Los Boston Celtics descartaron a los guardias Terry Rozier (tobillo) y Shane Larkin (enfermedad) para el juego de este martes ante los Milwaukee Bucks, lo que deja a la quinteta sin manejadores de balón puros en su roster.
Con Kyle Irving (rodilla) y Marcus Smart (dedo pulgar) en recuperación por cirugías recientes, los Celtics estarán obligados a recargar mucho de su juego en Al Horford y el novato Jayson Tatum para jugar como delanteros, al tiempo que necesitarán que el versátil Kadeem Allen, de la G League, se encargue de mover el balón.
Los Celtics están sin seis jugadores en total con Gordon Hayward (tobillo) y Daniel Theis (rodilla) en rehabilitación, también tras someterse a cirugías.
Rozier se lesionó el tobillo al final de la victoria del sábado sobre los Raptors, pero el lunes indicó que planeaba jugar ante Milwaukee. El coach de los Celtics, Brad Stevens, dijo que el equipo cometería un error en relación a ser precavidos con Rozier, purque Boston ya no tiene a manejadores de balón conforme se acercan los Playoffs.
Stevens también dijo que el lunes que los Celtics deben operar como si Irving y Smart no estarán de regreso para el inicio de la Postemporada a mediados de abril.
“Al final del día, no tenemos una fecha oficial para el regreso de Kyrie ni para Marcus. Necesariamente no podemos pensar que esos jugadores estarán de regreso pronto”, señaló Stevens. “Así que es por esto, como con la lesión de Terry, que debemos ser muy, muy inteligentes sobre tenerlo de vuelta”.
Larkin fue hospitalizado el fin de semana por un resfriado y fue dado de alta el domingo, pero no pudo ir con el equipo a Milwaukee.
Tatum se hizo cargo de algunas tareas como movedor en el juego del sábado ante los Raptors.