Kobe Bryant pasó varias horas seguidas acompañando a Lamar Odom en sus primeras noches en coma. Estuvo con él en el momento más delicado de su excompañero.
En Las Vegas, la noche del 13 de octubre, cuando una lesión en la pierna le obligó a marcharse de la duela antes de tiempo durante el encuentro de pretemporada frente a Sacramento Kings. De ahí fue al hospital y en los días sucesivos Kobe no participó en las prácticas. En parte por su estado físico, en parte por el anímico.
Odom y Kobe son tan amigos que siempre se consideraron como hermanos. Desde el traslado del campeón de dos anillos de campeón de la NBA de Las Vegas a un hospital de Los Angeles, su estado ha mejorado, y la Mamba Negra ha podido ser testigo de ello.
A Kobe se le nota algo alicaído, durante su primera comparecencia ante los medios desde su lesión y la noticia de Odom, mostró un tono de voz más débil de lo habitual.
"Es muy difícil. Como hermano es muy difícil ver a una persona que está sufriendo así. Tenemos que estar a su lado y tenemos que darle abrazos y palabras de confianza. Vamos a ver (qué sucede)", afirmó el escolta.
A pesar de la falta de prácticas junto al resto de sus compañeros y de haber estado recuperándose de su lesión, Kobe señaló que el estado de Odom no ha supuesto una distracción de cara a su preparación para el inicio de su vigésima temporada vestido de púrpura y oro.
"No me ha distraído", añadió. "Creo que pone las cosas en perspectiva un poco más a pesar de que esto es lo que hacemos y esto es lo que somos. A veces el básquetbol es una manera de vivir. Él es un hermano por encima de todo. Es importante que le veamos levantarse. Es increíble ver que lo está superando tan bien. Es extraordinario".
Los últimos reportes indican que Odom está progresando en su recuperación.