Ningún otro jugador es más sinónimo con una jugada determinada que Johan Cruyff, cuya forma de arrastrar el balón detrás de la pierna con la cual se mantiene en pie antes de moverse en otra dirección es conocida como la vuelta de Cruyff.
¿Qué otros jugadores del fútbol moderno han establecido movimientos que ahora llevan su nombre propio?
La croqueta de Iniesta
El éxito extraordinario del Barcelona y la selección española durante la era de Xavi Hernández y Andrés Iniesta se basó primordialmente en los pases. No obstante, mientras Xavi fue un pasador nato, Iniesta contaba con algo diferente: un cambio de velocidad, la capacidad de virar rápidamente y, sobre todo, su croqueta.
Un movimiento tomado prestado de su héroe Michael Laudrup, la croqueta de Iniesta era simple en teoría, pero una hermosura para ver en medio de una batalla intensa a toda velocidad y ultra física en el mediocampo. Esencialmente, Iniesta es confrontado por al menos un defensor y el primero es capaz de superarlo al pasar el balón de un pie a otro, de lado a lado, con el peso corporal de Iniesta cambiando apropiadamente de dirección. También se comprobó su particular efectividad cuando los rivales intentaban duplicar la marca en su contra: era la forma perfecta de sobrepasar a dos jugadores a la vez, dividiendo la marca mientras cambiaba de dirección de manera elegante.
“La Croqueta es una destreza que existe, no sólo porque se ve bien, sino porque también sirve al propósito de prepararte para hacer el próximo pase”, expresó Laudrup, creador del movimiento. Para Iniesta, más un pasador determinado que un goleador prolífico, era la jugada perfecta.
El remate falso de Mahrez
Riyad Mahrez era el jugador estrella del Leicester City durante su extraordinaria campaña 2015-16 en la cual se hicieron con el título y un incidente en particular sigue siendo el más memorable. En un partido contra el Chelsea pocos días antes de Navidad, el Leicester se impuso 2-1 con el gol crucial convertido por Mahrez, quien recibió la posesión siendo marcado por César Azpilicueta, creando espacios al hacer un amague de remate, aunque en realidad, movía el balón hacia adentro con su pie izquierdo, antes de moverlo en una mejor posición para así disparar hacia el arco.
Mahrez es generalmente clasificado como uno de esos extremos invertidos que solo pueden cortar y rematar, pero su tendencia a hacer este remate falso le permite hacer que sus rivales marquen en dirección opuesta, antes de que él logre abrir espacios.
Existen ligeras variaciones. Usualmente, tras haber utilizado la parte de afuera de su pie izquierdo para ir a la izquierda, Mahrez utiliza la parte de adentro para dirigirse hacia la derecha. Aunque en ocasiones logra que sus guayos rueden sobre el balón para así mantenerlo más cerca de él y a veces despliega una versión más extravagante de la vuelta de Cruyff, al enviar el balón detrás de la pierna con la cual se mantiene en pie. Ahora, sus rivales saben lo que tiene entre manos, pero no siempre pueden evitar caer engañados por sus pasos en falso.
La trivela de Quaresma
Ricardo Quaresma y Cristiano Ronaldo jugaron juntos en la academia del Sporting de Lisboa; ambos son extremos, sumamente individualistas, que trataban de opacarse con sus trucos. Es claro que Cristiano tuvo la carrera más exitosa, convirtiendo sus destrezas en goles y resultados palpables. Sin embargo, Quaresma siguió obsesionado con lo estético.
Ningún otro futbolista está tan decidido a utilizar la parte de afuera de sus pies. Esa técnica a veces es considerada extravagante y en otras ocasiones es percibida como la marca de fábrica de un jugador que no ha trabajado en su lado más débil. Sin embargo, Quaresma es más peligroso con la parte de afuera de su pie derecho que por entro y ha convertido una serie de remates memorables con su característica trivela. Su primer gol como internacional de Portugal, contra Bélgica, sigue siendo el más espectacular debido a un increíble arco en el disparo, mientras que el verano pasado anotó en un esfuerzo único contra la selección de Irán en el mayor escenario del balompié: la Copa del Mundo.
Quaresma es casi único en el ámbito del futbol global. En una era de extremos invertidos, la tendencia de Quaresma de utilizar la parte de afuera de su pie derecho lo convierte casi en un extremo invertido invertido; a pesar de ser diestro, representa una mayor amenaza en el cruce desde la izquierda y más una amenaza goleadora por la derecha.
El remate en bote de Özil
Para un volante ofensivo con su nivel de calidad técnica, Mesut Özil no es un goleador particularmente prolífico. A pesar de ello, el alemán cuenta con un remate característico.
Özil disfruta de sorprender a los arqueros rivales al patear el balón contra el piso, causando que rebote de manera impredecible hasta cruzar el arco. En ocasiones, es efectuado con una volea, una técnica relativamente simple.
Sin embargo, Özil ha aprendido a patear una pelota rodando contra el piso, no tanto para que pase sobre el arquero, sino a golpearla contra el suelo y luego elevarla por encima del guardameta. En las primeras ocasiones que Özil logró hacerlo, parecía ser un mero producto de la buena suerte; sin embargo, videos de sus entrenamientos revelan que se trata de un movimiento que practica regularmente y que ha utilizado de forma muy efectiva en los partidos. Aunque siendo Özil, por supuesto, también ha utilizado el truco en sus asistencias, haciendo que el balón bote por encima de los pies de los defensores rivales hasta caer en los pies de un compañero.
Los pases disfrazados de Busquets
Cuando Sergio Busquets comenzó a ser titular con el Barcelona, era reconocido como un volante defensivo constante que mantenía su distribución simple. Sin embargo, a medida que era visto más frecuentemente, se podía apreciar mejor su distribución para penetrar el área contraria; raramente, hacía pases diagonales dramáticos. Por el contrario, lograba incursionar frente a las formaciones rivales disfrazando sus pases.
Busquets ha hecho lo mismo de manera reiterada en el transcurso de su carrera: recibe el balón en una posición profunda de mediocampista, mira a su derecha y abre su cuerpo como si fuera a tocar en dirección de un lateral derecho, antes de hacer un pase en reversa hacia los pies de un centro delantero (preferiblemente Lionel Messi).
La hermosura de este movimiento radica en que Busquets, de forma simultánea, crea espacios al tentar a los zagueros a mover su peso corporal y prepararse para avanzar hacia la izquierda para luego aprovechar esa situación engañando con sus pases. Frecuentemente, los defensores rivales se quedan pensando en lo que ocurrió por una fracción de segundo, antes de intentar marcar al receptor del pase.
El baile de Toni Kroos
Se requiere de mucho tiempo mirando a Toni Kroos jugar para entender que la forma de controlar pases por parte del alemán ficha del Real Madrid es de hecho un movimiento en sí. A primera vista, en ocasiones parece que simplemente recibió un toque fuerte, pero no es así. Mientras Kroos hace lo mismo de manera más frecuente y permanece bajo control de balón, se entiende que es un truco deliberado.
El baile de Kroos esencialmente es un drible con su primer toque, superando así a un rival de manera inesperada. Cuando Kroos recibe un pase, usualmente desde la izquierda y usualmente en dirección a su pie derecho, recibirá un toque fuerte con la parte de adentro de su pie y de manera inmediata, lleva el balón hacia su izquierda. Su oponente, usualmente concentrado en cercar al pie derecho de Kroos, súbitamente se da cuenta que se mueve en dirección contraria.
Obviamente, es útil el hecho que Kroos se siente cómodo utilizando su pie izquierdo y por ende, llevar el balón hacia su lado débil no le causa problema alguno, aunque usualmente termina dándose tiempo suficiente para volver a manejar el balón con su pie derecho. De cualquier manera, es un movimiento simple pero efectivo que le otorga tiempo extra para pensar mientras mantiene la posesión del balón.