La vida de Gonzalo Peillat ha sido una montaña rusa de emociones desde hace muchos años. La medalla de oro en Río de Janeiro con Los Leones marcó su carrera, ir a jugar al Mannheimer en Alemania desde hace casi ocho años, también. Lo cierto es que, pese a aquel duro momento de dejar de vestir la camiseta argentina y con el tiempo pasar a ser jugador de la selección germana, volver a jugar en el país sudamericano, se tornó especial. "Volver a Argentina siempre es lindo. Cuando tengo la posibilidad y tiempo libre vengo para estar con mi familia. Jugar acá, siempre hay mucha gente, el hockey es muy popular. Lo disfrutamos, no solo yo, también los chicos y recorrer el país también", expresó tras la derrota del combinado europeo en los penales australianos con los dirigidos por Mariano Ronconi, en la serie de Pro League 2023-2024 en Santiago del Estero.
Sin dudas para El Acha no ha sido fácil adaptarse a un cambio tan brusco e importante en su vida, tras una decisión envuelta de polémica. No hay que ser especialista para entender que Peillat es posiblemente el jugador más determinante que haya jugado con Los Leones en el último tiempo (disputó 153 partidos en 31 competencias en las que fue el máximo goleador en 17 de ellas y anotó 352 goles). Por eso, tal vez, cada enfrentamiento que se da con Los Leones es especial. Y la adaptación a jugar para otro país, es una adicional a ese sentimiento para el surgido en Mitre. "Lo cultural fue lo más chocante al principio. Uno se tiene que adaptar a donde tiene que vivir. En cuanto al idioma no fue un problema, creo que fue lo más fácil. Si hoy tengo que mirar un poco para atrás, lo cultural creo que fue lo más difícil. Somos más pasionales los argentinos y ellos no lo entendían. Se quedan encantados con esas formas y eso hizo que fuera más fácil entrar al grupo", explicó.
Lo cierto es que, a pesar de la mezcla de sensaciones que pueda sentir el campeón mundial con el Honamas, su templanza, algo característico en él, sigue intacta a la hora de analizar, sobre todo cuando de hockey se habla. "Creo que es un resultado justo. Argentina jugó mejor que nosotros el primer tiempo. Estuvimos un poco dormidos y nos cuesta adaptarnos a la temperatura", resumió acerca del triunfo de Los Leones en la noche de Santiago, triunfo que casualmente cortó una racha de siete años sin victorias de Argentina ante los teutones y que, justamente, fue en ese Juego Olímpíco donde Peillat brilló, ese día aportando tres de los cinco goles de la conquista histórica en la semifinal.
En el mismo escenario de Pro League, hace casi dos años, Peillat le abrió la puerta definitivamente a jugar para Alemania, lo que implicó también, el final de su etapa con la albiceleste. Una decisión que, tal como dijo en exclusiva para ESPN.com en su momento, “no fue nada fácil, me llevó un año decidirme” y que sin dudas dejó aprendizajes nuevos. Aprendizajes que, comparativamente, plasmó acerca de cómo vive su día a día con el equipo campeón del mundo. "El plan, desde que entré a la Selección, siempre fue de dos años. En dónde vamos a entrenar, cuándo tenemos vacaciones, qué torneos jugamos. En ese sentido es súper profesional. No hay fallas", enfatizó. "Hay un grupo táctico de jugadores con entrenadores. Hay un grupo que es solo social que es lo que necesita el equipo. Y hay un grupo de performance que se encargar de qué necesitamos comer, qué necesitamos en la parte física, etc. Siempre se llega a una idea en común entre todos y se decide", agregó.
El capítulo de la historia se cerró hace tiempo. Por eso, Peillat, enfocado en lo que viene, ya piensa en sus primeros Juegos Olímpicos para el equipo europeo. "Muchos de los que vinieron a jugar a Argentina, vinieron del Indoor. Por eso se nota esos detalles de que falta en la recepción de pases, los últimos detalles. Estamos tratando de entrar de nuevo en ritmo y después arranca la Bundesliga, así que vamos a llegar con ritmo a París", concluyó.