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Las cinco claves que provocan ilusión en los Lakers

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Doncic, el abanderado de los Lakers en esta temporada (2:07)

Repasá grandes jugadas de una de las grandes figuras de la NBA. (2:07)

Los Lakers, hoy, no le pertenecen a nadie. O, más bien, les pertenecen a todos. Es un equipo que tiene estrellas pero evidentemente no las necesita. Aún no ha pisado la cancha LeBron James en el curso de serie regular, se han alternado noches de dominio Luka Doncic y Austin Reaves, y pese al cambio de mando según la circunstancia, han alcanzado un notable récord de inicio de ocho triunfos y tres derrotas.

Ahora bien, ¿cuáles son las virtudes del conjunto de JJ Redick en el avance de la temporada? Analizaremos, en ESPN.com, las claves de un equipo que pretende meterse entre los mejores de la Conferencia Oeste.

Luka Doncic en estado de gracia

37.1 puntos, 9.4 rebotes, 9.1 asistencias y 49.1% en tiros de campo. Tratar de descifrar a Doncic es como querer descubrir el ilusionismo de David Copperfield. Luka Magic, Luka Fit, o como querramos apodarlo en el curso 2025-2026, lleva anotados 260 puntos en los primeros siete juegos de la campaña. Es el máximo en las primeras siete presentaciones de un jugador desde que Rick Barry anotó 269 en igual cantidad de encuentros en el inicio de la temporada 1966-1967.

Doncic juega y hace jugar. El verano le sentó bien, ya que se quitó el peso extra de encima y puso todo el esmero en liquidar rivales. No es un MVP garantizado, tiene competidores de primera línea, pero sí será candidato firme de acuerdo a cómo avance su salud. Ya sea por load management o por lesiones, los Lakers lo cuidarán para que llegue a playoffs en las mejores condiciones posibles.

Luka jugó solo siete de once partidos posibles, pero la estructura hoy, a diferencia de la temporada pasada, lo cobija, contiene y protege. Conjunción perfecta entre forma y contenido, es uno de los pocos jugadores en el mundo que corta tickets solo. Con Doncic se disfruta siempre, pero si el equipo gana, entonces se disfruta mucho más.

Austin Reaves es mucho más que una tercera espada

El arranque de temporada de Reaves sirvió para que sepamos que no es un actor de reparto: es un protagonista principal. Mientras no estuvo Doncic presente -y con LeBron aún lidiando con su espalda- Hillbilly Kobe se puso en modo destrucción.

Reaves pasó de promediar 14.9 puntos por juego en su carrera a 30.3 en los primeros once partidos de la temporada. Sumemos a eso 9 asistencias y 5.1 rebotes por aparición y entenderemos el valor de este muchacho en el arranque de los Lakers.

No se trata solo de números: Reaves juega con actitud, con coraje, con determinación. Tiene corazón e impronta de talento determinante. Por supuesto, el imaginario popular lo pondrá siempre detrás de Doncic y James, pero créanme: este muchacho es diferente. Una versión 3.0 de Manu Ginóbili en San Antonio Spurs.

Los Lakers por fin tienen un centro sólido en DeAndre Ayton

Hace años que la franquicia de Hollywood no sabe lo que es tener un gigante protagonista. Alguien que sea consistente para colaborar con externos elite. Ayton llegó a la baja al equipo, tras un gran despertar en Phoenix Suns y un apagón en Portland Trail Blazers.

No es el mejor centro de la liga, pero es un héroe del silencio. 16.5 puntos, 7.8 rebotes y 67.5% de campo. Su defensa alterna momentos de grandeza con otros de decepción.

Será clave que se mantenga saludable, uno de los problemas de Ayton en años anteriores.

LeBron James ya puede jubilarse tranquilo

¿No está LeBron en cancha? No hay problema. Los Lakers se han hecho un puño cerrado, uniendo piezas, para salir adelante sin gritar auxilio en su dirección.

James tiene 41 años, sigue siendo determinante en el epílogo de su carrera, pero también posee un contrato altísimo de $52.6 millones para el actual curso.

Viendo este arranque triunfal, con James vestido de civil, los nuevos propietarios de la franquicia pueden tomar decisiones. Con ese dinero podrían acompañar a Doncic con otro atleta élite de piernas frescas. El tiempo no perdona a nadie. Quizás sea momento de que James tome la caña de pescar (importante: no olvidar a Bronny para su nueva aventura) y se produzca, de una vez por todas, el merecido reposo del guerrero.

Pasada la temporada debut, JJ Redick entra en modo consolidación

El coach de los Lakers debe haber sido el que más modificaciones tuvo que hacer en el arranque de la temporada regular. Empezó sin LeBron, se lesionó Luka Doncic un dedo de la mano izquierda y después tuvo una dolencia en la ingle Reaves. En ese recorrido, Redick encontró soluciones en su propia estructura. Nunca una excusa, siempre resolutivo para alternar protagonistas en el goleo y también soluciones atrás.

Un caso testigo es, por ejemplo, Jake LaRavia. Seguramente pierda peso cuando vuelva LeBron, pero sus 11.6 puntos, 4.8 rebotes y 2.7 asistencias por juego fueron algo así como magia oculta. Nadie lo esperaba, pero fue determinante en varios pasajes de este arranque. Lo mismo Marcus Smart, leyenda de Boston Celtics, que parece estar viviendo un renacer después de su pesadilla en Memphis Grizzlies.

Los Lakers tienen la octava mejor eficiencia ofensiva de la NBA, pero los retos de Redick llegan por la defensa: están vigesimosegundos y permiten 113.9 puntos cada cien posesiones. Es mucho. La impronta del coach de Lakers se vio en la dura derrota ante los Hawks: "Supe desde el minuto 2 de partido que no ganaríamos". Desde esa crudeza se provocan cambios. Pese a los triunfos, no hay conformismo.

Salir siempre de la zona de confort para evolucionar. El primer paso está dado. Y las señales, por supuesto, son alentadoras.