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Malestar entre los tenistas en su llegada a la burbuja australiana

La confirmación dos personas contagiadas con COVID-19 en el vuelo de Los Ángeles a Melbourne no fue un simple contratiempo que obligará a todos los pasajeros del avión a quedar en aislamiento en los próximos 14 días. Más bien fue el comienzo de un malestar generalizado entre los tenistas profesionales que deberán aguardar encerrados en sus habitaciones hasta nuevo aviso.

Y las reacciones, vía redes sociales no tardaron en aparecer. La primera fue Yulia Putintseva que se quejó de la falta de comunicación de las autoridades locales.

Pablo Cuevas jugó vía Instagram al fútbol pero sabe bien que dos semanas encerrado no es una opción que maneje con alegría.

Kerber se fue a dormir porque otra cosa no le quedaba por hacer en la noche de Melbourne.

Kostyuk primero agradeció haber llegado a Oceanía y luego se despachó con una carta contando los pormenores de las últimas horas.

Cirstea también inyectó algo de humor con un "sueño hecho realidad" frente a la pantalla de TV.

Y Azarenka desdramatizó la cuestión con un mensaje para sus compañeras y compañeros de circuito.