el Espanyol responde a las expectativas.