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¿Cómo fue el primer duelo entre Victor Wembanyama y Chet Holmgren, las grandes promesas de la NBA?

Victor Wembanyama y Chet Holmgren son el futuro de la NBA. No hay dudas de eso y tampoco las hay de que aún les queda un largo camino por recorrer. Wemby y Chet están en zona de promesas.

En la foto de hoy, dentro de una película que se rueda a máxima velocidad, estos dos jóvenes de extremidades interminables pusieron las expectativas en lo más alto, allá donde el árbitro tiene que lanzar la pelota para el salto inicial con el que tienen la primera disputa de la noche.

Antes del duelo que puede marcar el punto de partida para una rivalidad que se proyecta histórica, Wemby y Chet se saludan con un choque de puños.

"Nunca tuve que mirar para arriba en el salto inicial", confesó Holmgren en la previa del encuentro entre Oklahoma City Thunder y San Antonio Spurs que formó parte del In-Season Tournament. "Chet es un jugador decisivo", aseguró Wembanyama cuando se acercaba este primer cara a cara en la élite del básquetbol.

Que un coro de estudiantes de una escuela secundaria sea el encargado de cantar el himno de Estados Unidos antes del partido en el Paycom Center, que luce el ya característico piso colorido que identifica a los enfrentamientos que forman parte de la clasificación para la Copa NBA, es toda una señal. La juventud, ese divino tesoro, es una de las cualidades que nos invitan a soñar con un choque que tendrá episodios épicos. Holmgren, a los 21 años, juega su primera campaña en la NBA tras perderse la temporada 2022-2023 por una fractura en el pie derecho. Wembanyama, con apenas 19 años, fue la primera elección del último Draft y aterrizó en la liga con una expectativa gigante.

"Son casi alienígenas, habría que hacer un par de chequeos", dice Fabricio Oberto en el comienzo de la transmisión de ESPN. Y lanza una de sus frases favoritas: "Hay límites". Nunca más acertado.

A pesar de que sobresalen por su altura, 2,16 metros el estadounidense y 2,24 metros el francés, no tienen asignado defenderse el uno al otro. Sin embargo, la primera conversión de Wembanyama, en el cuarto inicial, sucede en una situación en la que quedan emparejados: el de los Spurs lo deja desairado con una faja, va hacia el aro y la entierra. No deja de asombrar la facilidad que tiene Wemby para manejar la pelota y para depositarla en la canasta como si estuviera mucho más baja que los 3,05 metros.

Esa acción nos invita a la ilusión con la que nos preparamos para este duelo. Sin embargo, es solo eso: una ilusión.

Así como llama la atención que Wemby traslade la pelota con soltura, la ausencia de un armador clásico o un generador de juego en los Spurs deja al francés muy expuesto cuando abusa del traslado y cae en la trampa del Thunder, que le provoca pérdidas con facilidad: cinco en total.

En el segundo cuarto surge un duelo más claro: Holmgren ataca y Wembanyama defiende en un evidente uno contra uno. Chet logra lanzar, incómodo, y falla. Pequeño triunfo para Victor.

Mientras el del Thunder descansa, el de los Spurs sintetiza su actualidad en una secuencia: anota desde media distancia de un lado y luego intenta un tapón del otro, le cobran falta y al arrojar la bola contra el suelo le pitan la primera técnica de su carrera.

Holmgren no necesita ser tan protagonista. El juego colectivo de Oklahoma City fluye e incorpora a Chet en su dinámica. A Wembanyama le faltan socios y así se hacen más palpables sus falencias.

En el cierre de la primera mitad se escapa el Thunder. Holmgren le gana en la carrera a Wembanyama y define un contraataque con una volcada. Ya no habrá retorno.

Mientras los equipos descansan en el entretiempo, el Sandou Trio Russian Bar muestra sus habilidades. Una mujer hace piruetas y equilibrio en una barra sostenida por sus dos compañeros. Ese elemento, largo y fino nos transmite la misma fragilidad que los cuerpos de Chet y Wemby: ante cualquier golpe que reciben aparece el temor de que sus huesos y articulaciones no puedan soportarlo.

Para la segunda mitad, con la diferencia cada vez más amplia, el duelo pierde su atractivo. Solo un tapón de Wembanyama a Holmgren desde atrás nos despierta del sopor que empieza a hacer la noche muy pesada.

El triunfo queda en manos de Oklahoma City Thunder por 123 a 87. Es la tercera derrota por al menos 30 puntos de San Antonio Spurs en los primeros once partidos de la temporada. Y la sexta caída consecutiva.

Wembanyama se irá frustrado, con una toalla cubriéndole la cabeza, con una actuación de 8 puntos y 14 rebotes que deja sabor a poco. Holmgren, que no llega a repetir el saludo de la previa con su rival, habrá aportado 9 puntos y 7 rebotes.

En la previa, los focos apuntaban a estos dos jóvenes que algún día serán estrellas, pero el show lo protagonizó Shai Gilgeous-Alexander con 28 puntos y un récord personal de 7 robos.

Wemby y Chet están en zona de promesas. Lo saben ellos, lo saben sus entrenadores y lo sabemos nosotros. La vorágine de los tiempos nos había invitado a creer que ya, en este primer cruce, veríamos un espectáculo inigualable. Paciencia. Tarda en llegar y al final hay recompensa. ¿Habrá?