MADRID -- La era post-Kevin Durant de los Oklahoma City Thunder comenzó con una derrota por 137-142 ante el Real Madrid en el juego de exhibición disputado este lunes en la capital española. Un tropiezo, hasta cierto punto, inocuo, pues se trata de un “equipo en construcción”, de acuerdo con el entrenador Billy Donovan, y que deja “una gran lección” de cara al futuro, especialmente para el español Alex Abrines, que volvió a su país para debutar como jugador de la NBA.
“Ha sido una buena experiencia porque nos ha permitido dar minutos a los jugadores nuevos y a los más jóvenes”, detalló el entrenador en rueda de prensa, entre ellos, el mallorquín de 23 años quien de acuerdo con Donovan se encuentra en plena fase de adaptación a “lo que significa la NBA”.
Abrines fue uno de los jóvenes con más tiempo sobre la duela del Barclays Center de Madrid, con 25:04 minutos en los que anotó 12 puntos, la mayoría realizados con dobles. Su aportación prácticamente se reduce a la de tirador; sólo tuvo un rebote, ni una asistencia, ni un robo. Defensivamente, reconoció el ex jugador del Barcelona, sus compañeros están a años luz.
“Me queda mucho por mejorar; conceptos que asimilar, sobre todo defensivamente, porque se defiende muy diferente. Pero estoy contento”, comentó el español tras el encuentro, quien se dijo consciente de que es ese precisamente el aspecto de su nivel de juego al que Billy Donovan prioridad en las próximas semanas.
“La verdad no he hablado mucho con él. Me ha dicho que trabaje como lo estoy haciendo, que me acostumbre al ritmo de la NBA, el tono físico sobre todo. Yo creo que lo que quiere es trabajar primero en defensa y después en ataque”, comentó.
Y es que para Abrines hay una gran diferencia en la manera de jugar entre la Liga ACB y la NBA en cuanto a “contacto físico” se refiere y apenas está “aprendiendo” a pegar.
“El tono físico (es lo que más le ha sorprendido). Se permite mucho más contacto. Si ya nos quejábamos aquí de la diferencia entre ACB y Euroliga, que permite mucho contacto, ahí es tres o cuatro veces más. Hay fouls que aquí se pitan y ahí se miran. Hay que trabajar duro para ponerte a su altura y ser tú el que pega primero y más fuerte”, aseveró.
Aún así, el novato de Oklahoma City no pierde la confianza, y la esperanza, de estar preparado cuando comience la temporada regular para contar con “muchos minutos”, razón, al fin y al cabo, que lo hizo decidirse por probar suerte en la liga estelar, más allá de los aproximadamente 16 millones de dólares que percibirá las próximas tres temporadas.
“Después de la salida de Kevin Durant había un hueco y los Thunder vinieron y apostaron muy fuerte por mí, tanto económicamente como con un proyecto deportivo. Sabía que podía disponer de minutos que para mí es algo importante y ¿por qué no? Estoy aquí y he demostrado que soy un jugador a tener en cuenta”, apuntó.
Abrines reconoció que tardó en “tomar la decisión” de dar el salto. Poco más de tres años, concretamente, desde que había sido seleccionado por los Thunder en el draft de 2013. De ahí que no se animara a opinar sobre la decisión del jugador del Real Madrid, Sergio Llull de permanecer en la Liga ABC pese a las ofertas que han llegado desde el otro lado del océano.
“No soy el más indicado porque yo tardé mucho en tomar la decisión, pero al final se trata de lo que él crea correcto para su carrera deportiva. Si ve que el proyecto que le ofrecen en la NBA, es atractivo y puede disponer de minutos... El talento lo tiene y sin duda tomará la mejor decisión”, dijo.
Abrines explica el gesto en el palco del Bernabéu
Su carrera con Oklahoma comenzó acompañada de una sonora rechifla provocada por un incidente ocurrido 24 horas antes en el palco del Santiago Bernabéu. El alero, quien vistió los colores del Barça durante cuatro años, acudió con el resto de su equipo al encuentro de futbol entre el Real Madrid y el Eibar. En el momento en que Gareth Bale anotó el tanto que significó el 1-1 para los merengues, su compañero Enes Kanter lo grabó dedicando un gesto grosero. Abrines negó verse sorprendido por la reacción del público – que acabó firmando la paz con el ex jugador del máximo rival y dejó de silbarle poco después – al tiempo que explicó que el video que su compañero distribuyó en sus redes sociales fue malentendido.
“Sabía a lo que venía. La ‘peineta’... Enes (Kanter) no tenía que haber subido el video y tampoco era un gesto para los madridistas. (Sus compañeros) sabían que era del Barça y el equipo me pinchó en el momento del gol... Iba para ellos (los jugadores de su equipo), no para los fans del Real Madrid y si se han sentido ofendidos, pues lo siento”, explicó.
De hecho, el jugador acabó por resaltar que el vencedor de esta noche, es uno de los pocos equipos europeos con suficiente nivel para “dar la talla” en la NBA.
El Madrid es uno de los mejores de Europa. Si fueran a la NBA no lo harían mal, lo han demostrado hoy. Hay cinco o seis equipos en Europa que pueden dar la talla ahí y bueno, de todo se aprende. Muchos jugadores de la NBA no conocen el basket europeo y cosas como esta también hace que se interesen más”, opinó.