Le pueden decir 'Kikimita'. Le pueden decir 'Diez Fundas'. Pero jamás le digan que no puede hacer algo.
CLARKSVILLE, Tennessee -- El equipo masculino de baloncesto de Austin Peay acababa de sufrir una dura derrota, 88-82 en Eastern Kentucky a principios de este mes, dejando escapar una ventaja en los minutos finales.
En el vestuario, Hansel Enmanuel, el escolta de tercer año de los Governors y uno de los jugadores más inspiradores del baloncesto universitario, se encontró con la mirada de un tímido jugador de baloncesto de primer año de secundaria que había asistido al partido con su familia y esperaba conocer a Enmanuel.
Enmanuel ha cautivado la imaginación de los aficionados, jugadores rivales y famosos de todo el país con sus mates de altos vuelos y su juego inspirador, ya que compite en la División I a pesar de tener un solo brazo. Le amputaron el brazo izquierdo justo por debajo del hombro tras un accidente cuando tenía 6 años.
Se convirtió en una sensación en las redes sociales cuando era un adolescente al crecer en la República Dominicana, ya que los vídeos de las cosas increíbles que podía hacer en la cancha de baloncesto se hicieron virales. Tiene 1.5 millones de seguidores en Instagram y 2.8 millones en TikTok, y dondequiera que va, alguien quiere conocerlo, hacerse una foto con él o simplemente estar en su presencia. Austin Peay le proporciona seguridad en cada partido fuera de casa.
Pero esa noche en Richmond, Kentucky, el estudiante de primer año de secundaria, que tiene una prótesis, se quedó paralizado cuando Enmanuel se acercó a él.
“Recibimos esas peticiones antes de cada partido, y siempre le pregunto a Hansel porque una de nuestras promesas cuando vino a Austin Peay fue que no iba a ser un espectáculo”, dijo el entrenador de los Governors, Corey Gipson, quien reclutó a Enmanuel para Northwestern State, donde jugó durante un año antes de seguir a Gipson a Austin Peay en 2023.
“Le hemos dicho a Hansel que puede decir que no si se vuelve demasiado, pero nunca lo hace”.
Enmanuel sonrió cálidamente mientras el joven jugador intentaba decir algunas palabras, y su madre dijo: “Cariño, ¿no quieres decir algo?” Mientras Gipson miraba a su alrededor, pudo ver lágrimas brotando en los ojos de algunos de los oficiales de Eastern Kentucky que estaban allí.
Finalmente, Enmanuel se rio con facilidad y abrazó al estudiante de primer año mientras las lágrimas corrían por su rostro.
“Oye, está bien. Escúchame”, le dijo Enmanuel suavemente. “Sé que tienes algo que decir, pero quiero decirte esto: Puedes ser lo que quieras ser si estás dispuesto a trabajar para ello. Todo lo que he conseguido, lo he trabajado. Nunca me he preocupado por lo que nadie pensara de mí. He estado dispuesto a sacrificarme y pagar el precio para ponerme en esta posición. Tienes que hacer lo mismo, y puedes estar justo donde estoy yo”.
Para entonces, la madre del chico también estaba llorando.
“No estoy seguro de que hubiera alguien allí que no estuviera llorando”, dijo Gipson.
Para Enmanuel, de 21 años, nunca se ha tratado de lo que le quitaron a una edad tan temprana, sino de lo que ha podido dar a tanta gente. Nunca se ha tratado de lo que no tiene, sino de lo que sí tiene. Nunca de lo que no puede hacer, sino de lo que puede hacer. Y nunca de él, punto, sino de los demás.
“Creo que entiende que la antorcha que lleva es muy pesada y quema mucho”, dijo el escolta de cuarto año de Austin Peay, Isaac Haney, quien estuvo con Enmanuel en Northwestern State y lo conoce desde hace más tiempo que cualquiera de sus otros compañeros de equipo. “Sigue adelante cada día porque sabe que la gente lo está mirando. Siempre me sorprende cómo se enfrenta al baloncesto y a la vida de una manera que no lo hacen las personas con cuerpos en pleno funcionamiento”.
“Tantos de nosotros perseguimos lo equivocado. Todos los días, siento que él se levanta y persigue lo correcto”.
Enmanuel, cuyo nombre completo es Hansel Enmanuel Donato, comprende el impacto que ha tenido en los demás, y no solo en el mundo del deporte, aunque reconoce que probablemente no comprende todo su alcance.
“Siento que estoy haciendo mi trabajo de la manera que Dios quiere que lo haga”, dijo Enmanuel. “Quiero mejorar cada día. Por eso tengo esta mentalidad, de hacerlo mejor por mí mismo, de seguir persiguiendo mi sueño de llegar a la NBA y no dejar que nada se interponga en mi camino, y tal vez eso ayude a otras personas.
“Nada puede detenerme. Nunca. Podría tener un millón de cosas en mi camino. Nunca voy a parar”.
EL EJEMPLO DE ENMANUEL ha cambiado la vida de innumerables niños que buscan esperanza mientras se enfrentan a una enfermedad o a una limitación física, pero probablemente ninguno tanto como Josh Sexton, de 16 años, de Buford, Georgia.
Tras soportar 39 operaciones y múltiples diagnósticos de cáncer, Sexton ha entrado en el equipo de baloncesto de junior varsity en undécimo grado de su secundaria esta temporada y jugará en baloncesto de AAU en la primavera, todo ello sin tener el brazo derecho. A Sexton le diagnosticaron osteosarcoma (cáncer de hueso) y le amputaron el brazo derecho cuando tenía 8 años. No tiene clavícula ni omóplato en el lado derecho, solo costillas. Los médicos dijeron que el tumor en su brazo era del tamaño de un ladrillo.
“Hansel me dio una razón para jugar”, dijo Sexton, que vio a Enmanuel por primera vez en uno de sus vídeos de TikTok cuando aún estaba en la secundaria. “Quiero decir, si no fuera por Hansel, no sé si habría empezado a jugar al baloncesto, porque el estado mental en el que estaba con todas las operaciones, todo el cáncer, todas las lesiones ... No sabía si alguna vez iba a hacer algo físico”.
Sexton ha asistido al campamento de baloncesto de Gipson en Austin Peay los dos últimos veranos. En el primer campamento, hacía poco que había dejado la silla de ruedas y estaba aprendiendo a caminar y correr de nuevo después de que los médicos le encontraran una mancha cancerosa debajo de la rodilla derecha. Pudieron salvar la pierna de Sexton, pero tuvieron que extirpar la placa de crecimiento debajo de la rodilla y 10 o 12 centímetros (4 o 5 pulgadas) de su tibia y reemplazarla con hueso de un cadáver, lo que requirió un año de tratamiento.
Sexton no se desanimó. Conoció a Enmanuel por primera vez e incluso jugó un par de partidos uno contra uno contra él la segunda vez que asistió al campamento.
“No fue muy bien”, dijo la madre de Sexton, Alishia, entre risas. “Josh jugó bastante bien en defensa contra él en el primer partido, pero se cayó al ir a por el balón en el segundo, y Hansel entró y metió un mate”.
Gipson se ha mantenido en contacto con la familia, y Sexton asistió al partido de Austin Peay contra Murray State la temporada pasada y pasó un rato con Enmanuel en el vestuario.
Sexton está agradecido de que Enmanuel no se lo haya puesto fácil en el campamento. El verano pasado estaban haciendo un ejercicio de pases en el perímetro y a Sexton le costaba abrirse. Aunque Enmanuel tiene un muñón justo debajo del hombro y puede apoyar el balón en él, Sexton tiene que apoyar el balón en el pecho antes de pasar o lanzar.
“La gente que me marcaba me presionaba y no sabía qué hacer”, dijo Sexton. “No era un jugador físico en absoluto. Todavía recuerdo lo que me dijo Hansel, y casi se enfadó conmigo. Me dijo: 'Tienes que empujar con el brazo que tienes para crear separación, o no vas a conseguir el balón'. Eso fue importante para mí, que me diera un consejo real y me tratara como a cualquier otro jugador”.
Enmanuel nunca será confundido con cualquier otro jugador. Claro, tiene un promedio de solo 2.1 puntos y unos 12 minutos y ha estado recuperándose después de una cirugía en noviembre para reparar un menisco desgarrado en su rodilla. Pero su impacto ha sido inconmensurable en plataformas que trascienden los deportes.
La semana pasada, fue invitado a una presentación en la Casa Blanca. Tiene lucrativos acuerdos de NIL con grandes marcas como Oakley, Gatorade, Adidas, T-Mobile y Banreservas, una de las mayores instituciones financieras de la República Dominicana. Apareció en un anuncio nacional de Gatorade en 2022 como parte de la campaña “Fuel Tomorrow” de la empresa.
Enmanuel también tiene un acuerdo con la bebida energética ZOA Energy de Dwayne “The Rock” Johnson. En total, los acuerdos de Enmanuel con NIL suman alrededor de 1.5 millones de dólares y todos son a través de empresas que quieren asociarse con él, en lugar de un colectivo vinculado a Austin Peay.
Gipson dijo que el equipo estaba recientemente en un autobús preparándose para ir a un partido, y Enmanuel estaba enviando mensajes de texto a Johnson sobre su nueva película.
“Más tarde, estamos sentados en mi casa viendo la película, y Hansel le escribe a The Rock y dice: 'Oye, la estoy viendo con Coach Gip, y es una gran película'“, dijo Gipson. “De nuevo, estamos hablando de The Rock. Pero es así con mucha gente, y no es solo que le echan porras a Hansel.
Realmente lo admiran”.
Enmanuel creció en una de las comunidades más pobres (Los Mina) de Santo Domingo, la capital de la República Dominicana. Su padre, Salvador Donato, jugó al baloncesto profesional en la República Dominicana, y Enmanuel fue criado por su abuela, Bibelis Donato. De hecho, su apodo 'Kikimita' es en honor a su padre, a quien le llamaban 'Kikima' en sus días como jugador.
Con sus ingresos de NIL, Enmanuel se ha ocupado de su familia. Compró a sus abuelos maternos una iglesia en la República Dominicana para ayudarles con su ministerio. Le compró a su madre, Katy Domínguez, una casa en Pensilvania. Lo siguiente en su lista es llevar a su otra abuela, Bibelis, a un partido de los Austin Peay.
“Le he conseguido un pasaporte y ahora estoy trabajando en un visado”, dijo Enmanuel. “Ella conoce el baloncesto gracias a mi padre. Me envía muchos mensajes. Ella es mi propósito. Mi familia es mi propósito, todos los que me rodean. Ese es el tipo de corazón que tengo.
“Mi corazón es puro y me encanta servir. Así soy yo”.
Y cuida de personas más allá de sus parientes consanguíneos.
Cuando Enmanuel estaba en Northwestern State, proporcionó zapatos deportivos al equipo gracias a su acuerdo con Adidas.
El equipo de béisbol de Austin Peay ganó el campeonato de la conferencia Atlantic Sun la temporada pasada y, como recompensa, Enmanuel se encargó de que todos los jugadores y el personal recibieran gafas de sol Oakley.
“Hansel es el ejemplo perfecto de lo que se supone que es el NIL”, dijo Gerald Harrison, director deportivo de Austin Peay. “No se trata de pagar por jugar. Es realmente el nombre, la imagen y la semejanza lo que está aprovechando, y lo más impresionante es que lo está compartiendo con la gente. No tiene que hacerlo. Él quiere hacerlo”.
ENMANUEL FUE UNO de los 13 nuevos jugadores de la plantilla de Austin Peay hace un año, la primera temporada de Gipson como entrenador en jefe en su alma mater, y los Governors llegaron a la final del torneo de la conferencia Atlantic Sun. Llevan un récord de 12-15 esta temporada, pero han ganado tres partidos seguidos y esperan enracharse en el torneo de la conferencia.
Enmanuel nunca se ha sentido muy cómodo hablando de sí mismo y de lo que ha sido capaz de superar. Prefiere hablar de sus compañeros de equipo y de su papel en ayudar al equipo en lugar del modelo a seguir en que se ha convertido fuera de la cancha y en la cultura pop. Después de todo, el rapero J. Cole destacó una vez a Enmanuel en un vídeo.
“No quiero ser una víctima. No soy una víctima”, dijo Enmanuel.
Y buena suerte a cualquiera que lo trate como tal en la cancha, porque es entonces cuando es más probable que Enmanuel salga volando y fije un intento de tiro del oponente en el tablero o le dé la vuelta por detrás con un regate y se eleve para hacer un mate.
“Se le nota en los ojos si cree que alguien se lo está poniendo fácil”, dijo Haney, “y te puedo prometer que aquí nadie lo hace”.
Robert Harris, entrenador jefe de fuerza de Austin Peay, dijo que Enmanuel le ha obligado a ser creativo y, a su vez, le ha convertido en un mejor entrenador.
“El reto con Hansel es asegurarnos de que no sobrecargue ese lado derecho porque siempre quiere hacer más, siempre quiere hacer un trabajo extra”, dijo Harris. “Hemos encontrado formas de que haga sentadillas con una barra de seguridad y la sujete con la mano derecha, o de enganchar una banda y usar resistencia manual para trabajar las tres fases del hombro en el lado izquierdo.
“Revisamos las cosas, pero él se va a asegurar de que hace todo lo que hacen los demás. Incluso cuando hace flexiones, lo único que necesita es que alguien le sujete. Le ha abierto los ojos q mucha gente, en la vida en general, de que siempre hay que encontrar una manera”.
Jake Olson puede identificarse con las experiencias de Enmanuel. Se convirtió en el primer jugador ciego en competir en un partido de fútbol americano de la NCAA en 2017 como long snapper para USC. También es un golfista con hándicap 10 y juega regularmente en torneos.
Al igual que Enmanuel, Olson era un niño cuando se enfrentó a un desafío extremo. Nacido con un raro cáncer de retina, Olson perdió el ojo izquierdo cuando tenía 1 año y luego se sometió a una segunda operación cuando tenía 12 años que le salvó la vida, pero le costó el ojo derecho. Antes de perder la vista, fue invitado a ver a su equipo favorito, los USC Trojans, cuando el entonces entrenador Pete Carroll lo invitó a asistir a un entrenamiento. Unos años más tarde, Olson se unió al equipo como jugador y pudo realizar los centros en algunos partidos. “Es una espada de doble filo, porque, por un lado, esto es más grande que el deporte, ¿verdad?”, dijo Olson. “Quiero decir, en parte, la razón por la que haces esto es para demostrarte a ti mismo y a los demás que puedes hacerlo a pesar de no tener los ojos o el brazo. Por supuesto, eso va a servir de inspiración para otras personas que están en tu misma situación. Pero el respeto definitivo viene de la gente con la que compites o contra la que compites, y ya sea con el juego sucio de los jugadores que aplauden e intentan desconcentrarme o lo que sea, es lo que quieres. Quieres que la gente te ataque como lo haría con cualquier otra persona.
“Al final, quieres que te conozcan por ser bueno en tu oficio”.
Enmanuel no permite que su mente se remonte al día en que, con 6 años, quedó atrapado bajo un muro de hormigón durante horas después de que se derrumbara sobre él mientras jugaba. Lo llevaron a urgencias, donde los médicos no pudieron salvarle el brazo. “No me remonto al pasado. Vivo el día a día y me ocupo de lo que tengo que hacer”, dijo Enmanuel.
Olson, quien está escribiendo un libro y viajando por el país para dar conferencias, dijo que hubo momentos en los que hablar de su difícil situación cuando estaba en USC se convirtió en una distracción. Quería ser un modelo a seguir para los demás, pero también quería ser el mejor long snapper que pudiera ser.
“Es muy emotivo, hombre”, dijo Olson. “Ver a alguien pasar por lo que tú has pasado o estás pasando, niños que se me acercaban y estaban perdiendo la vista, te devuelve a ese momento en el que también estabas en su lugar. Estoy seguro de que Hansel estaría de acuerdo. Es duro, esos horribles recuerdos de perder su brazo y lo que eso significó en las primeras semanas, meses y años posteriores, la frustración de aprender a atarse los zapatos o a vestirse.
“Hay un estado emocional que lo acompaña que es difícil de describir, y debido a eso, te quita la concentración de lo que estás haciendo, ya sea hacer un tiro libre o un centro. Supongo que en parte se trata de proteger tu corazón para que no se pierda en un laberinto de simpatía y recuerdos que has intentado dejar atrás. Pero también sabes que es algo más grande que tu viaje”.
La humildad de Enmanuel es una gran parte de lo que lo ha hecho querido para sus compañeros de equipo, pero también se divierte. Haney recuerda una charla en el vestuario un día sobre los seguidores de Instagram.
Enmanuel dijo: “Tenía más que todos ustedes antes de salir de la secundaria”.
Gipson llama a Enmanuel “Diez Fundas”.
“Nunca he visto a una persona cargar tanto”, dijo, explicando el apodo. “Creo que lo hace a propósito a veces solo para presumir”.
Enmanuel comparte un vínculo especial con Gipson, quien ha sido su mentor. Enmanuel hablaba muy poco inglés, si es que hablaba, cuando dejó la secundaria Life Christian Academy de Florida y firmó con Northwestern State bajo la dirección de Gipson, quien ha hecho todo lo posible para ayudar a Enmanuel a superar la barrera del idioma.
Enmanuel dijo que Gipson ha cumplido todo lo que prometió durante su reclutamiento. Memphis, entre otras escuelas, también le ofreció a Enmanuel, pero le convenció la visión de Gipson.
“Quería demostrarlo con mi lealtad, cuando estaba en la secundaria y desde que estoy con el entrenador Gip en la universidad”, dijo Enmanuel. “No es solo con palabras, sino con acciones que se muestra la lealtad. Estoy disfrutando mucho de este proceso y estoy deseando ver adónde nos lleva. Sé que puedo mejorar mucho, y nuestro equipo también”.
Enmanuel no es muy hablador y, hasta la temporada pasada, seguía haciendo algunas de sus entrevistas en español. Una de sus cualidades más subestimadas, según Gipson, es lo consciente que está de todo lo que sucede a su alrededor.
“Sabe quién es”, dijo Gipson. “A veces no sabes quién eres. Hansel sabe exactamente quién es. Es muy astuto. Es muy observador y tiene un gran sentido de la vida”.
Dónde le llevará la vida no es algo que preocupe a Enmanuel. Sabe que quiere jugar al baloncesto profesional. Sabe que nunca dejará de perseguir ese sueño y sabe que todas las montañas se pueden escalar.
“Realmente no planeo nada”, dijo Enmanuel. “Así soy yo, porque Dios tiene mi plan”.
