Los Leones culminaron la fase de grupos de los Juegos Olímpicos de París 2024 con un empate por 3 a 3 ante Bélgica. Casualmente aquel rival al que vencieron ocho años atrás en la final de Río de Janeiro. Con ese resultado finalizaron en el cuarto lugar de la tabla de posiciones, aunque ya con la victoria ante Irlanda en la fecha anterior, el acceso a segunda ronda ya era un hecho. Hecho que permitió que los dirigidos por Mariano Ronconi escriban una nueva página histórica inédita para el hockey argentino. Su rival del próximo domingo 4 de agosto a las 15 hs (ARG) será Alemania.
En las 12 participaciones de la selección masculina albiceleste en el torneo lograron arribar a la segunda ronda por tercera vez. Suceso que, justamente, se inauguró en aquel Juego en 2016 donde obtuvieron la memorable medalla de oro. Por lo que será la tercera vez consecutiva, que jueguen los cuartos de final de la competencia. Aunque solo una de las dos veces anteriores pudieron jugar por obtener un podio.
El detalle es que en las dos veces previas Los Leones finalizaron en el tercer lugar de la fase de grupos, esta vez no sucedió. En la ciudad brasileña sumaron 8 puntos, producto de 2 victorias, 2 empates y 1 derrota (3-3 vs. Países Bajos, 3-1 vs. Canadá, 1-2 vs. India, 4-4 vs. Alemania y 3-2 vs. Irlanda). En cuartos de final fue triunfo ante España por 2 a 1 y lo que aconteció después es historia conocida: la goleada ante los teutones en semifinales por 5 a 2, y la gran final ante el rival de este viernes 2 de agosto, los belgas, en la gran final con el triunfo por 4 a 2 con el conocido gol con el arco a su merced para ponerle cifras definitivas de Agustín Mazzilli.
Cinco años después y con un plantel con un mix entre los hacedores de ese hito inolvidable y varios de los que actualmente son parte del equipo en París, Argentina volvió a meterse entre los ocho mejores del campeonato olímpico. Aquella vez también fueron terceros en la ronda inicial de zonas. Culminaron con 7 puntos, luego de ganar 2 encuentros, igualar 1 y caer en 2 (1-1 vs. España, 2-1 vs. Japón, 2-5 vs. Australia, 1-3 vs. India y 4-1 vs. Nueva Zelanda). Sin embargo, no logaron llegar al último día en Tokio. Cayeron, en lo que se vivió como una revancha, con Alemania por 3 a 1, en un duelo que los europeos estuvieron arriba en el marcador casi todo el encuentro y, en los minutos de cierre, Maico Casella le dio al equipo albiceleste el gol del honor.
Lo cierto es que Los Leones, una vez más, marcaron la historia. Después de aquel mítico tercer puesto en el Mundial de La Haya 2014 que los llevó a instalarse entre las potencias del hockey, ya ser parte de la segunda parte de los Juegos Olímpicos empieza a ser una costumbre. Costumbre que parecía impensada hace no muchos años, ya que al mejor puesto que habían arribado fue ser quintos en su primera participación en Londres 1948.
Alemania, el próximo rival en un duelo con mucha historia
Muchos condimentos tendrá el mano a mano entre Los Leones y Alemania por un lugar en las semifinales. En primer lugar lo lógico, ganar asegura, al que lo logre, llegar al último día de competencia y pelear por estar en el podio. Pero además de las estadísticas, Gonzalo Acha Peillat, campeón olímpico con Argentina en Río de Janeiro 2016 estará, esta vez, en la vereda de enfrente y jugará contra Matías Rey y Agustín Mazzilli, compañeros suyos en esa hazaña.
En el historial mandan los teutones. Se enfrentaron 34 veces con 18 victorias de los europeos, 10 para La Albiceleste y 5 empates. En los Juegos Olímpicos, por su parte, jugaron en seis ocasiones, con también antecedentes positivos para los germanos. Fueron 6 cotejos con 4 victorias (2-1 en Barcelona 1992, 3-0 en Atlanta 1996, 6-2 en Sídney 2000 y 3-1 en Tokio 2020) para los del Viejo Continente, una igualdad (4-4 en fase de grupos de Río de Janeiro 2016) y la recordada semifinal mencionada anteriormente en la ciudad brasileña ocho años atrás que fue el 5 a 2 para Los Leones.
Lo cierto es que será la tercera vez al hilo que se midan en un mata-mata. Y los dirigidos por Mariano Ronconi buscarán repetir aquella proeza para llegar a estar entre los cuatro mejores de París.