Adriano Panatta pudo volver a los primeros planos durante la cuarentena debido a frases que retumbaron en el deporte blanco. "Sin Nadal, Federer habría logrado 30 o 40 Grand Slams", "El juego de Nadal o Djokovic me parece aburrido" y "Nadal sería imbatible con un mejor servicio", fueron algunas de ellas.
Sin embargo, en 1976, alcanzó la gloria sin palabras y mucho tenis. Se proclamó campeón de Roland Garros tras derrotar en la final al norteamericano Harold Solomon (verdugo de Guillermo Vilas en Cuartos) en cuatro sets por clase y, sobretodo, mejor técnica.
Para acceder a la final del Campeonato de Francia, Panatta tuvo que imponerse a Pavel Hutka (12-10 en el quinto set), Jun Kuki, Jiri Hrebec, Željko Franulovic, Björn Borg (primer preclasificado) y Eddie Dibbs (sexto).
Es, por otra parte, el segundo italiano que logra ganar la final del Roland Garros después de Nicola Pietrangeli (se adjudicó el trofeo en 1959 y 1960) y el único jugador en haber derrotado a Björn Borg en esta plaza tan importante del tenis mundial.
Con ocho títulos más en su palmarés y la única Copa Davis que Italia ganó, quien hoy cumple 70 años puede darse por satisfecho. Habló con su tenis.