Los vuelos transatlánticos entre Europa y Estados Unidos acostumbran a estar bien animados durante el verano NBA. La competitividad del baloncesto europeo convierte ya en habituales los traslados de ida y vuelta para jugadores de buen nivel. Mientras veteranos como Amar'e Stoudamire y Andrea Bargnani hicieron el camino inverso, la inyección de talento en la NBA que llega desde Europa ha sido extensa y variada, desde novatos de futuro hasta jugadores con etiqueta de estrella en el Viejo Continente. Estos son los fichajes más interesantes que cruzaron el charco:
Los veteranos
La espectacular subida del tope salarial ha servido para que jugadores consagrados en Europa decidan probar suerte en la NBA. Diez jugadores formados fuera de Estados Unidos, algunos de ellos auténticas estrellas en el Viejo Continente, cruzan el Atlántico para probar fortuna, ya sea en forma de llegadas esperadas desde hacía tiempo o de regresos inesperados.
La estrella: Cuesta apostar contra la sorprendente vuelta gracias a los 76ers de Sergio Rodríguez (MVP de la Euroliga hace dos años) a la NBA, pero el potencial de su futuro compañero Dario Saric es demasiado grande para obviarle. Incluso aunque sus características puedan chocar de primeras con Ben Simmons, el primero del pasado draft, el amplio catálogo de recursos ofensivos del ala-pívot croata es envidiable. Tras haberse ahorrado el tortuoso camino por el desierto de Philadelphia en los últimos dos años, Saric llega a la NBA en el momento perfecto para dejar huella en un equipo hambriento de ilusión.
El tapado: Aterrizar en la liga como presumible reserva de un All-Star como John Wall no será fácil para Tomas Satoransky. El base checo tendrá pocos minutos garantizados en Washington de salida, pero su estilo de juego es perfecto para tener un puesto garantizado en la NBA durante años. No es un gran tirador, pero su visión de juego, explosividad y potencial defensivo gracias a su físico dan para mucho más que para segunda espada en la dirección de Washington. Con 24 años de edad y consolidado como uno de los mejores bases europeos del momento, Satoransky llega a la NBA en el momento ideal de su carrera, aunque quizás no en el equipo perfecto.
El resto: Olvidar al Sergio Rodríguez de su primera etapa NBA e ilusionarse con el Sergio Rodríguez de sus últimos años europeos van ligados. El base español tendrá minutos garantizados en Philadelphia para dar rienda suelta a su imaginación, mucho más controlada y eficaz que en sus anteriores años en la liga. Su compatriota Álex Abrines, ex-compañero de Tomas Satoransky en el FC Barcelona, podría también aspirar incluso a la titularidad en Oklahoma City, un equipo sin excesiva profundidad en las alas tras la salida de Kevin Durant. Para otros jugadores como Livio Jean-Charles y Davis Bertans (Spurs), y Willy Hernangómez y Mindaugas Kuzminskas (Knicks), entrar en la rotación será el gran reto, aunque tendrán el lujo de un contrato garantizado con el que no contarán el argentino Nico Laprovíttola (Spurs) y el israelí Shawn Dawson (Pelicans).
Los novatos
Hablar de "rookies" entre jugadores procedentes del baloncesto internacional es arriesgado. Por norma general, todos firmaron ya contrato profesional bastante antes de ser elegidos en el draft y su experiencia no se limita a enfrentarse a jugadores de su edad. Aun así, los drafteados en 2016 que darán el salto esta temporada, salvo alguna excepción, parecen más proyectos a largo plazo que realidades inmediatas. De los 13 jugadores procedentes de Europa salidos del draft, 6 cruzarán el Atlántico esta temporada: Dragan Bender (4º del draft, por Suns), Georgios Papagiannis (13º por Kings), Juancho Hernangómez (15º por Nuggets), Timothe Luwawu (24º por 76ers), Ivica Zubac (32º por Lakers) y Paul Zipser (48º por Bulls).
La estrella: Los Suns apostaron fuerte por un jugador que solo llegó a disputar 7 partidos oficiales con al menos 20 minutos en la pasada campaña, todos en la liga israelí. Pero el discreto paso de Dragan Bender por el Maccabi Tel Aviv, un clásico del baloncesto europeo en horas bajas, no asustó a nadie. Las comparaciones con Kristaps Porzingis por su similar físico y capacidad de jugar de 4 abierto son inevitables, pero sus caminos en el futuro son diferentes. Si Porzingis parece destinado eventualmente a jugar más por dentro, el tiro más fiable de Bender y su potencial defendiendo el perímetro le convierten en un jugador capaz incluso de jugar de 3 pese a sus 2'15 metros (7'1'') de altura. Phoenix, un equipo en clara reconstrucción, puede tardar en ver los frutos de un talento que modeló su juego inspirado por su ídolo y compatriota Toni Kukoc, pero su futuro es increíblemente brillante. En sus manos está superar incluso el legado del tres veces campeón con los Bulls de Michael Jordan.
El tapado: Pocas segundas rondas más engañosas hubo en este draft que Ivica Zubac. Su negativa a esperar algún año más antes de saltar a la NBA, como hicieron jugadores elegidos anteriormente como Guerschon Yabusele, Ante Zizic o Furkan Korkmaz, echó hacia atrás a algunos equipos interesados. Pero la proyección a largo plazo del pívot croata es enorme, tanto por su potencial defensivo como a la hora de finalizar en la pintura. Pese a su buena Liga de Verano de Las Vegas con los Lakers, levantando altas expectativas en el necesitado equipo angelino, Zubac necesita aún tiempo para pulir su juego. Pero en una liga sedienta de jugadores interiores de calidad, la corpulencia del jugador croata sumada a una mejora de su juego de pies y un tiro desde media distancia más consistente, algo perfectamente a su alcance, le debería convertir en titular indiscutible en un equipo NBA a no muy largo plazo.
El resto: Por edad y características, el jugador europeo que podría tener un impacto más inmediato en la NBA es, irónicamente, el novato elegido en una posición más baja en el último draft: Paul Zipser. El alero alemán parece listo para aportar tiro y defensa saliendo del banquillo de Chicago desde el primer día. Los demás dependerán de primeras de la competencia en su posición dentro del equipo. Para el pívot Georgios Papagiannis (Kings) y el ala-pívot Juancho Hernangómez (Nuggets), ganar minutos será un gran reto, siendo en el mejor de los casos el tercer jugador en su puesto de la rotación salvo cambios en la plantilla. Mejor perspectiva parece tener en Philadelphia el explosivo escolta Timothe Luwawu, claro candidato de paso a jugador más espectacular de la nueva camada de novatos europeos.
Los que vuelven a casa
Como cada año, un buen puñado de jugadores formados en Estados Unidos intentan hacerse (o volverse a hacer) un hueco en la NBA tras acabar la pasada campaña en el baloncesto europeo. Algunos veteranos en la liga como Elliot Williams, con 6 años de experiencia y recién fichado por los Warriors, Robbie Hummel (Nuggets), Justin Hamilton (Nets) y Julyan Stone (Pacers) son llamativos, pero un jugador sin experiencia previa como Malcolm Delaney merece atención especial.
El base, salido de la universidad de Virginia Tech, pasó desapercibido en el draft de 2011, pero su ascendente carrera europea ha corregido este error. Su temporada 2015-16 fue antológica, liderando al relativamente desconocido (aunque no falto de presupuesto) Lokomotiv Kuban en el tercer clasificado de la última Euroliga. Una actuación que no pasó desapercibida para los Hawks, que ataron a Delaney por dos años garantizados. En la madurez de su carrera (27 años), y pese a la competencia en su puesto con Dennis Schröder y Jarrett Jack, el base estadounidense puede ser con minutos de juego un tapado inesperado en la carrera para ser considerado como uno de los mejores "novatos" del año.