BARCELONA -- El Barcelona solo ha sumado cinco de los últimos doce puntos en la Liga, en los que marcó dos goles y provocó que la supuesta euforia por tener el título a un paso, después de tres años de sequía, haya abierto la puerta a toda clase de críticas, algunas feroces, contra el equipo de Xavi Hernández.
De los seis partidos jugados en el mes de abril el Barça apenas ganó dos y coleccionó decepciones impensables desde que en febrero perdiera sorprendentemente en Almería un partido que se vendió como un accidente pero que, a lo visto a partir de ahí, desembocó en el momento menos brillante, más deficiente que discreto, del líder en la temporada.
Pero este Barça que abraza el campeonato entre críticas es el segundo mejor líder de la Liga a estas alturas, 76 puntos, de las diez últimas temporadas, solo superado por el de Valverde en el curso 2017-18 que sumaba 79 puntos e igualado con el de Luis Enrique 2015-16 y el Atlético de Simeone en la 2013-14.
El mismo Real Madrid, alrededor del cual se impone el discurso de despreciar el liderato azulgrana sosteniendo que solo se mantiene por los errores merengues, nunca sumó más de 72 puntos consumidas 31 jornadas de la Liga...
LA REALIDAD
Que el conjunto azulgrana no está bien es una evidencia. Que es el Barça menos goleador a falta de siete jornadas para el final desde 2004 (entonces solo llevaba marcados 48 goles), también y en ese dato es imprescindible apuntar hasta qué punto echa en falta la capacidad realizadora de Lionel Messi.
Ya sin el crack argentino rebajó su efectividad el pasado curso, sumando 60 dianas en 31 partidos de Liga y en el actual, a pesar de la incorporación de Robert Lewandowski (18 goles), ha vuelto a descender su poder de realización.
Pero, por contra, para argumentar su solvencia en números, presenta la mejor defensa que se le recuerda, con sólo 11 goles recibidos, siendo capaz de dejar a cero Marc-André ter Stegen su portería en 23 partidos y edificando desde ese poder defensivo su liderazgo.
La película de la Liga parece encaminarse a un final desangelado, con un Barça agotado física y mentalmente, que tras ser vapuleado por el Madrid en la (https://espndeportes.espn.com/futbol/reporte/_/juegoId/664612) semifinal de Copa ha perdido la energía, el ansia y la determinación.
Un equipo en el que no son pocos los futbolistas que han descendido, algunos alarmantemente, su rendimiento y que en global parece transitar por inercia... Pero que si a estas alturas, ofreciendo esta imagen tan sosa, mantiene once puntos de renta y con el segundo mejor rendimiento en la tabla de la última década es por haber 'hecho los deberes' en el momento oportuno.
Aquel dicho que reza 'Los árboles no dejan ver el bosque' se adivina más oportuno que nunca para explicar que el Barça, si no sucede un cataclismo, será un campeón de Liga con todo el derecho. Y, también, con los honores que merece siempre, con mayor o menor brillantez, el vencedor.