Lionel Messi, la figura de Inter Miami en su debut en la Concacaf Champions Cup, preocupó a todos al recibir una durísima patada en el segundo tiempo del partido ante Nashville, pero afortunadamente pudo seguir en cancha.
Se acercaba el final del partido y el astro argentino le había notificado al Tata Martino, mediante señas, que Julian Gressel necesitaba un cambio. El DT tomó nota y mandó al campo a David Ruiz. Pero el 10 no sabía que, instantes después de sus gestos, iba a quedar muy cerca de necesitar él también un reemplazo.
A los 77 minutos del partido disputado en Geodis Park, con el local imponiéndose por 2 a 1 por el doblete de Jacob Shaffelburg (Messi descontó para la visita), el ex Barcelona y PSG fue a presionar a Lukas MacNaughton en la salida. Sin embargo, al canadiense se le fue un poco largo el control y apenas llegó a despejar, aunque en el movimiento su pie impactó de lleno, como un planchazo, en la pierna de Messi, entre su tibia y gemelo.
El argentino quedó tendido en el piso, con claras muestras de dolor, y todo el Inter Miami pidió la expulsión de MacNaughton. No obstante, pese a la vehemencia de la entrada, el árbitro mexicano Marco Ortíz no fue notificado, como en el codazo de Federico Redondo en el primer tiempo, y la patada ni fue sancionada como infracción. Messi, por su parte, pudo completar el partido, para el alivio de las Garzas y de la Selección Argentina, que en las próximas semanas enfrentará a El Salvador y Costa Rica.