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El Connecticut Sun apunta hacia su primer título

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Stephanie White, entrenadora del Sun: "Nos topamos con una pared" al final de la primera mitad (2:17)

La entrenadora del Connecticut Sun expone los problemas que llevaron a la mala racha del equipo previo al descanso olímpico, y detalla las soluciones que trabajaron para la segunda mitad de temporada. (2:17)

El Connecticut Sun se armó con Marina Mabrey para la segunda mitad de la temporada; ahora prosigue en la búsqueda por su primer título


Con sus primeros Juegos Olímpicos en el espejo retrovisor, la alera estrella Alyssa Thomas ha vuelto a las canchas del Connecticut Sun (19-6) con la medalla de oro que ganó con Team USA en Paris 2024. Ahora el objetivo es ganar el primer título de la WNBA en la historia del equipo.

Thomas y el Sun arrancaron de nuevo el viernes su búsqueda por el primer campeonato de la WNBA en la historia del equipo con el pie derecho. Derrotaron a las Dallas Wings (6-20) a domicilio, 109-91, con 29 puntos de DeWanna Bonner y 12 puntos y 14 asistencias de Thomas.

Este domingo el Sun, con la segunda mejor marca de la Conferencia Este y de la Liga, vuelve a jugar fuera de casa, visitando al Atlanta Dream (8-17) (3 p.m. ET por ESPN3). El Dream venció ajustadamente al Seattle Storm (17-9) el viernes, 83-81, con 30 puntos y 8 rebotes de Rhyne Howard.

Según la entrenadora de Connecticut, Stephanie White, en conversación con ESPN Digital, las cuatro semanas de descanso de la Liga les sirvieron para apretar el botón de reiniciar. Espera que el grupo haya vuelto “refrescado, rejuvenecido” luego de atravesar una mala racha de 5-5 antes del Juego de Estrellas y los Juegos Olímpicos.

White detalla las áreas de enfoque durante el parón, “Hemos trabajado en el desarrollo de las habilidades individuales con muchas de nuestras jugadoras. Hemos seguido mejorando en el lado ofensivo de la cancha”.

Contra Dallas el viernes, el Sun fue mucho más efectivo a la ofensiva, acertando un 57.6% de sus intentos de goles de campo, comparado con un 43.9% de las Wings; también lograron un 55.0% de sus triples, muy por encima del 41.7% del porcentaje de triples de las Wings. Sus 30 asistencias fueron 11 más que el total de las locales.

Sin embargo, un área deficiente fueron los rebotes ofensivos; Connecticut solo sumó 3 en el partido, mientras que Dallas recuperó 15. El Sun estuvo mucho mejor en los rebotes defensivos, con 23, dos más que su rival.

Para White, una estrategia importante para el equipo en la segunda parte de la temporada es sumar de titular a la escolta veterana Marina Mabrey, adquirida del Chicago Sky en un cambio en julio.

”Incorporamos a Marina Mabrey, integrándola a nuestro sistema y que entienda nuestras jugadas, nuestra terminología, nuestras acciones, lo que queremos hacer y cómo queremos utilizarla”, dice White.

La apuesta ya está dando dividendos. En su debut con el Sun, Mabrey fue pieza clave de la victoria ante Dallas, registrando 17 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias, 2 robos y solo 1 pérdida de balón en 30 minutos, aunque cometió el máximo de faltas.

Por su parte, Alyssa Thomas, la líder del Sun dentro del vestuario y además en las categorías de rebotes (9.1 RPJ), asistencias (7.8 APJ) y robos (1.5 robos por juego), solo recibió elogios de las tres personas entrevistadas para esta pieza:

Stephanie White dijo sobre Thomas en Paris 2024, “Entra y cambia el panorama de cómo se juega en transición con su capacidad para iniciar la ofensiva, subiendo la cancha. Tiene un impacto en el juego defensivo y en los rebotes”.

• Según la pívot Astou Ndour-Fall, “[Thomas} es un súper liderazo fuera y dentro de la cancha. Ella siempre quiere ganar. No le gusta nada perder. Hay que ir al cien por cien siempre con ella”.

Analisse Ríos, la coach de fuerza y acondicionamiento del equipo, dijo, “Creo que [Thomas] es la atleta más fuerte que tenemos. Y la manera en que se mueve es increíble porque es alta, es fuerte, pero se mueve rapidísimo. Me encanta trabajar con ella porque es una atleta increíble y es una persona increíble también”.


La pívot Astou Ndour-Fall, campeona de la WNBA y subcampeona olímpica, va retomando su camino con el Sun

La pívot de 6 pies 5 pulgadas Astou Ndour-Fall ha militado con 4 equipos de la WNBA en 7 temporadas desde 2014: las otrora San Antonio Stars (2014, 2016), el Chicago Sky (2018, 2019, 2021), las Dallas Wings en 2020 y ahora con el Connecticut Sun en 2024.

Cuando firmó con el Sun esta temporada, la senegalesa naturalizada española no había jugado en la Liga desde que se consagró campeona de la WNBA con el Sky en 2021. Ella decidió tomarse el 2022 por razones personales; había jugado sin parar todo el año completo a lo largo de siete años.

En 2023 no pudo jugar por la regla de priorización, la cual obliga a las jugadoras veteranas a elegir entre la temporada de la WNBA y las ligas extranjeras que duran hasta abril. Ndour-Fall optó por terminar su campaña de baloncesto en Italia y perderse la temporada con el Sky.

Esta temporada, Ndour-Fall, quien nació en Senegal y se mudó a España a partir de los 14 años, ha aparecido en 15 partidos con el Connecticut Sun. El viernes pasado aportó 4 puntos y 1 rebote en 5 minutos en la victoria sobre las Wings. Ndour-Fall promedia 4.5 minutos, 1.5 puntos, 0.9 rebotes, 0.0 asistencias, 0.1 robos, 0.1 bloqueos por partido esta temporada.

Aunque esos son prácticamente los totales más bajos de su carrera en la WNBA, Ndour-Fall ofrece una justificación, en entrevista con ESPN Digital, “Ahora mismo [mi bebé] cumplió 10 meses. ... Entonces a mí no me ha podido estar al cien por cien. … Falta recuperar para poder recuperar todo contacto físico, mentalmente y mi cuerpo de poder”.

Cuando regresó a la liga en la primavera de este año, solo habían pasado seis meses desde que dio a luz a su primer hijo con su esposo, el futbolista senegalés Pape Fall, quien milita el club letón FK Liepaja.

Su entrenadora Stephanie White añade una segunda razón por el tiempo limitado de Ndour-Fall, de 29 años, en la duela, “Es difícil cuando estás en una posición en la que ella juega detrás de Alyssa Thomas porque AT no sale de la cancha tan seguido. Pero ella hace un gran trabajo preparándonos todos los días en la práctica”.

El reciente embarazo de Ndour-Fall también imposibilitó su participación con la selección de baloncesto femenino de España en los más recientes Juegos Olímpicos, ya que no había sido incluida en el preolímpico. Cada selección solo podía llevar una jugadora naturalizada, y España llevó a Megan Gustafson a París. Ndour-Fall ganó plata con España en los Juegos Olímpicos de Río 2016.

Pero Ndour-Fall está tan contenta con su bebé. Aunque no lo cambiaría por nada, este primer año con su retoño le ha dado una nueva perspectiva al tratar de compaginar el ser madre y tener un empleo tan demandante -- con partidos de noche y viajes constantes. “Las madres tenemos un poder súper poderoso de poder cuidar a nuestro hijo y encima haciendo nuestro trabajo a la vez”, dice.

El hermano de Ndour-Fall vive con ellos y le ayuda a cuidar de su chiquito. Como madre también, a su entrenadora le fascina ver los dos lados de Ndour-Fall. “Ver a Astou como una feroz competidora y ver a Astou como mamá es genial”, comenta White.

Sobre todo, White admira la ética de trabajo de Ndour-Fall. “Es muy trabajadora. Es una gran compañera de equipo. Aunque juegue muchos minutos o no tantos, está muy comprometida con todo lo que hacemos. Tiene un corazón grandísimo”, comenta la entrenadora.


Analisse Ríos, la ex seleccionada boliviana que ahora es encantadora de las jugadoras del Sun

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2:46
Analisse Ríos del Connecticut Sun: "Ser la única boliviana en toda la [WNBA] es algo increíble"

Hace dos décadas, Analisse Ríos jugaba para la selección boliviana de fútbol; hoy en día busca la excelencia como la coach de fuerza y acondicionamiento del Connecticut Sun.

Nacida en La Paz, Bolivia, Analisse Ríos está en su quinto año con el Connecticut Sun como coach de fuerza y acondicionamiento.

Ríos es la única boliviana en la WNBA, entre entrenadoras o jugadoras, lo cual es muy especial para ella.

“Ser la única boliviana en toda la Liga es algo increíble. No sé, representando a mi país, yo jugué fútbol, profesionalmente, estaba en la selección boliviana de fútbol. Entonces pude representar como jugadora. Y ahora como entrenadora”, expresa Ríos con orgullo en entrevista con ESPN Digital.

Hace unos 20 años, Analisse Bernarda Ríos representaba a la selección de fútbol de Bolivia. Además del fútbol, practicó atletismo en la universidad, en Connecticut College. Si bien hoy en día trabaja en el mundo del baloncesto (deporte que no practicó), ella se tomó un desvío de casi una década alejada del deporte.

Ríos fue maestra de escuela primaria durante nueve años antes de hacer la transición a su actual carrera porque “extrañaba muchísimo los deportes”. Se describe a sí misma como “siempre bien activa” y como una superfan.

Ella asegura que conocía muy bien el deporte profesional como aficionada, incluso de la WNBA y del Sun. Ríos piensa que “mirar a los a los atletas profesionales y ver cómo se mueven y qué hacen … para tener mejor defensa, para tener mejor ofensa” le ha facilitado en sus labores como coach de fuerza y acondicionamiento.

En el Sun, Ríos trabaja de cerca con la entrenadora Stephanie White y con las jugadoras.

Ríos describe parte de su día a día, “Al final de la práctica vienen varias para hacer un poco de estiramiento y tratar de no estar completamente… en Bolivia decimos ‘macurcadas’. No sé cómo se dicen, que no estén ‘sore’ (doloridas) el próximo día”. Ella aclara, “‘Macurca’ es en Bolivia, pero no sé si es una palabra en español o … Es que tenemos mucha influencia del Aymara en Bolivia”.

White alaba la vitalidad de Ríos, “Su energía es incomparable”. Igualmente, está satisfecha con el proyecto que la boliviana ha formulado en estos cinco años con el equipo: “Creo que hace un buen trabajo al individualizar los programas según las fortalezas y debilidades de las jugadoras, para asegurarse de que están haciendo las cosas que necesitan hacer por sus cuerpos”.

White revela que depende mucho de Ríos, en conjunto con los preparadores físicos, para que esté en comunicación con las jugadoras en cuanto a cómo se sienten y las necesidades que tengan.

Por supuesto, el toque personal que le da Ríos viene de su experiencia con la Verde Femenina. Según White, “Tiene grandes habilidades futbolísticas. Así que utiliza un poco sus habilidades futbolísticas aquí con nuestras atletas en términos de sus ejercicios y trabajo de entrenamiento”.

White añade una broma, por el hecho de que Ríos no fue jugadora de baloncesto, “Pero tenemos que pulir sus destrezas de rebote. Eso es algo en lo que ha mejorado en los últimos años. Puede subir y competir con nuestras atletas”.

Por si hay duda de las habilidades atléticas de Ríos, o de si se ha mantenido en forma después de sus días como futbolista o de si practica los ejercicios que le predica a sus jugadoras, solo hay que visitar su página de Instagram. Sus rutinas no son aptas para cardiacos.

Aparte de su capacidad como coach, Ríos es una persona simpática, algo que confirman las palabras de Ndour-Fall. La pívot dice que le “encanta Ana” y que a menudo conversan en español.

Además, Ndour-Fall cuenta que los ejercicios con la boliviana le han encaminado hacia volver a su máximo nivel después de tener a su bebé. “Me ha ayudado bastante … para poder mejorar sobre todo el trabajo del suelo pélvico, el trabajo de mi cuerpo para poder estar al cien por cien. … Me encanta trabajar con ella”, dice la pívot.

Los coaches de fuerza y acondicionamiento, como Ríos, ayudan a las jugadoras y a los equipos a prepararse física y fisiológicamente. Sus objetivos son mejorar el rendimiento atlético, reducir las lesiones y enseñar habilidades físicas.

Sin embargo, aunque ese rol es importantísimo, Ríos observa que apenas este año -- la temporada número 28 de la Liga -- todos los equipos de la WNBA han contratado a alguien para el puesto, luego de ver los resultados positivos que aportaban. Tan recientemente como hace tres temporadas, varios equipos no contaban con un coach de fuerza y acondicionamiento.

Solamente algunos equipos, como el Sun, han tenido a alguien como Ríos por un número de años. Ella misma agradece la oportunidad de ser coach a tiempo completo a partir de esta temporada; trabajaba a tiempo parcial hasta el 2023.

Alguien que ha sido su mentora es la mexicoestadounidense Terri Acosta, la preparadora física del New York Liberty y única preparadora física principal latina en la WNBA. Acosta también fue seleccionada como la preparadora física del Team USA femenino que recién ganó oro olímpico en París, un gran honor.

Ríos y Acosta ya son amigas; se ven cuando sus equipos respectivos se enfrentan en la duela. Pero fuera de la cancha, no hay rivalidad entre ellas. Ríos dice que Acosta le ha echado la mano para crear una coalición con los demás coaches de fuerza y acondicionamiento.

“Los ‘athletic trainers’ (preparadores físicos) han estado con la WNBA por mucho tiempo y tienen su propia organización”, explica Ríos. “Entonces Terri Acosta me ayudó mucho en poder formar un pequeño grupo de los ‘strength and conditioning coaches’ (coaches de fuerza y acondicionamiento), y ya como formando una organización bajo WNBA para asegurarnos de que sigamos creciendo”.


La recta final para el Sun

El Connecticut Sun vuelve a ser contendiente esta temporada de la WNBA. Luego de conseguir la mejor marca de la temporada regular en 2021, y la tercera mejor en 2022 y 2023, el equipo va en segundo lugar.

El año pasado los superequipos fueron el New York Liberty y Las Vegas Aces, que se consagraron bicampeonas tras vencer al Liberty por 3-1 en las Finales.

Ahora el Liberty sin duda es el equipo a vencer, especialmente para el Sun. No solo ocupa el primer lugar, con marca de 23-4 después de vencer a las Aces el sábado por 79-67, sino que le ha propinado al Sun tres de sus seis derrotas en la campaña.

Hay muchos factores que podrían devolver al Sun a las Finales de la WNBA, donde estuvieron por última vez en 2019 y 2022; entre ellos:

la tenacidad y el talento de la líder y campeona olímpica Alyssa Thomas, quinta en la Liga con 9.1 rebotes por juego y segunda con 7.8 asistencias por juego; ha sido fiel a Connecticut desde que fue seleccionada No. 4 por el New York Liberty en el draft de 2014 y canjeada al Sun

• la gran dirección de Stephanie White, nombrada Entrenadora del Año de la WNBA en el 2023, su primera temporada con el club

• la dedicación de cada jugadora, como Astou Ndour-Fall, quien según White, “regresó un poco antes del descanso (olímpico) y trabajó un poco con Keith Porter, nuestro entrenador de desarrollo de jugadoras, e hizo un gran trabajo manteniéndose comprometida, activa y continuando trabajando en su juego”

• el entusiasmo y esfuerzo de la boliviana Analisse Ríos en sus responsabilidades como coach de fuerza y acondicionamiento del Sun

Y si el Sun alcanza las Finales, ¿podrá coronarse campeón? Lo primero es alcanzar los playoffs, que arrancan el 22 de septiembre. El reloj de arena ya empezó a correr.