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Las lesiones más graves de la carrera de Federer

Roger Federer informó que se operará por tercera vez la rodilla derecha y su historia clínica se agranda. Mononucleosis, la espalda y los meniscos, sus otras grandes trabas en más de 20 años de carrera.

El suizo, que sólo jugó cinco torneos en este 2020, aún no puede recuperarse al 100%. En los últimos seis años ha sufrido una gran cantidad de lesiones, en contraposición a tantos años de actividad completa dentro del circuito ATP.

El primer gran traspié de salud para Su Majestad llegó en 2008, casi cinco años después de haber conseguido su primer Grand Slam: en ese entonces sufrió una mononucleosis que lo disminuyó durante 6 semanas. Pudo jugar algunos torneos sin saber aún lo que padecía.

Si bien no estuvo demasiado tiempo inactivo, entre 2013 y 2014 el karma fue la espalda. En el primeros de esos años sólo pudo ganar un título (en Halle) y arrastró ese malestar hasta finales de 2014, cuando incluso disputó la final de la Copa Davis (ante Francia) con dolores.

La primera operación que lo mantuvo realmente al margen tuvo lugar en 2016, vino por partida doble y en la rodilla izquierda. Luego del Abierto de Australia se sometió a una cirugía en la zona de los meniscos tras golpearse bañando a sus hijos. Desestimó parte de la gira de polvo de ladrillo y se resintió tras un par de de caídas en la gira de césped. La más famosa, contra Milos Raonic en Wimbledon. Cinco meses de inactividad para el suizo, que cumplía cuatro años sin Grand Slams.

Pero lo peor se guardó para el final: la rodilla derecha. Lo mantuvo fuera gran parte del 2020 y ahora pasará “varios meses afuera”, con muletas incluidas, incluyendo inactividad hasta. Será la tercera en la zona en los últimos 20 meses. Con 40 años recién cumplidos y tras una fea despedida de Wimbledon cayendo 6-0 en el tercer set ante Hurkacz, Federer intentará desafiar a la ciencia y pasar sus últimos años con buena salud. Se dará una chance más.