El futbolista internacional tunecino Hamdi Nagguez, defensa del FK Suduva de la liga lituana, fue condenado este viernes a cuatro meses de cárcel por ofensa a un policía que le reclamó su identificación cuando violaba las medidas de confinamiento impuestas por el gobierno para frenar la pandemia de la COVID-19.
En declaraciones a la radio local Mosaïque FM, el portavoz del Tribunal, Mohamed Helmi Missaoui, explicó que el jugador --uno de los pilares de la selección de Túnez-- no deberá entrar en prisión y estará en libertad condicional vigilada.
Según medios locales, el incidente ocurrió el pasado 22 de abril cuando Nagguez conducía su vehículo y fue parado por la Guardia Nacional en uno de los controles rutinarios levantados con motivo de la pandemia.
El zaguero se negó a mostrar la documentación y los agentes, tras comprobar que no disponía de autorización para desplazarse, procedieron a su arresto.
Nagguez permaneció detenido durante una semana tras la denuncia del agente, que la retiró posteriormente, y anunció que enviaría una carta al presidente de la república, Kais Saied, para que interviniera a su favor.
En una primera sentencia, anunciada el 30 de abril, la justicia reclamaba cuatro meses de cárcel y una multa de 100 dinares (32 euros).
Nada más conocerse, la Federación Tunecina de Fútbol (FTF) anunció que dos de sus abogados y dos letrados más de la Liga Nacional de Fútbol Profesional (LNFP) recurrirían la condena, una iniciativa que fue muy criticada al considerar que este caso sobrepasa las competencias del organismo público al no tener el delito vinculación con su profesión.
La COVID-19 ha causado oficialmente la muerte de 45 personas y un total de 1,032 contagiados en el país norteafricano, que cerró sus fronteras y decretó el confinamiento de la población el pasado 18 de marzo.
Está previsto que la reapertura se acelere este viernes con la reanudación de la actividad en los centros comerciales y que los deportistas profesionales puedan comenzar a entrenarse a partir del día 24, con la vista puesta en reanudar las competiciones, como la Ligue 1 de fútbol a finales de junio o principios del mes de julio.
El lateral derecho de 27 años, que debutó en 2013 con el equipo tunecino Etoile Sportive du Sahel (ESS), rescindió a finales de año de manera unilateral el contrato que desde 2018 le vinculaba al Zamalek egipcio debido al impago de sus últimas cuatro nóminas y firmó con el club europeo por un periodo de seis meses.
A mediados de abril, el club cairota fue sancionado por la FIFA a pagarle 1.2 millones de dólares en un plazo de 45 días o, en caso contrario, estaría privado de nuevos fichajes durante las próximas tres temporadas.
El presidente del club, Mortada Mansour, publicó un extenso vídeo en las redes sociales para explicar los detalles de dicho contrato de tres temporadas y media por el que Nagguez cobraba 400,000 dólares anuales netos tras el pago de impuestos en el país árabe y no 500,000 como defendía el deportista.
Mansour, que negó los impagos, calificó al Nagguez de "traidor" y le acusó de haber falsificado el contrato que envió a la FIFA junto a la denuncia.