Nacido en Buenos Aires hace 22 años, Alex Barrena, siendo el 568 del mundo, se consagró campeón en el Challenger 50 de San Miguel de Tucumán, torneo realizado sobre polvo de ladrillo, y celebró el primer título profesional de su carrera, después de una hora y 44 minutos de juego.
En la definición del campeonato, el joven argentino, que se sobrepuso a diversas lesiones, derrotó a su compatriota Santiago Rodríguez Taverna (261º), de 25 y cuarto sembrado, un tenista con eventos de Grand Slam bajo el lomo, por 7-5 y 6-4 para quedarse con el trofeo en lo que fue su primera final disputada en la segunda categoría del circuito.
El encuentro se disputó este domingo en un día gris y lluvioso, circunstancia meteorológica que obligó a postergar el match durante horas y urgió a los cancheros del Lawn Tenis Club a trabajar sin descanso para hacerlo posible.
Bajo esas condiciones, Barrena pudo adaptarse mejor y, a base de servicios efectivos y mucho esfuerzo, sacó a relucir su mejor versión para ponerle el moño a una semana soñada, de acuerdo fueron sus palabras utilizadas apenas finalizado el partido en la cancha central del complejo.
Su recorrido al título no fue sencillo, pero mostró categoría para eliminar en el debut a su coterráneo Nicolás Kicker (446°), en segunda ronda al uruguayo Franco Roncadelli (345°), en cuartos de final a otro dueño de casa como Mariano Kostelboim (429°) y en semifinales al boliviano Murkel Dellien (222°), contra quien protagonizó una batalla de más de tres horas para acceder a la ronda más anhelada.
Con este resultado, histórico y necesario para el despegue definitivo de su trayectoria, ascendió hasta el puesto 410º (+158) del ordenamiento ATP y sueña con seguir creciendo en el máximo nivel del deporte blanco. En otro continente, precisamente en el Challenger de Abidjan 2, se destacó la proclamación del marfileño Eliakim Coulibaly (324°), el cual se convirtió en ídolo nacional.
