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Nadia Podoroska, con ESPNTenis.com: los duros momentos y el golpe de timón

Cambio importante confirmado en la carrera de Nadia Podoroska. Luego de un año espinoso, y en el medio de su operativo retorno a los primeros planos, se decidió de común acuerdo que no seguirá trabajando con Emiliano Redondi y Juan Pablo Guzmán como coaches.

“Fueron cuatro años maravillosos, no solo en cuanto a rendimiento y lo que crecí como jugadora de tenis. También porque los momentos que vivimos fueron muy lindos. Yo me fui a España por ellos, estando lejos de mi familia y ellos entendieron la situación. Tenemos una relación más cercana a la de una familia que a la de un equipo de trabajo, siempre manteniendo el profesionalismo. Y tuvimos la suerte de que los resultados acompañaron”, le dice la rosarina a ESPNTenis, a modo de evaluación, horas después de dar a conocer públicamente la noticia.

En el saldo del vínculo forjado en Alicante, rápidamente se recuerda la llegada a semifinales de Roland Garros 2020, el ingreso al Top 40 WTA y, finalmente, 20 triunfos alrededor del mundo en los últimos cinco meses, luego de 10 sin competir. “Fue muy duro para todos el no poder trabajar muy bien. Eso se sumó a mi regreso a la competencia, donde yo ya no recibía el mensaje de la misma manera. No era una relación desgastada porque era perfecta, pero no estaba logrando lo que yo necesito en este momento. Por eso ambas partes decidimos lo mismo”, explica la hoy N°203 del mundo.

No fueron momentos sencillos para la surgida en el club Fisherton. Los tiempos para su regreso al circuito de manera oficial nunca estaban claros, y con un contratiempo hormonal como cuestión más sensible. “Lo más duro estaba en la incertidumbre de no saber cuándo volvería a competir porque fueron varias lesiones. Llegó un punto en el que estaba recuperada de la tendinopatía en el isquiotibial pero no podía competir porque tenía un edema óseo en el pie. Tuve en el medio un problema hormonal muy grande. Fueron momentos en donde decía ‘me recupero de esta y me va a venir otra’", confiesa hoy ya entre risas.

"Esa incertidumbre fue difícil de manejar. Además, todo lo que podía entrenar no era a lo que estaba acostumbrada. Soy una persona que ama la actividad física y no tenía ganas de levantarme de la cama. Fue muy duro ya como persona. Me decía a mí misma que esa no era yo. Ya no sabía si era por estar desentrenada y me preguntaba si iba a volver a ser la que era”, reflexiona en retrospectiva.

El lazo es tal que, mientras Guzmán está trabajando con la francesa Caroline Garcia en las Finales WTA en Fort Worth, Redondi ayuda a la propia campeona en los Juegos Panamericanos Lima 2019 en la conformación de su nuevo equipo. Más allá de la complejidad, el desafío pasa por representar a la Argentina en la Billie Jean King Cup, en Tucumán, ante Brasil, y luego los WTA 125 de Buenos Aires y de Montevideo.

El próximo paso, hoy, es una incógnita, más allá de que disputará el Abierto de Australia utilizando su ranking protegido (39ª WTA). “Todavía no tengo idea cómo voy a seguir. Es una decisión que ya estaba tomada, pero fue hace poco. Quisiera mantener una base en Europa pero la pretemporada me gustaría hacerla en Buenos Aires, como siempre, por el clima y por la facilidad para viajar a Oceanía. Además, mi equipo físico (SportLab) y el de kinesiología (Diego Méndez) están también en Argentina. Pero al no tener tantas opciones en tan poco tiempo también estoy abierta a que se pueda hacer en otro lado”.