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Federer supo sacarse la espina en Roland Garros

Si a alguien le "sobra" títulos pero el de Roland Garros lo sintió más especial ese es Roger Federer. Se trata del torneo del Grand Slam que menos ganó y el que le consumió más derrotas (17) a pesar de haberse ausentado en 2016, 2017 y 2018.

Sin embargo, cualquier tenista del mundo firmaría en el comienzo de su carrera que alcanzaría 5 finales de Roland Garros (y una de ellas ganadas).

En 2009, el suizo aprovechó la oportunidad al 100% y, luego de tres derrotas consecutivas en la definición ante Rafael Nadal, por fin se pudo quedar con el título al vencer en la final a Robin Soderling, verdugo del español, y luego de derrotar en semifinales a Juan Martín Del Potro en un inolvidable 3-6, 7-6 (2), 2-6, 6-1 y 6-4 que tuvo vaivenes para todos los gustos.

Así, ganaba el único torneo del Grand Slam que faltaba en sus vitrinas y llegaba a las 14 conquistas en este tipo de torneos, igualando el récord de Pete Sampras. En ese momento, Federer acumulaba a sus 27 años cinco títulos de Wimbledon, cinco del US Open, tres de Australia y Roland Garros. El estadounidense también logró 14, pero nunca pudo consagrarse en Roland Garros.

Un año más tarde, cuando llegó a París, confesaba que se había sacado mucha presión de encima. "Siempre es difícil irse de París habiendo perdido en la final. Desde 2002, la gente me preguntaba ¿Entonces, vas a conseguirlo? Eso, durante seis o siete años, pega. Había que ignorarlo". Ya a partir de ahí llegaba "al torneo con más entusiasmo" luego de pasar años en los que "no sabía si estaba contento o no de llegar a París".

La hazaña de ganar los cuatro grandes entre los hombres quedaba así reservada solamente para Fred Perry, Don Budge, Rod Laver, Roy Emerson, André Agassi y el suizo.