Hace cuatro años, luego de una pobre participación de la Selección Nacional en la Copa Confederaciones, con el 7-0 ante Chile a cuestas, y tras clasificar al Mundial de Rusia 2018 sin mayores sobresaltos, el escritor mexicano Juan Villoro lo advirtió: Juan Carlos Osorio no está listo para llevar al Tri al quinto partido, dijo.
Tal como sucede ahora, el técnico del Tricolor estaba en medio de toda clase de cuestionamientos: por las famosas rotaciones, por colocar a futbolistas en posiciones que no dominaban y porque el equipo tenía un funcionamiento muy pobre.
“Podrá ser un buen entrenador a nivel preparatoria, a nivel licenciatura… Si queremos llegar al quinto partido debemos aprobar un examen de doctorado.
“Él es un muy buen entrenador para exámenes de preparatoria y de licenciatura, pero no de doctorado, y en un Mundial se necesita a alguien con doctorado… Tienes cuatro exámenes de doctorado, no más, que son partidos de competencia oficial con grandes selecciones, ahí es donde te enfrentas con la realidad”, señaló Villoro en aquel entonces.
Cual profeta, las palabras del autor de ‘Dios es redondo’ adquirieron sentido cuando México perdió la oportunidad de ser líder de grupo tras una lamentable actuación frente a Suecia, y por ende en los Octavos de Final el rival fue Brasil, con el resultado de sobra conocido. Cuatro partidos y a casa, otra vez. Osorio no estaba listo y se advirtió.
Hoy el panorama no es muy distinto a menos de ocho meses de la Copa del Mundo, pues el ‘Tata’ Martino extravió la brújula desde 2021 y la Selección ha sufrido un declive alarmante que incluso la hizo merodear el Repechaje en la eliminatoria mundialista.
El miércoles habrá fiesta y verbena en el Estadio Azteca para celebrar el boleto a la Copa del Mundo luego de que el Tri cumpla el trámite ante la débil y eliminada selección de El Salvador.
Sin embargo, si existiera el mínimo asomo de autocrítica, tanto las cabezas a nivel directivo, entrenador y cuerpo técnico, y desde luego los futbolistas, podrían actuar con un poco de mesura y ser conscientes de que, desde luego ir a un Mundial es motivo de alegría, pero el camino de México fue lastimoso y eso no puede olvidarse.
Los señalamientos a Martino son justificados porque más allá de no ser el único responsable de que la Selección Nacional esté convertida en un equipo triste y sin estructura, sí es el que lleva el mayor peso al ser incapaz de reaccionar ante la adversidad.
El ‘Tata’ elige a los futbolistas, decide cómo se juega y lejos de notarse progreso alguno, el descenso parece no tener fondo. En el Octagonal no le pudo ganar en ninguno de los dos cruces ni a Canadá ni a Estados Unidos (derrota y empate con ambos), además de que sufrió ante Honduras, Panamá y Jamaica, ni más ni menos.
En todo el mundo las selecciones nacionales tienen poco tiempo de trabajo, se reúnen a lo mucho una semana antes de sus compromisos en puerta, por ello es fundamental que exista un sistema de juego establecido que dominen, que los futbolistas convocados sepan qué se requiere de ellos, a qué le apuesta el equipo, y con esa base se trabaja.
En la Selección Mexicana no hay tal sistema, en los partidos no se aprecia un trabajo, mucho menos variantes ni capacidad de respuesta ante los distintos escenarios que se presentan en los partidos.
Más allá del 1-4-3-3 que le gusta al ‘Tata’, no se ha visto hasta ahora y menos en el último año y tres meses la flexibilidad para adaptarse a posibles modificaciones, a variar sobre la marcha y ya ni se diga arriesgar con tal de ir por una victoria.
Esto último fue sintomático en el partido ante Estados Unidos la semana pasada en el Estadio Azteca: se jugaba el minuto 75 y la instrucción a Alexis Vega, el futbolista de la banca con la capacidad de marcar diferencia, recibió la instrucción de “apretar el calentamiento”…
Había un miedo terrible de Martino a perder ante el vecino del norte que llegaba con tres triunfos en fila sobre el Tricolor, al grado de que el 0-0 fue bienvenido. Alexis ingresó al 79’ y de inmediato se notó su presencia, pero el cambio fue sumamente tardío.
Ese es el principal reclamo al entrenador nacional, que si en la zona futbolística más pobre del mundo y ante rivales que están lejos de ser una potencia México se ha visto mal, ¿qué se puede esperar en Qatar 2022?
La realidad traducida a lo que ha mostrado en la cancha la Selección Azteca indica que, como Juan Carlos Osorio, Gerardo Martino no está listo para el doctorado llamado quinto partido.