Aryna Sabalenka (1ª) no logró cumplir su objetivo en Wimbledon. En un cuadro sin grandes especialistas sobre césped, partía como la principal favorita al título y buscaba rendir al máximo para confirmar por qué es la número uno del circuito femenino. Sin embargo, las semifinales marcaron su techo: Amanda Anisimova (12ª) la eliminó en tres sets. Y si bien se fue visiblemente molesta, eligió hacer una autocrítica honesta y profunda al momento de analizar la derrota.
"Si están esperando una conferencia de prensa como la de Roland Garros -dijo entre risas-, no va a suceder, así que pueden relajarse (NdeR: en aquella ocasión, había dicho que la caída en la final ante Coco Gauff se debió a sus propios errores y no a los méritos de su rival). Amanda fue la mejor jugadora, esa es la realidad. Perder siempre es una cagada: uno se quiere morir y siente que es el fin del mundo, de tu vida. Después, más tranquilo, te sentás y pensás qué podrías haber hecho distinto en el partido. Uno comprende por qué la otra jugadora se desenvolvió mejor. El primer momento siempre es el más duro, sobre todo en un torneo que representa un sueño para vos", explicó.
Anisimova se impuso por 6-4, 4-6 y 6-4. Si bien a la estadounidense le costó cerrar el partido, siempre fue por delante en el marcador. Y demostró, con templanza y firmeza, que si había una jugadora que merecía ganar, era ella. La número uno del mundo nunca logró encontrar el ritmo y firmó una actuación pálida en líneas generales. Sin embargo, apuntó que su mayor falencia estuvo en la devolución: "Di lo mejor, pero no funcionó. Los días anteriores lo hice mucho mejor. Aun así, tuve mis posibilidades, pero en el último game tampoco conseguí sacar bien. Debería haber sido un poco más valiente, recordar que estoy en la cima del ranking y que puedo hacerlo. Creo que en algún momento me olvidé de eso".
Sabalenka se marchará de Londres con una actuación agridulce. Amplió su ventaja en la cima del ranking (sumó 780 puntos, mientras que Gauff, su escolta, perdió 230), aseguró su lugar en las WTA Finals y volvió a meterse entre las mejores de un Grand Slam. Sin embargo, todavía no pudo firmar dos semanas perfectas en este tipo de torneos en lo que va de este 2025: alcanzó la final en Australia y en París, y ahora se despidió en las semifinales de Wimbledon.
"A pesar de haber perdido muchas finales y algunos partidos complicados en Grand Slam, sigo creyendo que la consistencia que logré mostrar es impresionante. Todavía hay muchas cosas que hice y de las que me siento orgullosa. Esta experiencia me demuestra que el año que viene volveré acá con más hambre. Eso tienen las derrotas más duras: me ayudan a regresar más fuerte", concluyó.
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