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Los Mavericks pierden aunque por fin sean locales

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El "villano" Nico Harrison y unos Mavs en plena crisis (2:59)

Carlos Nava repasa la carrera del gerente general despedido en un momento en que el equipo debe encontrar el rumbo para salir del mal momento. (2:59)

Los Mavericks perdieron ante los Phoenix Suns, pero no lidiaron con el repudio generalizado contra Nico Harrison.


DALLAS – Los gritos de la afición exigiendo el despido de Nico Harrison desaparecieron por completo; un día después de que el deseo fue cumplido y los Dallas Mavericks echaron a Nico Harrison.

Por vez primera en meses, el ambiente y entorno del partido de los Mavericks en su propio American Airlines Center fue menos denso en las tribunas, que durante los nueve meses anteriores, desde que Luka Doncic fue canjeado a Los Angeles Lakers.

Los Mavericks perdieron 123-114 ante los Phoenix Suns, pero no tuvieron que lidiar durante todo el partido con el repudio generalizado de Harrison; sólo con el rival y su propia seguidilla de derrotas sobre la cancha.

“Se siente un aire diferente desde ayer que salió ese tipo que echó a perder la organización”, dijo Luis Domínguez, un aficionado mexicano residente de Dallas, que llegó al partido del miércoles por la noche con un jersey de Luka Doncic en sus épocas con los Mavericks. “Ahora habrá que comenzar de nuevo”.

El propio entrenador de los Mavericks, Jason Kidd, jugador campeón con la franquicia en 2011, dijo que esperaba que el ambiente y la presión hacia sus propios basquetbolistas desaparezca.

“Esperemos no tener que volver a pasar por esto”, dijo Kidd, antes del partido en referencia a los gritos de la afición “despidan a Nico”. “Queremos tener siempre la ventaja de casa. Fue algo irrespetuoso porque los muchachos están jugador fuerte, tratando de ganar sin importar lo que pasó fuera de la cancha”.

“Es difícil mantener a los jugadores en esta liga cuando empiezan a pensar que el equipo local no está en su casa y que empiezas a ser visitante en tu propio hogar”, agregó. “Espero que eso cambie a partir de esta noche”.

Así fue. Los gritos contra el hoy ex gerente general terminaron. Regresaron los de “¡Let’s Go Mavs!”, como en los viejos tiempos.

Los Mavericks gozaron del respaldo de los aficionados desde que comenzó el partido. Por momentos pareció que el resultado era indiferente y que las personas también querían un nuevo inicio.

Los Mavericks están ahora 3-9 (2-6 en casa) y tendrán que empezar a ganar, antes de que las señales de rechazo de sus aficionados reinicien, aunque sea con un protagonista diferente.

“Espero que ahora todos empiecen a apoyar y estar callados durante los tiros libres”, dijo el jugador de los Mavericks PJ Washington antes del partido. “(…) Ahora mismo, nuestra prioridad es el baloncesto. No podemos centrarnos en lo que ocurre afuera ni en los asuntos de la directiva. Al fin y al cabo, tenemos partidos que ganar”.