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Confidencias de campamento: los Packers dependen de sus pilares

GREEN BAY -- Se toman descansos para tomar agua y servir bocadillos durante las prácticas del campamento de entrenamiento. Utilizan sistema GPS para monitorear los movimientos de los jugadores.

Cambiaron el plan de las prácticas, intercambiando sus horarios del viernes y sábado, e incluso dentro de los ejercicios individuales movieron ensayos que solían ir del principio al final, y viceversa.

Todo por una razón: reducir las lesiones que han cimbrado a los Green Bay Packers en años recientes.

¿Y qué bien les ha traído?

Ya perdieron a dos jugadores --el recepto novato Jared Abbrederis y el liniero ofensivo Don Barclay-- quienes seguramente hubiesen debutado en la primera semana de la temporada. Ambos sufrieron rupturas de ligamento cruzado anterior dentro de las dos primeras semanas de práctica.

Algunas lesiones --sin importar lo que el personal de entrenamiento haga para mantener a los jugadores energizados en las prácticas, ni el diseño del coach Mike McCarthy en su programa-- simplemente caen en el apartado de la mala suerte.

Pero hasta ahora, en el campamento, el número de ausencias por fatiga o lesiones musculares ha sido poco. Un año después al campamento que se plagó de desgarres en el muslo, la única lesión seria de dicha naturaleza fue para el profundo Morgan Burnett, un tirón de oblicuo.

TRES MOTIVOS PARA SENTIR OPTIMISMO
1. El mariscal de campo Aaron Rodgers cumplió 30 años en diciembre y viene saliendo de la peor lesión de su carrera (fractura de clavícula), pero no lo sabrían al verlo ahora. Ha llevado el campamento tan bien como siempre. Su comando ofensivo es tan bueno que McCarthy ha sido capaz de recortar diversas prácticas porque no hay jugadas que se arruinen por errores mentales. Rodgers reportó en el campamento unas 11 libras más ligero que la temporada pasada, gracias a una combinación de ejercicios (incluido el yoga) y dieta.

2. Si logra existir un campamento libre de distracciones, éste lo ha sido. Atendieron su principal preocupación contractual al firmar al receptor Jordy Nelson por cuatro años y 39 millones de dólares durante la mañana de apertura del campamento. Días después, amarraron a Thompson con una extensión multianual y él aseguró que McCarthy era el siguiente. Y es probable que hayan enterrado todas las malas vibras con Brett Favre, toda vez que el mariscal de campo se paró detrás de ambos directivos cuando anunciaron que retirarán su número el próximo verano, al tiempo que será inducido al Salón de la Fama de los Packers. Todo ello ha permitido al equipo enfocarse en su preparación sin obstáculos en el camino.

3. La mayor área de preocupación el año pasado, la posición de profundo, podría ser ya una fortaleza. El cambio de Micah Hyde desde la esquina ha resultado mejor de lo esperado, y la selección de primera ronda, Ha Ha Clinton-Dix, se ve listo para el día de juego. Después está el profundo de tercer año Sean Richarson, quien ha hecho más jugadas grandes en la práctica que nadie en la defensiva. Si Burnett regresa pronto de su lesión de oblicuo --y finalmente comienza a jugar con el calibre de Pro Bowl que vendió para firmar una extensión por cuatro años y 24.75 millones de dólares el verano pasado-- entonces no habrá preocupaciones.

TRES MOTIVOS PARA SENTIR PESISMISMO
1. Los Packers aún no saben --y podrían no saber por un tiempo-- si JC Tretter puede lidiar con el puesto de centro titular. Tras un arranque difícil en el campamento, el profesional de segundo año pareció establecerse en la posición y fue sólido en el debut de pretemporada. Pero dado que la temporada regular iniciará contra los campeones defensores Seattle Seahawks en quizá el estadio más ruidoso de la liga, probablemente no hay nada que pueda preparar a Tretter para lo que le espera en la Semana 1.

2. Por mucho que los Packers confíen en Nelson, en el receptor Randall Cobb y en el corredor Eddie Lacy, no tienen más armas probadas par Rodgers. Nadie del grupo de alas cerradas ha surgido como el favorito para reemplazar a Jermichael Finley, aunque Andrew Quarless, Brandon Bostick y el novato Richard Rodgers tuvieron sus momentos (tanto buenos como malos) para reemplazar a James Jones como 3° receptor. Cada vez que da la impresión que el novato Davante Adams va desplazar a Boykin, se le cae el balón.

3. El apoyador externo Clay Matthews participó en todas las prácticas durante las primeras dos semanas, pero no está listo para recuperar su pulgar, fracturado en dos ocasiones, al 100 por ciento. Quizá se trate de una lucha mental para Matthews, pero necesita ser capaz de usar su mano sin restricciones si quiere volver a su nivel Pro Bowl. Es difícil asegurar si Matthews está exagerando en sus cuidados, pero en las primeras dos semanas de pretemporada, sólo participó en dos jugadas durante presión al pase de uno contra uno, y perdió en ambas. Alineó un par de jugadas en el debut de pretemporada contra los Titans y no se vio con dolor.>/p>