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Carlos De Pena llegó a Uruguay: "Pensé muchas veces que quizás no iba a salir de Ucrania"

La pesadilla llegó a su fin para Carlos De Pena, que llegó este martes a Montevideo tras lograr salir de Ucrania, donde vivía como jugador del Dynamo Kiev.

El futbolista agradeció a todos los que lo apoyaron y asistieron, y dijo que no quiere volver nunca más a ese país.

De Pena llegó al Aeropuerto de Carrasco tras dejar Ucrania a través de la frontera con Moldavia, con un paso por Rumania. Para ello, debió tomar un tren desde Kiev hasta una ciudad fronteriza y con destino en Bucarest, capital rumana en un trayecto de cerca de 17 horas de pura incertidumbre.

El viaje fue bastante cansador, fue difícil salir de Ucrania, sobre todo. Las horas del tren fueron las más complicadas. Sentíamos la incertidumbre de cada ciudad en la que parábamos, pero también representaba estar una hora más cerca de estar en casa. Eso me daba aliento para saber que estaba cerca, que cada hora me iba acercando a la frontera. Gracias a Dios llegamos bien, estamos acá. Agradezco a todo el que apoyó y mandó aliento. Sin todo eso, no hubiera sido posible”, indicó De Pena.

El exjugador de Nacional dijo que tomar la decisión de subirse al tren no fue nada sencilla, ya que la tomaron en conjunto junto al grupo de futbolistas brasileños -compañeros y rivales de otros equipos- con los que se refugiaba en un hotel. Una charla con una corresponsal de guerra les hizo ver que lo mejor era salir del país cuanto antes, y rápidamente armaron todo para ir hacia la estación.

Fue un trayecto complicado, no fue fácil llegar. Había tropas, trenes colapsados y gracias a Dios pudimos subir. En 17 horas vivimos un poco de todo, con gente de todos lados, con desesperación y con las mismas ganas que teníamos todos de salir de ahí cuanto antes”, añadió.

De Pena confesó que, si bien trataba de mostrarse fuerte, para no transmitir al resto del grupo su nerviosismo, era difícil erradicar algunos pensamientos negativos de su cabeza.

Pensé muchas veces que quizás no iba a salir de ahí, nunca había sentido eso. La incertidumbre fue lo que más tensos y nerviosos nos tuvo. También que la comida y el agua se nos estaba acabando y hubo que racionarla. No me preocupaba tanto eso sino tener una salida segura para salir del país y estar fuera de la zona de conflicto”, narró.

El uruguayo también contó que días antes de la invasión rusa, había sacado un pasaje junto a un compañero brasileño para viajar a Turquía. El presidente del Dynamo les había dicho que no iba a pasar nada, que la situación era normal y que el sábado jugarían por la liga ucraniana.

El jueves de mañana, antes de entrenar, empezaron los bombardeos y los aviones sobrevolando. El espacio aéreo quedó cerrado, así que era imposible salir del país por vía aérea. En el club nos recomendaron ir a la concentración, pero me sentí más refugiado con los brasileños, que tenían el apoyo de autoridades de su país y sudamericanas. Consideraba que así tendría una chance más cierta de salir. Mis compañeros ucranianos querían quedarse y defender a su país”, dijo De Pena.

Ahora, el futbolista, ya reunido con su familia y mucho más tranquilo, dijo que tratará de descansar, desconectar de toda la situación de tensión que vivió y poder compartir junto a sus seres queridos.

No es momento de pensar en otra cosa que estar tranquilo”, indicó. Lo que sí tiene seguro De Pena es que no tiene ninguna intención de volver a Ucrania, por lo que resolverá su situación contractual con el Dynamo, pero no volverá a vestir esa camiseta.

No vuelvo nunca más a Ucrania. Hay un contrato laboral de por medio, pero no vuelvo más. Dejé todas mis cosas allá, pero no pienso ir a buscarlas, tampoco quiero y no las necesito. Lo que me quedó es ropa, cosas materiales, ahora necesito estar con mi familia”, explicó.