MÉXICO -- La campaña del 2013 arrojó tres equipos de la AFC Oeste para postemporada, con los San Diego Chargers colándose como el sexto equipo de la siembra. Repetir no será sencillo, pero los Bolts hicieron un buen trabajo en temporada baja al no permitirse perder a tantos jugadores claves como otras escuadras, y en particular sus rivales divisionales Denver Broncos y Kansas City Chiefs.
Sin embargo, nada asegura que San Diego pueda repetir su marca de 9-7 o que en el 2014 ese registro sea suficiente para jugar playoffs en una división tan competitiva.
La adición más tardía de los Chargers será la que más ayude de cara a la próxima campaña.
LA ADICIÓN CLAVE
Los Chiefs sorprendieron a muchos dejando en libertad al esquinero Brandon Flowers, quien en el 2011 había firmado una extensión contractual por seis temporadas y 50 millones de dólares con 22 millones garantizados, y que se reestructuró apenas en septiembre pasado para crear espacio bajo el tope salarial de Kansas City. Flowers viene de la que probablemente haya sido su mejor campaña como profesional, incluyendo su primer viaje al Pro Bowl, pero hay reportes que señalan que los Chiefs prefirieron deshacerse de él después de conocer su negativa a volver a reestructurar su convenio.
Mientras tanto, los Chargers consiguieron a uno de los mejores esquineros de la liga a cambio de un contrato extremadamente accesible --una temporada por 3 millones de dólares-- que considerará a la campaña del 2014 como una especia de audición para obtener un contrato a largo plazo en el receso de temporada entrante. Flowers llega a ocupar un puesto titular de inmediato, dejando a los veteranos Shareece Wright y Richard Marshall para disputar la esquina contraria.
Por si fuera poco, la llegada de Flowers quita presión al novato de primera ronda Jason Verrett de tener que alinear de inmediato en la ranura, sobre todo considerando que viene de una cirugía en el hombro a la que se sometió en marzo pasado.
Flowers, y Verrett, ayudarán a solidificar a una secundaria de San Diego que culminó la temporada pasada ranqueada en el Nº 29 de la NFL, admitiendo 258.7 yardas aéreas y 23 touchdowns por aire, contra únicamente 11 intercepciones.
LA MAYOR PÉRDIDA
Los Chargers realmente no perdieron a demasiados jugadores claves en este receso de temporada.
El receptor abierto Danario Alexander no pudo jugar en toda la campaña, la producción del corredor Ronnie Brown ha ido en declive, y el papel del fullback Le'Ron McClain ha ido perdiendo relevancia, por mencionar a algunos de los jugadores que siguen sin firmar.
Quizás la pérdida que más va a doler a San Diego en el 2014 será el tackle nariz Cam Thomas, quien firmó en agencia libre con los Pittsburgh Steelers.
Thomas es un jugador relativamente joven todavía (27 años de edad) con poco desgaste en el cuerpo en una posición que permite longevidad en la liga. Viene de su mejor campaña como profesional y primera como titular de tiempo completo.
Sean Lissemore, un desecho de los Dallas Cowboys que pesa unas 45 libras menos que Thomas --algo fundamental en una posición que debe anclar al resto de la línea defensiva en contra de la carrera--, y Kwame Geathers, un agente libre no reclutado del 2013, tendrán la primera oportunidad para ocupar el puesto de Thomas con el primer equipo, con el novato de quinta ronda Ryan Carrethers peleando por minutos.
Los alas defensivas Corey Liuget y Kendall Reyes son jugadores de calidad, y sobre ellos recaerá buena parte del peso de la defensiva terrestre en las trincheras, pero la falta de Thomas como eje podría resultar en una baja estadística para una unidad que terminó la campaña pasada en el lugar Nº 12 de la NFL, cediendo 107.8 yardas por encuentro.
EL DIAGNÓSTICO
No es común que califiquen tres equipos de una misma división a postemporada, y en el 2013 los Chargers recibieron un poco de ayuda, sobre todo de los Miami Dolphins y Baltimore Ravens, en el cierre de la campaña regular. Asumir que volverán a meterse automáticamente tres equipos de la AFC a la siguiente postemporada sería un error.
El cuadro de Mike McCoy sufrió poco recambio en general durante el receso de temporada, y la mejoría de los Chargers para el año que viene --si es que existe-- debe basarse más en la familiaridad de un segundo año bajo el sistema del actual cuerpo de entrenadores, antes que los cambios en la baraja de jugadores.