El PSV inauguró su casa, el Philips Stadium, un 31 de agosto de 1913, para conmemorar la jornada en que los ejércitos europeos se unieron para derrotar a Napoleón. Como presagio de su destino, el Philips Sport Vereniging (Club de Deportes Philips), se ha convertido en una cantera de soldados del futbol para Europa, con un ojo clínico para seleccionar talento alrededor del mundo, desarrollarlo y después venderlo a los equipos ricos del viejo continente.
Su playera ha sido vestida por varias de las grandes leyendas del mundo, sobretodo brasileños y holandeses, bajo la filosofía de fichar a los mejores talentos de los Países Bajos, aunque jueguen en otros equipos, y a las grandes figuras juveniles del mundo.
De esta manera ha visto crecer a Romario, quien luego de marcar casi 100 goles se enfundó en la playera del Barcelona y posteriormente fue el artífice del título mundial de Brasil en Estados Unidos 1994.
Ronaldo, ‘El fenómeno’, llegó a los 17 años a territorio holandés, se convirtió en figura de la Eredivisie y fue fichado por el Barcelona imponiendo el récord de fichaje más costoso en aquel 1994. Con los catalanes no tuvo el éxito esperado, pero luego fue figura con el AC Milan y volvió a España para enfundarse en la camiseta del Real Madrid. Con Brasil ganó el título mundial de 2002.
Entre los talentos locales se encuentra Ruud Gullit, que en los ochentas llegó del Feyenoord y encontró en el PSV el impulso que necesitaba para irse al AC Milan. También jugó el futuro entrenador del Barcelona, Ronald Koeman, quien fue artífice en la Copa de Europa, actual Champions League, que ganó el PSV en 1988 para luego irse con los catalanes.
Los nombres de Phillip Cocu, Memphis Delay, Jaap Stam, Ruud van Nistelrooy y Arjen Robben aumentan la lista de talentos nacidos o forjados en territorio del PSV.
Su fama incluye también jugadores de la Concacaf, pues DaMarcus Beasley se convirtió en el primer estadounidense que disputa unas semifinales de Champions League cuando jugó con el PSV en la temporada 2004, un resultado que le permitió brincar a la Premier League.
Mexicanos también han sido varios. El más célebre Andrés Guardado, quien terminó siendo capitán y se ganó el cariño de la afición al grado de que, en 2015, le desplegaron una manta en la tribuna del Philips Stadium con el mensaje ‘Nuestra águila de oro es mexicana’.
El primero en llegar había sido Carlos Salcido, luego del Mundial de Alemania 2006, y como titular indiscutible le entregó al club un par de ligas y jugó la Champions League. Salcido compartió vestuario con Francisco Javier ‘Maza’ Rodríguez.
En la lista de mexicanos también se encuentran Héctor Moreno, que llegó procedente del AZ Alkmaar, Hirving ‘Chucky’ Lozano, quien reventó la Eredivisie para ser traspasado por más de 40 millones de euros al Napoli, y actualmente Erick Gutiérrez.