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Celebrando a la pionera Renée Richards en el Día de la Visibilidad Trans

Por decimocuarto año, este 31 de marzo se celebra alrededor del mundo el Día Internacional de la Visibilidad Trans.

Esta fecha tiene el objetivo de crear conciencia y sensibilizar a la población mundial para acabar con la discriminación hacia las personas transgénero. El término transgénero se refiere a una persona cuya identidad de género es diferente al sexo asignado en el momento del nacimiento.

Sigue siendo tema de debate la participación de las personas trans en el deporte de élite, en particular si las mujeres transgénero -- especialmente si han hecho la transición después de pasar la pubertad como hombres -- deberían competir en los deportes femeninos, puesto que podrían tener ventajas físicas injustas sobre atletas que nacieron como mujeres.

World Athletics, la federación internacional de atletismo, acordó que las atletas transgénero no podrán competir en categoría femenina en pruebas internacionales a partir de este viernes (irónicamente), el Día Internacional de la Visibilidad Trans.

El Consejo Mundial de Boxeo, en cuyo deporte predomina la fuerza y por tanto se piensa que podría haber mayor ventaja para una mujer trans, estableció categorías exclusivas para atletas transgénero en diciembre.

La lucha por la visibilidad y por mayor inclusión continúa por parte de los deportistas trans... aparte de la transfobia y otras formas de intolerancia con las cuales tienen que lidiar a diario. Una de las pioneras en esa lucha fue Renée Richards.


En 1976, Renée Richards demandó a la USTA por discriminación y ganó

Hace casi 50 años, Renée Richards se convirtió en la primera mujer trans que jugó un deporte profesional.

Richards -- quien se había sometido a cirugía de cambio de género el año antes -- estaba lista para competir en el U.S. Open de 1976 hasta que los encargados se enteraron de que se le asignó el sexo masculino al nacer e intentaron prohibirle jugar.

Para mantener a Richards fuera de la cancha, la Asociación de Tenis de los Estados Unidos (USTA) comenzó a exigir una prueba de cromosomas para todas las jugadoras. Richards desafió esa política en un caso por discriminación que se presentó ante la Corte Suprema de Nueva York y, en una victoria histórica, la corte falló a favor de Richards.

Dos semanas después del fallo, Richards jugó en el U.S. Open de 1977, donde perdió ante la campeona de Wimbledon, Virginia Wade, en la primera ronda. Llegó a la final de dobles con Betty Ann Stuart, pero la pareja perdió ante Betty Stöve y una nueva y feroz advenediza llamada Martina Navratilova.

Cuatro años más tarde, Richards se retiró del tenis profesional a los 47 años. Llegó a alcanzar el No. 20 del ranking mundial femenino, en febrero de 1979.

Luego de retirarse, continuó con su próspera práctica de oftalmología e incluso entrenó a Navratilova para lograr dos victorias en Wimbledon.

Actualmente, Richards tiene 88 años y vive en un pueblo al norte de la Ciudad de Nueva York.


Queda mucho camino por delante en el debate trans

Recientemente, Navratilova se pronunció sobre la decisión de World Athletics sobre las atletas trans, llamándola "un paso en la dirección correcta".

Navratilova, ganadora de 18 títulos de Grand Slam y ampliamente considerada una de las mejores tenistas de todos los tiempos, exigió una categoría separada para los atletas trans. Publicó una página de opinión en The Times de Londres cuyo título fue muy fuerte, implicando que los atletas trans hacen trampa, ‘Las normas sobre deportistas trans premian a los tramposos y castigan a los inocentes’.

Sus palabras decían, en parte, “Creo que la mejor idea sería tener categorías de 'mujeres biológicas' y 'niñas biológicas' y luego una categoría 'abierta'. Sería una categoría para todos: hombres que se identifican como hombres; mujeres que se identifican como mujeres; mujeres que se identifican como hombres; hombres que se identifican como mujeres; no binario: sería un cajón de sastre. Esto ya se está explorando en atletismo y natación en Gran Bretaña”.

Previo a esta decisión, World Athletics requería que las mujeres transgénero redujeran sus niveles de testosterona a un máximo de 5 nmol/L y permanecieran por debajo de este nivel durante 12 meses antes de competir en la categoría femenina para eliminar la ventaja injusta. El presidente del organismo, Sebastian Coe, enfatizó que la decisión reciente fue "guiada por el principio general que es proteger la categoría femenina". World Athletics deja en claro que "actualmente no hay atletas transgénero compitiendo internacionalmente en atletismo".

"No vamos a decir que no para siempre", continuó Coe, y explicó que un grupo revisará la decisión y la investigación subyacente sobre el reclamo durante un período de 12 meses antes de volver a evaluar.

¿Cuáles serán los próximos pasos que dará World Athletics... y que darán otros deportes respecto a los deportistas trans? Ellos/as/es seguirán luchando, para que todo el trabajo de figuras como Renée Richards no quede borrado, para que de verdad haya inclusión sin ventajas injustas -- trampa no es lo que buscan, sino hacer deporte --, para que de verdad haya visibilidad trans.