El nosotros por encima del yo. Esa siempre debe ser la premisa en los deportes colectivos. Boston Celtics lo tiene más que claro. Y cada uno de sus jugadores estrella también. Lo importante es conseguir triunfos, cuatro en el caso de las Finales de la NBA. Y el equipo de Joe Mazzulla ya se llevó la primera victoria 107-89 frente a Dallas Mavericks. Y para eso tuvo un factor clave: el regreso de Kristaps Porzingis.
El letón fue decisivo a los dos lados de la cancha. No solo fue relevante su facilidad para anotar, especialmente en la primera mitad, sino que colaboró en defensa con tapones, rebotes y congestión en la zona pintada con sus enormes brazos que provocaron modificaciones en los lanzamientos de los Mavs.
Los 20 puntos, 6 rebotes y 3 tapones de Porzingis, con un 61,5% de efectividad en tiros de cancha en apenas 20:34 minutos inclinaron la balanza en favor de los Celtics.
El longilíneo de 2,21 metros, dueño de la camiseta número 8, sorprendió a sus rivales. Y no porque los de Jason Kidd no conocieran las virtudes del letón, sino porque no esperaban que estuviera tan fino en los lanzamientos y tan agresivo ofensiva y defensivamente tras haberse perdido diez partidos de estos playoffs por una lesión en la pantorrilla derecha.
La determinación de Mazzulla de utilizar a Porzingis como sexto hombre fue un acierto: mantuvo la dinámica con la que el equipo había llegado a las Finales y le sumó todo el talento de KP como primer recambio. Si bien esta fue apenas la segunda vez en su carrera en la NBA que el letón no jugó como titular (la anterior había sido hace más de siete años), ocupó el rol asignado de la mejor manera. Lo dicho: el nosotros por encima del yo.
Kristaps Porzingis y una primera mitad soñada
Apenas ingresó al partido cuando restaban 7:17 del primer cuarto, Porzingis comenzó a producir. Impuso su tamaño en defensa, impidiendo las conexiones de Luka Doncic con Derrick Lively, y generó espacios en ataque: liberó la pintura con su juego lejos del aro y obligó a su defensor a ir a buscarlo lejos del aro porque acertó los primeros tiros que tomó.
Porzingis finalizó el primer cuarto con 11 puntos, 3 rebotes y 2 tapones. Desde LeBron James en el quinto partido de 2014 que un jugador no conseguía al menos 10 puntos y dos tapones de un primer período en las Finales. Si tenemos que buscar esos números para un suplente, debemos remontarnos a 1998.
El aporte de KP tuvo mucho peso en ese 37-20 con el que finalizó el período inicial y que marcó el rumbo del encuentro.
Los recursos ofensivos de Porzingis son claros y los usó a la perfección: cuando tuvo la posibilidad de tomar tiros abiertos, lo hizo y si lo presionaron, fue hacia el aro con decisión y potencia.
El jugador de los Celtics volvió tras su lesión y sumó cuatro puntos seguidos, con volcada incluida frente a los Mavericks.
La gravitación de Porzingis en el desarrollo del juego continuó en el segundo cuarto y llegó al entretiempo con 18 puntos (7 de 9 en tiros de cancha, 2 de 3 en triples).
Lo llamativo es que el letón consiguió esas cifras en apenas 13 minutos, algo que nadie había logrado en las últimas 20 Finales de la NBA.
El futuro de Porzingis en la serie
Quedó demostrado que Porzingis puede ser fundamental como sexto hombre de estos Celtics.
Si el letón volverá a ocupar su habitual puesto como titular o seguirá con este rol es algo que solo sabe Joe Mazzulla.
Independientemente de eso, que es secundario para Boston mientras siga por este camino victorioso, lo más relevante será ver en qué condiciones llega KP al próximo partido.
Físicamente se lo notó plenamente recuperado y la buena administración de la ventaja hizo que el entrenador no necesitara exigirlo demasiado tiempo en la cancha, aunque en el tercer cuarto tuvo otra acción importante con una volcada cuando Dallas se acercaba en el marcador..
Estos Celtics que lideran 1-0 las Finales de la NBA defienden de forma brillante y meten triples, dos cuestiones que los pueden llevar a lo más alto. Tiene un quinteto inicial notable con Jrue Holiday, Derrick White, Jayson Tatum, Jaylen Brown y Al Horford.
Y ahora, además, recuperaron a Porzingis. Al menos para el primer juego, fue demasiado para la resistencia de los Mavericks.