La Selección Colombia Sub 20 llegó al Mundial de Chile 2025 con altas expectativas, respaldada por una generación que había mostrado talento y desequilibrio en el Campeonato Sudamericano disputado a comienzo de año. Sin embargo, durante la cita mundialista, el equipo dirigido por César Torres no ha logrado mantener el nivel ofensivo que lo había caracterizado, suma dos goles en tres partidos dejando en evidencia una preocupante falta de eficacia frente al arco rival.
A pesar de contar con jugadores con proyección internacional y un mediocampo creativo, la Tricolor está padeciendo una sequía goleadora que ha condicionado su paso por el torneo. El equipo ha generado ocasiones, pero la falta de contundencia y serenidad en el área ha terminado costándole puntos valiosos. Partidos que pudieron resolverse con mayor claridad se complicaron por errores en la definición o decisiones apresuradas en los últimos metros.
Una situación similar se presentó en la fase de grupos del Campeonato Sudamericano, donde Colombia empató 1-1 con Argentina, venció por la mínima (1-0) a Ecuador y Brasil, y solo pudo superar 3-2 a Bolivia en un partido más abierto.
El equipo mejoró sustancialmente en la fase final del torneo en donde fue la selección más goleadora junto a Argentina. Néiser Villarreal fue la gran figura del conjunto cafetero, convirtiéndose en el goleador del campeonato con ocho goles.
La Tricolor tuvo altibajos en ataque: fue contundente ante Paraguay (4-0), Chile (3-1) y Uruguay (3-1), pero no pudo marcar en sus enfrentamientos contra Brasil y Argentina.
¿Por qué Colombia perdió su poderío goleador en el Mundial de Chile 2025?
Falta de definición
Uno de los factores clave fue la falta de definición en los momentos decisivos. Colombia generó oportunidades, pero no supo capitalizarlas. En varios partidos, especialmente contra selecciones de menor jerarquía, el equipo dominó la posesión y llegó al área rival, pero falló en el último toque. La ansiedad y la falta de contundencia frente al arco rival pasaron factura.
Uno de los aspectos más señalados fue la ausencia de un delantero centro consolidado, un "número 9" capaz de marcar diferencias. Si bien hubo talento por las bandas y en el mediocampo, faltó esa referencia ofensiva que pudiera finalizar las jugadas. El equipo ha rotado nombres en ataque, pero ninguno ha logrado asumir el liderazgo goleador que se esperaba hasta el momento.
Rivales más físicos
Otro de los aspectos que condicionó el rendimiento ofensivo de Colombia Sub-20 en el Mundial de Chile 2025 fue la dificultad para imponerse ante selecciones con mayor potencia física, especialmente Noruega y Nigeria. Estos dos equipos no solo exigieron al máximo desde lo atlético, sino que también marcaron la diferencia en los duelos individuales, tanto en defensa como en transición.
Frente a Noruega, Colombia mostró una buena estructura ofensiva y logró romper líneas con frecuencia. El equipo generó volumen de juego y supo progresar por dentro y por las bandas. Sin embargo, en el último tercio le faltó calma y precisión en el pase final. Aunque registró 17 remates totales, muy pocas de esas acciones se tradujeron en ocasiones claras de gol. La ansiedad en la toma de decisiones y la imprecisión al momento de definir impidieron que el dominio territorial se reflejara en el marcador.
Frente a Nigeria, el panorama fue aún más desafiante. El equipo africano mostró una superioridad física notoria, con jugadores veloces, fuertes en los duelos y con una capacidad de recuperación impresionante. Colombia tuvo menos posesión del balón, pero aun así logró generar peligro en varios tramos del encuentro: registró 12 remates totales, tres disparos a puerta y una ocasión clara de gol que no logró concretar. Sin embargo, en el segundo tiempo, el equipo se quedó físicamente. La falta de frescura le hizo perder intensidad, profundidad y claridad en ataque. Nigeria, por su parte, mantuvo su ritmo alto y controló el partido en los minutos decisivos, neutralizando los intentos colombianos y exponiendo las limitaciones del equipo sudamericano cuando el aspecto físico y mental comenzó a pesar.
La lesión previa y falta de ritmo de Néiser Villarreal
El goleador del Campeonato Sudamericano de Venezuela 2025 llegó a este Mundial con lo justo luego de superar una delicada lesión que sufrió en el mes de julio en un amistoso de Colombia frente a Panamá.
El delantero quedó fuera de las canchas tras sufrir un esguince grado 2 en el ligamento colateral medial de la rodilla izquierda, con un tiempo de recuperación estimado entre 4 y 6 semanas.
El delantero tampoco llegó de la mejor manera a la cita mundialista pues en la temporada con Millonarios tuvo muchos altibajos, empezó como titular y fue perdiendo protagonismo en el equipo que dirigía David González. Además, terminó saliendo del club mientras se desarrollaban las primeras fechas del Torneo Finalización por una falta de indisciplina en la que apareció en un video con la camiseta del América de Cali.