Celebramos nuestras últimas "10 cosas" de la temporada, así que vamos a lo grande.
1. Nikola Jokic, haciendo que pulsemos el botón de retroceso
Jokic cuenta con maneras de convertir lo simple en una revelación:
Ese pase se esconde a simple vista de cualquier gigante que corra hacia el aro, aunque raramente se puede ver. Es realmente un pase para ir a toda velocidad metido dentro de un pick-and-roll. Jokic, rey regente del pase con toques, lo desentierra.
Jokic está terminando la que quizás sea la mejor campaña de pases de todos los tiempos para un hombre de gran estatura. Se encuentra a ritmo de convertirse en el cuarto humano con una estatura de por lo menos 6 pies, 10 pulgadas, junto a Wilt Chamberlain (quien lo logró en par de ocasiones), Kevin Garnett y Ben Simmons, en promediar seis asistencias por partido. Jokic ha asistido en el 29 por ciento de las cestas convertidas por Denver cuando él está en la cancha, lo cual representa una cifra mayor a las producidas por Chamberlain o Garnett. Y Simmons realmente no es un gigante. Es sólo un Ben Simmons, una anomalía.
Los Nuggets no se rendirán y Jokic está terminando con una racha encendida: 29.3 puntos, 11 rebotes y seis asistencias por partido desde el 7 de marzo con porcentajes de encestes ubicados en 54/48/89, más una cesta convertida en el momento clutch para asegurar un triunfo imperativo sobre Minnesota el jueves pasado. ¡Válgame!
La selección de los tres alas-pívot All-NBA va a ser algo imposible, o los últimos dos, para aquellos votantes que consideren a Anthony Davis como ala-pívot en vez de alero. Buena suerte tratando de seleccionar apenas a dos entre LaMarcus Aldridge, Joel Embiid, Karl-Anthony Towns, Jokic, Rudy Gobert, Al Horford, Andre Drummond, Steven Adams, Kevin Love, DeAndre Jordan y Clint Capela.
Existen dos niveles distintos dentro de este grupo, en el cual la línea divisoria se dibuja después de Gobert o Horford. Jokic es el peor defensor entre los primeros cuatro (Aldridge, Towns, Jokic, Embiid), aunque también podría ser el mejor jugador ofensivo de todos. Towns es el anotador más diverso y todos tienen mayor promedio de puntos por partido que Jokic. Sin embargo, Jokic crea muchas mayores oportunidades de convertir puntos a través de sus asistencias, además de la importancia de su juego en sí. En ese sentido, el rol de Jokic es mayor del que tiene que desempeñar Towns al lado de Jimmy Butler. Representa el eje de todo lo que hace Denver, además de ser un eje más adaptable que Aldridge, que necesita correr muchísimo en medio de enfrentamientos cercanos al poste en busca de ralentizar la jugada.
Yo sé cuál es mi elección, sin embargo, nadie debe hacerse de la idea que esta es una elección fácil de hacer.
2. Otto Porter, jugador de baloncesto
Sólo quería decir que disfruto ver a Otto Porter jugar al baloncesto. Tendemos a hablar sobre las terceras y cuartas opciones en términos de especialidades: hombre experto en luchar frente al poste, stopper, protector del aro, encestador. ¿Saben cómo podemos clasificar a Otto Porter? Como un endemoniado jugador de baloncesto.
Tiene 44 por ciento de efectividad encestando desde las largas distancias, tercera mejor cifra de la liga. Si lo sacan corriendo del arco, Porter se siente cómodo improvisando el pick-and-roll y buscando una cesta de medio rango con mucha elegancia.
Tiene 52 por ciento de efectividad en cestas largas de 2 puntos. Si lo presionan a convertir esa cesta, Porter logra acelerar y ser efectivo: tiene 41 por ciento de encestes desde el rango de las cestas con flote, una marca muy solvente, según lo manejado por Cleaning The Glass.
Sabe correr en la cancha. Logra escabullirse entre las defensivas rivales. Tiene suficiente capacidad para enfrentarse cerca del poste como para castigar a los equipos que esconden hombres pequeños tras él. Si no funciona, Porter penetra para buscar rebotes ofensivos.
Es capaz de defender con credibilidad cuatro posiciones, aunque no se muestre tan cohesionado en ese lado como aparenta estarlo.
Porter recibe sueldo de súper estrella, pero no lo es. Aunque no es su culpa. Puede jugar dentro de cualquier sistema, en cualquier alineación y es capaz de encontrar la forma de encestar contra cualquier estilo de defensiva. Eso conlleva nobleza.
3. Dejounte Murray tiene, por lo menos, cuatro brazos
Este chico está en todas partes. En alguna ocasión cercana al final de la temporada 2014-15, el acto básico de driblar en un diámetro de 15 pies cerca de Kawhi Leonard se hizo peligroso para cualquiera, aparte de los manejadores de balón expertos de la liga. Sólo comenzó a arrebatar el balón de las manos de la gente. Prácticamente logró desvestir a Ben McLemore en dos posesiones consecutivas al inicio de la pasada campaña y no estoy muy seguro si McLemore ha driblado desde entonces.
Murray está haciendo lo mismo en los canales de pase. Parece salir de la nada, con una capacidad absurda en sus brazos y logra interceptar pases simples que van de lado a lado. Parece que los caminos se le abrieran de manera amplia y luego Murray va al otro lado. Promedia dos robos y 3.5 desvíos de pase por cada 36 minutos, cifras de élite. La defensiva de San Antonio permite ocho puntos menos por cada 100 posesiones con Murray en la cancha, según NBA.com.
Oh, y eso que sólo les quita el balón a otros. Discúlpame, Andrew Wiggins, pareces ser muy cortés y puedes saltar muy alto, pero me llevaré el balón. Gracias por participar en este ejercicio.
Imagínense una defensiva armada alrededor de Leonard y Murray. /Lagrimita
4. Dante Exum, decisivo
Antes de que Exum se lesionara sus hombros en la pretemporada, el Jazz tuvo cauto optimismo con respecto al hecho de si estaba listo para hacer el salto luego de muchos intentos abortados. Su juego desde que regresara a la cancha el mes pasado ha justificado esas esperanzas.
Durante la pasada campaña, bien Exum fue demasiado lento o se lanzaba hacia el aro sin un plan armado. Por lo menos, ha desestimado esa mitad excesivamente cautelosa de esa ecuación peligrosa:
Exum tiene un sentido más refinado de cuando se abren pequeñas brechas en la defensiva rival. Puede ver a Rudy Gobert bloquear a Semi Ojeleye con una cortina y entiende que luego Ojeleye estará un tanto atrás cuando llegue el pase de Donovan Mitchell. También sabe que es mucho más veloz que Ojeleye.
Si esperan así sea medio segundo, esa ventaja se reduce. Ojeleye puede preparar sus pies. Guerschon Yabusele, marcando a Gobert, puede regresar hacia la pintura y armar una barricada frente al camino de Exum. En la NBA, las defensivas cierran los caminos rápidamente. El nuevo Exum logra zambullirse en ellas como si fuera Indiana Jones agachándose bajo un muro que desciende (aunque no se aferre a un sombrero).
Utah ha anotado 1.2 puntos por posesiones cada vez que Exum hace un drive y encesta o hace un pase a un compañero que dispara luego de uno o cero dribles, según Second Spectrum, cifra que lo ubica en el puesto 14 entre los más de 300 jugadores que han registrado por lo menos 50 drives.
Quin Snyder incluso se ha sentido alentado a dejar que Ricky Rubio tome un descanso (y que historia tan feliz la de Rubio en estos tiempos, por cierto) junto a Mitchell, permitiendo que algunos de sus manejadores de balón secundario (incluyendo a Exum) manejar el negocio. Snyder debería congelar a estos grupos durante los playoffs (y seguramente así lo hará). Sin embargo, han logrado manejarse bien en el tiempo limitado que han tenido.
Exum hace que el techo defensivo de Utah se haga aún más alto, llegando a territorio histórico. Es el raro base que puede proveer protección legítima cerca del aro. Si puede llegar a encestar triples desde las esquinas de manera consistente, Utah tendría un nuevo ingrediente peligroso en la postemporada.
5. La diversificación estancada de Michael Kidd-Gilchrist
Antes de comenzar la pasada campaña, Steve Clifford, entrenador de Charlotte, habló con respecto a diversificar el juego de Kidd-Gilchrist. En 2015, Kidd-Gilchrist había mostrado el surgimiento de potencial en el pick-and-roll. Los oponentes esconderían a sus defensores más débiles y pequeños contra él, por lo cual parecía natural que Charlotte formaría a Kidd-Gilchrist y su juego frente al poste como opción. Es grande y fornido, y un pasador lo suficientemente decente como para castigar a los equipos dobles.
Pero eso nunca ocurrió. Kidd-Gilchrist tiene récord de 11-21 en intentos frente al poste esta temporada, cinco intentos menos que los hechos durante la pasada campaña, según NBA.com. Apenas logra armar el pick-and-roll.
Existen buenas razones para todo ello. Con Kemba Walker y Nicolas Batum en la cancha, es difícil justificar que se le pasen ciertos deberes a MKG, incluso si mover las piezas de esa forma dentro del tablero de ajedrez liberaría mayores espacios. No hay espacio para otra amenaza frente al poste con Dwight Howard absorbiendo un terreno importante. Quizás Kidd-Gilchrist no ha mostrado suficiente capacidad en las prácticas.
Entonces, lo que tenemos es a Kidd-Gilchrist merodeando cerca del perímetro, mendingando cortes, rebotes ofensivos y sprints maniáticos en transición. Nadie le marca.
Aunque eso no hace que Kidd-Gilchrist sea inútil. Los Hornets, generalmente, han jugado mejor, incluso a la ofensiva, cuando Kidd-Gilchrist está en la cancha. Es un defensor de alto nivel en cuatro posiciones, a pesar de no haberse convertido en el stopper inmutable que todos habíamos pensado. Ha convertido el 47 por ciento de sus cestas a una distancia entre 10 y 16 pies del aro, lo cual es una cifra sólida.
Aunque esos tiros no sean suficientes como para tener mayor relevancia. El daño hecho por Kidd-Gilchrist a la capacidad de crear espacios en Charlotte y su presencia como un punto para esconderse de manera segura no son compensados por su ocasional solvencia en el medio rango y toda esa experticia que muestra a la hora de rasgar cualquier sobra. Sería un jugador más interesante si Charlotte le diera un poco más de responsabilidad con el balón, incluso algunos toques en los rincones.
Dos temporadas atrás, Charlotte esperaba hacerlo. Por el contrario, MKG ha mostrado estancamiento en su juego.
6. Las alineaciones sin capacidad encestadora en Miami
Quizás esto provoque que nos pongamos sumamente inquietos, pero... Se siente que el Heat tiene muchas oportunidades cuando juegan con un dúo conformado por Dwyane Wade, Justise Winslow o James Johnson al lado de uno de sus alas-pívot dados a la pintura (Bam Adebayo y el huraño Hassan Whiteside). Estos grupos cuentan con hombres que no son conocidos por su habilidad para encestar triples y algunos de ellos no incluyen ni a Goran Dragic ni a Josh Richardson, los guardianes más confiables en Miami.
Equilibrando las cosas, estas locas alineaciones han tenido suerte. Cuentan con mucha versatilidad y capacidad astuta para armar jugadas. Winslow tiene casi 40 por ciento de encestes desde las largas distancias y se muestra confiado. El Heat tiene un margen de anotación positivo sólido cuando Dragic y Richardson están en la cancha, aunque eso implique tiempo a quemar.
Erik Spoelstra es cuidadoso al otorgar minutos a estos grupos. Pasan muchos partidos completos sin que éstos hagan presencia. El Heat se hace infinitamente interesante de esa forma. Invierten las cosas con Kelly Olynyk como ala-pívot para estirar espacios o incluso colocando a Luke Babbitt como titular comodín al lado de Johnson (o Winslow) y Whiteside. Miami incluso salpica con alineaciones que juegan sumamente pequeño con Johnson como ala-pívot.
Sin embargo, las defensivas a la hora de los playoffs se convierten en animales totalmente diferentes. Estarán preparados para las maniobras de Miami. Las defensivas inteligentes se deleitan en la presencia de hombres sin mucha habilidad encestadora extra. El Heat debe estar consciente de ello.
7. Dennis Smith, ¿enfrentado frente al poste?
Miren, dejemos esto claro: el desarrollo de un jugador a finales de temporada no significa poner a descansar a tus mejores jugadores con lesiones de mentira, sentándolos en la banca en los momentos cruciales de los partidos, ¡ni colocar a jovencitos fuera de sus posiciones naturales de una forma que raya en lo grotesco!
Smith ha registrado 14 toques frente al poste esta temporada y la mitad de ellos se han producido en los últimos 10 días, según Second Spectrum. Esto se significa en algo que vale la pena intentar sin duda alguna. Smith tiene 6 pies, 3 pulgadas de estatura, con físico, explosividad y tiene un poquito de maldad. Los enfrentamientos frente al poste de los bases es un arma subestimada. Ahora se utilizan mejor para conseguir ayuda y desatar pases. Tiene sentido intentarlo con sus mejores pasadores.
Smith ha estado sediento de jugadas de feria y conseguir puntos como novato, aunque cuenta con buena visión y logra lanzar el balón de manera feroz con ambas manos. Luego, en un enfrentamiento contra Minnesota, se enfrentó a Jeff Teague nuevamente, logró conseguir ayuda y disparó un laser con su mano zurda a Dorian Finney-Smith para así convertir un triple abierto en un rincón. Hizo un pase similar la siguiente noche en un enfrentamiento frente al poste pedido por Rick Carlisle tras un tiempo fuera.
Smith ya se muestra cómodo haciendo ganchos derechos y algunas cestas con flote.
Esto no funcionará todo el tiempo, o en la mayoría de las ocasiones, como es obvio. Smith es joven y por ello, tiende a hacer malas decisiones. Cuando Teague entendió lo que veía, logró acorralar a Smith un poco más lejos de la cesta.
Sin embargo, es algo que vale la pena tener pendiente.
8. Harrison Barnes, sigue siendo un enigma
Barnes sigue siendo uno de los jugadores más desconcertantes de la NBA: ya no es el mismo anotador con altas cifras de aislamiento que vimos durante la pasada temporada, aunque no tan diferente. Sigue titubeando demasiado cuando tiene el balón en su poder:
¡Tienes línea directa hacia la cesta, amigo! Aprovéchala, ¡y haz una bandeja, o un "drive-and-kick" fácil!
Luego, ves pases como esto:
Barnes no mostraba esas capacidades en su juego hace dos temporadas, y quizás, ni siquiera lo veíamos en la zafra anterior. Apenas lograba manejar el pick-and-roll y cuando lo hacía, terminaba viéndose forzado. Su juego se ha inclinado un poco más este año hacia las maniobras tradicionales en el área perimetral. Está armando menos cortinas y navega más por la cancha como manejador del balón. Ha aumentado sus drives y sus jugadas de aislamiento han decaído, según NBA.com y Second Spectrum. Está atacando hacia el aro con una nueva habilidad física, especialmente cuando se dirige hacia la izquierda.
Convierte aproximadamente 1.5 triples más por partido con respecto a la campaña anterior y gran parte de ese incremento ha sido gracias a unas bombas más fuertes lanzadas tras el drible. Ha convertido el 38 por ciento de esos intentos. Igualmente, sus cifras de rebotes, asistencias y tiros libres han subido.
Sin embargo, sus incrementos son pequeños. Dos asistencias y cuatro tiros libres por partido siguen siendo cifras bajas considerando el tiempo en el cual Barnes posee el balón. Ahora bien: Barnes está creciendo. La NBA es sumamente difícil. Algunos jugadores no llegan a crecer. Sin embargo, el crecimiento de Barnes se muestra en pequeñas dosis.
9. Castigando los segundos cambios de posición
Durante cada temporada, más equipos hacen cambio de posición en pick-and-rolls, buscando así minimizar que los rivales consigan ayuda y mantenerse cerca de los encestadores de triples. El primer cambio hace que un hombre pequeño marque a un gigante. En algunas ocasiones, ese enfrentamiento desigual no es realmente importante: pocos gigantes tienen la destreza para ser solventes jugadores de espaldas a la cesta. Pero, cuando sí lo son, las defensivas utilizan cada vez más un segundo cambio de posición: su otro gigante se desplaza por la pintura, sacan al base de la ecuación y toman el golpe ofensivo.
Las ofensivas inteligentes pueden leer que se va a producir dicho cambio y consiguen a un hombre abierto mientras que los dos defensores están en el medio de su cambio de asignación. Muchos equipos se rinden después de eso.
Hay otro efecto negativo: Ese segundo cambio hace que el enfrentamiento desigual de "pequeño contra grande" se produzca a 10 pies en la cancha. Si el otro gigantón es una amenaza cerca del poste, pues ¡denle el balón! Eso es exactamente lo que Indiana hace aquí luego que los Clippers tratan de escabullir a Lou Williams quien pasaba de ser marcado por Thaddeus Young a tener que lidiar con Domantas Sabonis:
Logro entender el por qué no hay más equipos intentando hacer eso. El cambiar de un enfrentamiento desigual a otro requiere de tiempo: si la ofensiva no arranca a principios del cronómetro de encestes, no tendrás suficientes segundos para poderlo lograr. Esto ayuda a que las defensivas rivales logren dificultar los pases para penetrar más que nunca. Vale la pena repetir: Existe muchas posibilidades que el segundo gigante no sea muy ducho a la hora de tener que lidiar con un enfrentamiento cerca del poste.
Pero, si cuentan con los recursos y el tiempo, vale la pena copiarse esta receta de los Pacers.
10. La mímica celebración 'Eurostep', barriendo la liga
A medida que más jugadores dominan el Eurostep, un subconjunto en crecimiento también comienza a marcar exitosos pasos de Euros con un movimiento exagerado de inicio y finalización:
'Boogie down', gran amigo. Cuando un centro logra un Eurostep, puede hacer lo que le de la real gana.
Russell Westbrook es probablemente el mimo de Eurostep por excelencia de la liga. Saldrá dos o tres seguidos, incluso durante el juego en vivo. Baila en su camino de regreso a la defensa.
El básquetbol es diversión. Apoyo las cosas divertidas.
Y cuatro cortos para completar la temporada:
11. El 'Skyhook' de Kyle Kuzma
Seguramente ya habrás visto esta belleza con la derecha. A todos nos encantan los audaces triples de Kuzma, y la forma en que los fanáticos de Lakers cantan "KUUUUUZZZZ" cuando lo ven subir. Todo el mundo dispara triples ahora. Hay tal vez media docena de chicos con un 'skyhook' pulido. Esta cosa es mágica.
12. El 'whirlybird' de Olynyk
Las jugadas de este tipo se han extendido por toda la liga: dos e incluso tres tiradores dan vueltas alrededor de una pantalla, creando confusión sobre cuál es el tirador previsto. A veces, la jugada es para uno de esos tiradores veloces; Washington ejecuta algunas de esas acciones para Bradley Beal.
Pero a veces ese último tirador detiene su corte, se desvía hacia el hombre que hace la pantalla, y revela que el plan desde el principio era hacer saltar a ese tipo grande por un triple abierto:
Miami tiene varias versiones para Olynyk. Spoelstra es genio acerca de cambiar la ubicación, el personal y el preludio para que Olynyk quede abierto de alguna manera.
13. El dribble de John Collins
A medida que las opciones superiores desaparecían en medio de lesiones y tanquerías, los Hawks gradualmente dejaron que Collins explorara el mundo del perfeccionar el drible de la NBA. ¡Esta es otra versión del desarrollo saludable de jugadores! Collins es rápido, con algunas habilidades fuera del rebote. Muchos equipos defienden a Collins con sus pívots, asignando sus delanteros de poder a Dewayne Dedmon, ya que Dedmon tiene más alcance desde el arco, y eso deja a Collins con una ventaja de rapidez.
¿Por qué no aprovecharla?
Ese no es el impulso más elegante, pero ese pequeño regate de entrada y salida es suficiente para deshacerse por Whiteside.
Con todo, Collins ha tenido una exitosa temporada de novato. Puede luchar para perseguir a los ala-pívots, y los forzudos lo apartan del camino para obtener rebotes ofensivos: Collins rebota saltando, no boxeando, pero esos son problemas típicos para los grandes jóvenes.
Sus números de rebotes defensivos están bien para su edad y peso, y ya es uno de los atacantes de aro más activos de la liga. También lanza un 37.5 por ciento del triple en la esquina.
14. Elfrid Payton perdido
Si quieres saber por qué Payton nunca se ha convertido en el defensor plus con las herramientas para hacerlo, son cosas como estas, además de su atroz apuesta al juego fuera del esquema:
¡Incluso muerde engaños de malos tiradores!
Psst: Phoenix está bien último tanto en puntos anotados y permitidos por posesión. Ese doble, conocido como Bobcatting en honor de los Tanktastic Bobcats de 2011-12, es un logro excepcional.
Y con eso, vamos los playoffs.