Lionel Scaloni, el técnico de la Selección Argentina, recibió a Sebastián Vignolo en el predio de la AFA en Ezeiza para charlar sobre su historia y lo que se viene en el Mundial 2022 en Especiales STAR+ Qatar, En Primera Persona.
A continuación, las mejores frases de la entrevista:
La conformación de la lista: “Nosotros somos seres humanos y tenemos sentimientos. Es muy difícil dejar afuera a chicos que estuvieron desde el primer día. Vamos a actuar por lo que necesite el equipo. Siempre lo hicimos y lo vamos a seguir haciendo. Lamentablemente alguno va a quedar afuera”.
Mundial 2022: “Tenemos que estar tranquilos. Si todos transmitimos ansiedad, las cosas no pueden salir bien. Todas las connotaciones, que vamos a salir campeones del mundo y si no salimos qué pasa, eso no ayuda. Estamos en un país futbolero, pero sabiendo que es un partido, un Mundial y lo tenemos que disfrutar. Lo primero que les voy a decir es que disfruten“.
La ilusión de los hinchas: “La euforia es grande y es normal porque el equipo viene bien y la atmósfera que genera el equipo es positiva. El hincha es hincha y nosotros aceptamos lo que nos digan. De nuestra parte, valoramos que es un Mundial, es un juego y te puede pasar algo. Una expulsión, un día malo, eso forma parte del juego. Si va bien, perfecto. Y si no, intentar que se valore lo bueno. Después gana uno de 32. Hay maneras y maneras de ganar y perder. Nosotros elegimos una y la gente está identificada”.
“Los veo re contra bien, pero soy sincero. Estuve como jugador en la Selección y el ambiente siempre fue el mismo. Las redes sociales magnifican todo. La gente ve por teléfono todo lo que pasa y eso acerca mucho más. La comunión siempre existió, pero si ganás…todo se magnifica. Si no ganás, también hay cosas rescatables. En procesos anteriores se llegó a tres finales, es importante. Estuvimos ahí y estos chicos sufrían igual o más que los hinchas. Todos quieren estar y es para agradecer”.
Lionel Messi: “Siempre está bien. Cuando se acerca una gran competición, todo se magnifica con él. Está mucho mejor que antes y nos ilusionamos. Lo que veo es que en su equipo está más cómodo, está alegre, juega a una cosa parecida a lo que él venía haciendo en la Selección. Quiere mucho la pelota, con jugadores de buen pie. Eso pone contento al mundo del fútbol”.
Arabia Saudita: “Es difícil como siempre históricamente es el primer partido de un Mundial. Nunca fue fácil para Argentina. Además, el horario (13:00), un rival complicado, muy alegre, que juega muy bien, con jugadores de buen pie. El primer partido es muy emocional, forma parte de otro tipo de partidos. Si se empieza bien, seguramente el partido pueda ir mucho más tranquilo. Tiene connotaciones difíciles.
México: “Histórico rival de Mundiales, me parece una muy buena Selección con el Tata (Martino) de entrenador, con una identidad marcada de juego. Históricamente confían mucho en pasar de ronda, tienen marcados los cuartos de final para estar. Es una Selección que se la pondrá difícil a cualquiera. Tiene jugadores de mucha jerarquía”.
Polonia: “Además de Lewandowski, tiene un gran arquero, a Zielinski que es de los mejores centrocampistas del mundo, tienen físico. Ojalá estemos bien y no tengamos que jugarnos nada en el tercer partido. Es un grupo parejo, lógicamente si venimos haciendo las cosas como hasta ahora, tenemos chances. Pero la dificultad está”.
El valor del fútbol: “No volví a ver la final del Maracaná, solo unas imágenes por la tele. No se me pasó nunca más por la cabeza. Siempre pienso en lo que viene. Cuando jugaba hacía lo mismo”. “El día que quedé como técnico confirmado de la Selección, me decían que iba a ser la persona más importante en Argentina. Una locura, no me interesa. La vida pasa por otro lado: disfrutar de tus amigos, de la familia, del día a día, valorar muchas cosas. Yo tuve una serie de inconvenientes y valorás todo mucho más. Esto es solo fútbol, con todo lo que significa. Soy el primer loco, pero hay que valorarlo en su justa medida”.
“Es lo bueno que le dimos a la Selección. Es un partido, un juego, darle herramientas a los jugadores para que den todo, pero que ellos valoren que solo es un partido. No salir a la cancha pensando en qué pensarán 50 millones de personas si no ganamos. No pasa nada, mañana sale el sol y es otro día. Eso te hace jugar mejor, te hace estar más tranquilo. Estoy convencido. La normalidad pasa por ahí. No me creo más o menos por ser técnico de la Selección. Ganar no te permite absolutamente nada, te genera seguir dando el ejemplo. Siempre fui así y creo que todo el cuerpo técnico es similar. No te podés creer más de lo que sos”.
Las críticas en sus inicios: “Las tomé normal por el puesto que ocupo. Siempre valoro al que habla de fútbol. Por la manera en la que llegué, casi sin dirigir en otro lugar. Veo que gente que me ha criticado de forma justa, después me dicen que la cosa salió bien. Eso habla bien. ME escribió mucha gente que me criticó y eso forma parte del juego. Con eso ya me vale, no es para estar enojado. Cero rencor”.
Pujato: “Es especial, aunque hoy me cuesta caminar. Soy el chico de pueblo, pero ya todos me ven como el técnico de la Selección. Viene mucha gente y cada vez más de afuera de Pujato. El otro día paró un camionero que iba a Mendoza y paró una hora para verme. Me levantó la mano cuando salí con la bicicleta y me saqué una foto. Me parece loco”.
“Es un pueblo de campo, típico. Como los pueblos de interior, con la plaza en el medio, la Iglesia y nosotros tenemos dos clubes. La vuelta al perro, no tenemos boliche y teníamos que ir a Casilda, una ruta peligrosa. Siempre aprendí de mi viejo que no tenía que subirme a un auto si no subía yo. De chico no me gustaba mucho salir, estaba muy enfocado en el fútbol. Salir con amigos con la moto y después juntarnos en la plaza a tomar mate”.
“Mi esposa es de Mallorca y cuando la llevé al pueblo, no entendía nada. Es otra realidad. Está bien, cómoda, pero me preguntaba: ‘¿Qué hacen todo el día?’ Acá sentados alrededor de la mesa, mate y pasta frola, arranca el asado y después otra vez mate. Rodeados por una mesa como el 99 por ciento de los argentinos. Por eso nuestra personalidad es tan abierta”.
La importancia de su padre: “Mi viejo es la referencia de toda la familia. Todo lo que somos, tanto mis hermanos como yo, es por él. Un tipo que nunca dio nada por perdido. Empezó de la nada, trabajó toda su vida y nos crió, junto a mi vieja. Cuando venía la cosa mal, redoblaba todo: ‘No pasa nada, dale para adelante. No mirés para atrás’. Aprendimos mucho de él. Ahora está mejor, está bien después de un problema y va saliendo poco a poco. Un tipo muy cercano, muy querido. Se peleó con todos por nosotros. En Newell’s quería que su hijo jugara al fútbol a toda cosa. Le llevaba lechones, salamines a los entrenadores. Nos criamos en ese ambiente con un tipo muy noble”.
“Estaba bien cuando ganamos la Copa. Después tuvo un problema y ahora está bastante mejor. Está orgulloso. Cuando surgió la posibilidad, ni se lo pregunté porque sabía que me iba a decir: ‘Dale, agarrá”.
El guiño del destino para conocer a su esposa: “Yo me fui a jugar a Inglaterra, unos seis meses muy buenos en los que jugamos la final de la FA Cup contra Liverpool, en Cardiff porque se estaba remodelando Wembley. Ganábamos 3-2, en el último minuto la pelota se va al 2° palo y yo marcaba a Cissé. Siento que grita de dolor y yo saco la pelota afuera. Me venía bien porque faltaba un minuto. Cissé se levanta y cuando sacan el lateral, me la pasan al cuerpo y yo la revoleo para arriba. La recibe el noruego Riise, la cambia de frente, Gerrard la agarró de 40 metros y nos empataron 3-3. Fuimos a penales y perdimos. Por eso no renové con West Ham. Si yo hubiera ganado esa final, no existirían mi esposa y mis dos hijos Ian y Noah".
"Fue así, me agarró el técnico y me dijo: ‘Lo siento, Lionel. No vamos a poder seguir. Era verdad, lo tenía claro. A raíz de eso, me fui a Mallorca y conocí a mi esposa. Hay cosas que están marcadas”. “A Elisa la conocí en Mallorca. Fue muy loco porque me quedaban dos meses de préstamo antes de volver a Lazio y la conocí. Yo tenía 31 y ella, 29. Tuve que remar, no podía encontrar su teléfono. No volvió a donde la conocí. Mallorca es una isla muy chiquita, vas buscando contactos y al final llegás. Ella jugaba al vóley y la encontré. Le dije: ‘Me gustás, todo bien, pero me tengo que volver a Italia. ¿Qué hacés? ¿Querés volver conmigo?’ Y al día siguiente me dijo que sí, dejaba todo y venía. Nos fuimos a Roma y llevamos 15 años juntos. Tengo dos hijos maravillosos: Ian de 11 y Noah de 6. Son dos futboleros, uno nació en Roma y otro en Mallorca pero son fanáticos de Argentina”.
“Un día se me ocurrió ir a La Rural y no la pasé mal, pero la gente me pedía fotos. En un momento, Ian me dijo: ‘Ponete una capucha, ponete lentes’ Él se agobia por mí, no por él. Entiende la situación y es futbolero”.
¿De qué club es hincha?: “Mis dos hijos son de River y fueron a ver la final de Madrid. Yo en realidad tengo mucho cariño por Newell’s porque nací ahí y le tengo un enorme cariño. De chiquito era de Boca, pero con el tiempo vas perdiendo el fanatismo".
Su ídolo de chico: "Yo admiraba al Toti Iglesias porque tenía el pelo largo como yo. Iba a la peluquera Beatriz, con la revista Super Fútbol, y le pedía ese corte. Era imposible con mi pelo, pero hacía malabares (risas). Toti era delantero y yo también en Inferiores. Era mi ídolo, me identificaba”.
Ancelotti, el referente: “Todos los entrenadores tienen que ir progresando y mejorando. El otro día lo escuchaba a Ancelotti y decía que el año pasado, antes de ganar la Champions, charlaba con los jugadores para mejorar al Real Madrid. Me veo reflejado un poco en eso. Está bueno que uno se analice, charlar, escuchar. El jugador tiene que salir convencido. Hay pocos entrenadores que dicen lo que se tiene que hacer y si no, vas para afuera. Otros buscan llevarse al jugador para su lado, que entiendan el por qué. Yo soy de esos. Si lo hace Ancelotti, ¿por qué no lo voy a hacer yo? Nunca me gustó el autoritarismo. Siempre el que manda es el entrenador, pero me gusta que estemos todos de acuerdo. Encontramos la manera de ganar, variamos la forma del 2019 hasta ahora. Vimos que había jugadores para hacer otra cosa”.
Copa América 2021: “El cambio de sede fue un guión escrito por no se quién. Si te lo cuentan antes, uno prefería jugar en Argentina porque allá era más difícil. A lo mejor nos simplificó un poco el camino, nos sacó un poco de presión. Era distinto con público, pero había pandemia de por medio, Maracaná sin gente”.
El título en el Mundial Sub 20 de Malasia 1997: “No me gusta recordar mucho esos momentos porque me pone triste ver que pasa el tiempo y uno se va poniendo viejo. Por suerte son momentos de alegría. Éramos unos niños inconscientes, que jugábamos por amor a la camiseta. Un grupo de amigos, una generación hermosa. La pasábamos bien, jugábamos a la pelota realmente. Un momento inolvidable”.
“La distancia entre el futbolista y la gente no debería estar. A medida que pasó el tiempo pareciera que el jugador está más lejano y debería ser lo contrario”.
“No me gusta acordarme de las cosas, ni las buenas ni las malas. No soy de pensar, lo que pasó, pasó. Bárbaro si se gana, pero al día siguiente hay que seguir. Vivo enchufado siempre a 220. No sirvo para relajarme, ni pensar lo que hicimos. La vida es un continuo mejorar, seguir, seguir, seguir”.