La Saudi Pro League está llena de estrellas y utiliza a los silbantes mexicanos por su neutralidad y buen nivel.
La Saudi Pro League de Arabia Saudita no solo apostó por fichar estrellas de talla mundial como Cristiano Ronaldo, Karim Benzema, N’Golo Kanté o Sadio Mané, sino que también llevó a su liga a árbitros mexicanos como César Arturo Ramos Palazuelos, Fernando Guerrero o Luis Enrique Santander.
Fuentes cercanas a ESPN confesaron que el juego que Ramos Palazuelos arbitró este sábado entre el Al Ittihad y el Al Tai en el Prince Abdullah al-Faisal Stadium es el primero de dos cotejos que comandará en esta incursión en Arabia Saudita.
Cabe destacar que el silbante mexicano cuenta con el aval de la Comisión de Árbitros, misma que depende de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), y es que la Saudi Pro League manda la invitación formal a la FMF y luego que se analiza la propuesta y ven la viabilidad que un silbante viaje, dan el aval.
Las fuentes dijeron a este portal que es así como funciona el proceso y que normalmente los silbantes van por una semana y pitan por dos juegos, y es que confían en los árbitros mexicanos debido a que son “neutrales” y por su buen nivel.
De la misma forma, no solo van los árbitros centrales, sino que es una comitiva con abanderados, uno y dos, así como con un árbitro VAR, por lo que la comunicación se facilita debido a que todos hablan el mismo idioma.
ESPN pudo corroborar con las fuentes que la Saudi Pro League paga todos los servicios de los silbantes, incluidos los honorarios, por lo que la Comisión de Árbitros no desembolsa ni un peso para que viajen hasta el país asiático.
Además, en la FMF y la Comisión tienen muy clara que la prioridad número uno es la Liga MX, por lo que no pueden dar permiso a sus silbantes de viajar durante fase final del torneo, así como en partidos de suma importancia, ya sean clásicos o partidos que definan instancias finales o multas económicas.
En tanto, compartieron que ya van varios años que los nazarenos mexicanos son buscados por los saudís y van cuatro o cinco años con estas prácticas que ayudan a que los árbitros estén en ritmo y que los que tienen gafetes FIFA se acostumbren a otras competencias para dejar en alto el nombre de México y de la Concacaf.