No todos los días se vence al español Rafael Nadal (161°) sobre polvo de ladrillo, proeza que consiguió el tenista portugués Nuno Borges (42°) al imponerse 6-3 y 6-2 este domingo en la final de Bastad para estrenar su palmarés en el circuito y alcanzar su mejor ubicación histórica en el ranking.
"Estaba tratando de mantenerme muy enfocado y listo para ganar, sabía que no iba a ser fácil y debía luchar hasta el final por cada puntos. Con Rafa al otro lado tuve que ponerme una venda en los ojos y jugar como ante cualquier otro jugador. Esa fue la parte más difícil. Siendo mi primera final había mucho en juego para mí. Estoy muy contento por cómo jugué", confesó en conferencia de prensa el nacido en Maia, de 27 años, que se convirtió en el segundo de su nacionalidad en proclamarse en el Tour.
"Un poco dentro de mí quería que ganara él, al igual que todos. Crecí viéndolo, se convirtió en profesional en 2001, cuando yo tenía 4 años, antes de que conociera el tenis. Todavía está aquí, sigue jugando a un nivel decente, demostrando lo gran luchador que es. Todos lo respetamos mucho. Es una inspiración, no solo para mí, sino para muchos jugadores. Significó mucho compartir la pista con él, pero también fue difícil bloquearlo y jugar mi mejor tenis. Él sigue siendo Nadal y eso importa", prolongó el último campeón del Challenger 175 de Phoenix, el cual se transformó en apenas el cuarto que vence al zurdo manacorí en una definición.
En sintonía, el dueño de seis trofeos en el segundo reveló cómo atravesó su semana soñada: "He estado yendo con mi fisioterapeuta a la playa cada día por unos 10-15 minutos, no mucho. Solo disfruté de las rutinas y, quizás, relajé un poco la cabeza y no pensé demasiado en el tenis, algo que sucede mucho conmigo. Me concentré en ir partido a partido. Realmente, no tenía grandes expectativas y creo que eso ayudó. He intentado mantener el mismo plan de juego, aunque en la final me sentí un poco más nervioso".
"Significa mucho, no solo para mí, sino para Portugal. Es bueno enseñarles esto a los jóvenes, ver que es posible. No es cada día, pero si trabajas duro y lo intentas mucho tal vez tengas la oportunidad de lograrlo. Es algo increíble, miras atrás y ves que vale la pena todo el sufrimiento, toda la lucha. Tienes que seguir buscando y, cuando menos te lo esperas, como yo esta semana, sucede", culminó Borges, que disfruta ampliamente su temporada más fructífera, tras acceder por primera ocasión hasta octavos de final en un Grand Slam y en un Masters 1000.