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Nadal y sus impresionantes marcas tras alcanzar la final del Australian Open

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Nadal finalista en Australia: irá en busca de su Grand Slam 21 (6:53)

El manacorí logró la victoria ante Matteo Berrettini por 6-3, 6-2, 3-6 y 6-3 en casi tres horas de juego. (6:53)

Luego de haber estado seis meses fuera de competencia por una operación, Rafael Nadal volvió más vivo que nunca y jugará una nueva final de Grand Slam.

El español venció en un partidazo a Matteo Berrettini por 6-3, 6-2, 3-6 y 6-3 y quedó a un sólo paso de conquistar su título Majors número 21, siendo esta la cifra más alta en la historia. El duelo comenzó con una clara superioridad del ex número 1 del mundo, dominando de principio a fin los dos primeros sets y con una estrategia clara y efectiva: Atacar el revés del italiano.

En el tercero las cosas se dieron vuelta. Berrettini sacó a lucir su potente derecha y en 48 minutos de juego, el actual siete del mundo se llevó el set por 6-3 y puso el partido 1-2. Pero no por nada la fiera es indomable. Con su garra y lucha, el manacorí puso su experiencia sobre la cancha y un error no forzado de su rival le dio el acceso a su sexta final del Australian Open (1-4 en el global. La única conquista: 2009 vs Federer).

No todos logran lo que el español hizo desde comienzos de temporada. Su regreso fue mejor del esperado: 10 partidos con una efectividad del 100%, sin conocer la derrota, con un título bajo sus brazos (Melbourne Summer Set) y quizás dos a partir del domingo.

A sus 35 años, Rafael Nadal logra su victoria número 500 sobre cancha dura, uniéndose al selecto grupo de André Agassi (592), Novak Djokovic (634) y Roger Federer (783) en superar esta cifra. Además como si fuera poco, se convirtió en el cuarto jugador más longevo en alcanzar una final de Grand Slam (Ken Rosewall lo hizo a los 36 y 37 años).

Esta victoria sabe a algo más que gloria. El 13 veces campeón de Roland Garros demostró que está más vivo que nunca y que quiere seguir haciendo historia.