El 1 de julio de 1966 ante más de 17 mil personas, el madrileño Manolo Santana se convertía en el primer español en ganar el legendario Wimbledon. Tuvieron que disputarse 80 ediciones del torneo para que un español levante ese ansiado trofeo.
Su éxito recién sería igualado en 1994 por Conchita Martínez y por Rafael Nadal, que se impuso (hasta la fecha) en dos ocasiones: 2008 y 2010.
El triunfo de Santana (que jugó aquella final de 1966 con una camiseta blanca que llevaba bordado el escudo del Real Madrid) puso fin a un periodo de 20 años de sequía de los tenistas europeos sin ganar en la Catedral. Ninguno, desde el francés Yvon Petra en 1946, había logrado imponerse en el All England Club.
Ah. ¿El resultado? Un 6-4 ,11-9 y 6-4 al joven norteamericano de 23 años Dennis Ralston. Historia pura para el Rey de España, tenístico, del siglo pasado.