DALLAS -- El fútbol americano terminó para DeVonte Holloman antes de tiempo. El apoyador de 23 años confirmó que se retira de los Dallas Cowboys y del deporte que practicó desde que era niño por una lesión en el cuello que lo pone en peligro el resto de su vida.
Holloman se lastimó la espina dorsal en el segundo juego de pretemporada; el mismo lugar que el año pasado, cuando era novato, ocasionó que faltara a siete partidos.
"Fue un sueño hecho realidad", dijo Holloman, al borde de las lágrimas. "Jugué un año aquí y enfrenté a muchos jugadores que veía por televisión y fui compañero de otros que también idolatré por televisión".
Holloman aseguró que la decisión había sido poco complicada porque jamás arriesgaría quedar paralítico, como tres especialistas señalaron en sus diagnósticos era posible, en caso de que recibiera otro impacto.
"Pero de cualquier manera será duro no estar ahí, en el juego y observar a mis compañeros", mencionó. "Voy a ser un aficionado de los Cowboys toda mi vida. Los Cowboys hicieron todo lo posible y me dieron todas las facilidades para que consultara especialistas médicos y checara cualquier opción. Pero no me voy a arriesgar".
El lunes, Holloman estuvo en el vestidor de los Cowboys en Valley Ranch para vaciar su casillero y despedirse de sus compañeros.
Aseguró que intentará seguir apegado a los Cowboys, aunque en este momento prefería alejarse por algunos días para tratar de digerir la situación.
"Desde que sentí el golpe, sabía que era la misma lesión que el año pasado", explicó. "El año pasado me dijeron que si sucedía otra vez, podría ser el final. Me preparé duro para esta temporada, mi segunda.
"Sucedió de nuevo y me tengo que ir ahora que puedo llevar una vida normal y funcional por completo".
Holloman era el principal candidato para reemplazar al lastimado apoyador central Sean Lee, quien estará fuera de acción toda la temporada por una lesión de rodilla.
"Es muy triste ver que un jugador joven pare su carrera de esa manera", dijo el entrenador de los Cowboys, Jason Garrett. "Tenía un futuro brillante por delante. Pero hace bien en priorizar su salud e irse ahora que está sano y puede seguir con una vida normal".
El capitán de los Cowboys, Jason Witten, coincidió con varios de sus compañeros que la lesión de Holloman hace que valoren aún más la oportunidad de jugar futbol americano profesional.
"Hay que disfrutar cada minuto de juego y entrenamiento", manifestó Witten. "Nunca sabes cuánto tiempo más durará. Como dice el letrero que está en la entrada, 'jugar para los Cowboys es un privilegio y no un derecho'".
Holloman dijo que había terminado su carrera en turismo y hotelería en la universidad de South Carolina y que trataría de dedicarse a su profesión.
Tampoco descartó convertirse en entrenador. Dijo que había recibido una oferta de comenzar en su universidad como asistente del entrenador de apoyadores y estudiar una maestría.
"Tengo un par de planes que hablé con mi familia", expresó. "No estoy seguro aún de qué haré[...], sé que todo será para bien".