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Verano de fuerza: los jugadores y los equipos llevaron un garrote a la mesa

Se ha dicho que la negociación es un arte y se enseña de ese modo en escuelas de economía, se ha descrito de esa forma en numerosos libros y representado en incontables películas.

Sin embargo, durante el último mes, varios de los canjes de mayor perfil en la NBA no parecían tener mucho de artístico. Se asemejaban más a un trauma producto de la fuerza bruta. En retrospectiva, el 2019 podría ser recordado como el verano en el cual los jugadores y los equipos ejercieron todo su poder.

En un periodo de apenas un par de semanas, vimos algunos de los canjes más costosos en la historia del deporte norteamericano, con los jugadores tratando de influir sobre los equipos y los equipos tratando de influir entre ellos.

Es todo un tema digno de estudio:

Caso A: El baile entre Pelicans y Lakers

Anthony Davis hizo el primer movimiento. Éste exigió un cambio y, en definitiva, solo estuvo dispuesto a aceptar dos destinos posibles: los New York Knicks o Los Angeles Lakers. Este no es un escenario nuevo: ha ocurrido antes y volverá a ocurrir. Típicamente, esto deja al equipo de la estrella descontenta en una posición comprometida porque éste no es capaz de crear un mercado. Pero eso no fue así en el verano en el cual las partes ejercieron su poder.

Primero, los New Orleans Pelicans establecieron una posición en la cual no preferían hacer tratos con los Lakers, incluso llegando a reconocer sus ofertas iniciales de canjes tentativos el invierno pasado.

Después, Nueva Orleans tuvo suerte en la lotería, no sólo haciéndose con el puesto de selección número 1, sino porque los Knicks y Lakers se aseguraron puestos de selección entre los cuatro primeros. Esto creó activos de primer nivel con los cuales armar una negociación que no existían previamente. Al menos generó la apariencia de una posible guerra de ofertas.

Mientras nadie sabía con certeza lo que podía ocurrir dentro de la agencia libre, tanto Lakers como Pelicans estaban conscientes de que los mejores agentes libres no percibían a los Lakers como opción preferida. Mientras tanto, el presidente de los Lakers Magic Johnson renunció, compareció en televisión a nivel nacional en Estados Unidos fustigando al gerente general Rob Pelinka, desatando así una catarata de críticas. Pelinka y la dueña del equipo Jeanie Buss se encontraron bajo una presión que se intensificaba cada vez más para hacerse este mismo verano con los servicios de una estrella.

Posteriormente, los Pelicans crearon una fecha tope, diciendo que necesitaban ejecutar el canje a una semana del draft para así hacer sus preparaciones cónsonas. Esto dio la apariencia de incrementar presión sobre los Lakers para que estos hicieran su mejor oferta posible para cerrar el pacto, incluso si parecía ser engañoso. Los Pelicans hicieron otra operación en el día del draft con los Atlanta Hawks, adquiriendo tres puestos de selección más y no tuvieron problemas al necesitar tiempo extra para evaluar los jugadores que eligieron en dicha transacción.

La suma de lo anterior fue la razón por la cual el nuevo vicepresidente David Griffin fue capaz de conseguir a tres jugadores jóvenes (Lonzo Ball, Brandon Ingram y Josh Hart) junto a tres puestos de selección en primera ronda y un trueque de puestos de selección con los Lakers. Incluso con los Knicks, conscientes de su plan establecido de construir mediante el draft, poco dispuestos a ir demasiado lejos en la puja.

Al final, los Lakers consiguieron a su jugador estrella, lo cual frecuentemente es lo más importante en la NBA. El alto precio que pagaron considerando la situación fue algo totalmente sorprendente... al menos durante un par de semanas.


Casi B: El pacto "firmar y cambiar" con Kevin Durant

Durante los últimos tres años, los Golden State Warriors han sido objeto de burlas por las declaraciones de su propietario Joe Lacob al diario The New York Times con respecto a que su equipo se encontraba "a años luz de ventaja" sobre sus competidores. Siendo justos, en líneas generales los Warriors han sido aventajados en el mundo del baloncesto, tanto en la cancha como en la boletería. Sin embargo, esta vez no fue así.

Los Brooklyn Nets tenían suficiente espacio dentro del tope salarial para contratar de inmediato a Kevin Durant y no había ventajas específicas para Durant si este tomaba parte en un pacto de "firmar y cambiar" con el propósito de ayudar a los Warriors. Tampoco había ventajas inmensas para el agente libre de los Nets, D'Angelo Russell, quien tenía a otros equipos, incluyendo a los Lakers y Minnesota Timberwolves, pujando por sus servicios, consciente de que los Nets tendrían que convertirle en agente libre sin restricciones para completar la contratación de Durant.

Como resultado, se produjo una serie de presiones sobre los Warriors, posición a la cual no están acostumbrados. Primero, Durant inicialmente rechazó un canje directo por Russell, según informan múltiples fuentes. No pensaba que se trataba de un negocio justo y en este caso, los Warriors no solo tenían que satisfacer a los Nets, sino también a Durant.

El jugador aplicó su poder y Golden State debió incluir un puesto de selección en primera ronda antes de que Durant diera su visto bueno. Los Warriors lo aceptaron a regañadientes y con una fuerte condición: Si el puesto de selección queda entre los primeros 20 del draft del próximo año, éstos no tendrán que entregarlo y, por el contrario, solo le darán a Brooklyn un puesto de selección en segunda ronda... en seis años. Es una de las protecciones de puestos de selección vistas recientemente en la NBA.

Asimismo, los Warriors tuvieron que asumir dos jugadores, Shabazz Napier y Treveon Graham para que la negociación funcionara. Ayudó a los Nets a liberar espacio extra para firmar a DeAndre Jordan, quien es amigo de Durant y de su nuevo compañero Kyrie Irving. Golden State debió dar la vuelta y pagar $3.6 millones a Minnesota para liberar a Napier y Graham de su nómina.

Después, fue el turno de los Memphis Grizzlies. Conscientes de que los Warriors tenían restricciones con sus salarios porque esta operación de firmar y canjear había puesto en marcha un tope salarial estricto para ellos, los Grizzlies usaron su poder cuando los Warriors necesitaban desprender de su nómina a Andre Iguodala.

Iguodala sigue siendo un jugador deseado y al dársele el tiempo para despejar el mercado, Golden State pudo haber sido capaz de canjearlo y conseguir algo de valor y ahorrar dinero. No obstante, sin dinero y con pocas opciones, los Grizzlies trataron a Iguodala como si fuera un activo tóxico y provocaron que los Warriors entregaran un puesto de selección ligeramente protegido en el draft 2024 (cuando Stephen Curry y Klay Thompson quizás ya hayan dejado atrás el punto máximo de sus condiciones físicas) más $2 millones en efectivo a asumir durante el ultimo año del contrato.

A final de cuentas, los Warriors habían entregado dos puestos de selección en primera ronda y $5.6 millones en efectivo a cambio de los derechos para contratar a Russell (un jugador que posiblemente mantengan o quizás no a largo plazo) por cuatro años y $117 millones.

Esta situación era preferible a perder a Durant a cambio de nada y podría ayudarles a mantenerse como contendores con miras a la próxima temporada. Sin embargo, después de haber sido capaces de protegerse del chaparrón durante los últimos cinco años, los Warriors se encontraban, para variar, en una posición desfavorable.


Caso C: La sociedad Kawhi-Paul George

Wilt Chamberlain y Kareem Abdul-Jabbar fueron pioneros entre los jugadores que ejercieron su poder hasta llegar a un destino deseado. LeBron James lo llevó a un nivel totalmente nuevo. Kawhi Leonard acaba de hacerse con un doctorado en el tema.

En un periodo de 12 meses, Leonard forzó su salida de San Antonio, persuadió a Paul George a que exigiera un canje y saliera de un equipo con el cual se acababa de comprometer a largo plazo y después arrinconó a los LA Clippers para que ejecutaran el cambio de mayor cantidad de activos en la historia de la NBA para adquirirlos a ambos.

Posteriormente, en una maniobra que puso la guinda sobre el pastel, Leonard accedió a firmar un contrato por apenas tres años (con opción potestativa del jugador en el tercer año) para ayudar a maximizar sus ganancias mientras retiene una influencia máxima sobre la franquicia. George amplificó su posición de poder en este proceso porque apenas le quedan dos temporadas en su actual contrato.

Aunque, al igual que ocurrió con el resto de los movimientos de este verano, esto se trató de una jugada de poder con varias aristas. Después de haber recibido la triste noticia de que George quería ser cambiado, el gerente general del Oklahoma City Thunder Sam Priesti apretó las tuercas de los Clippers.

Presti, con justicia o no, ha sido criticado por años por lo que recibió a cambio cuando entregó a James Harden, Jugador Más Valioso, a los Houston Rockets en 2012. Parecía que, en dicho escenario, Presti no fue capaz de maximizar su poder. En esta ocasión, se aseguró de que eso no se produjera otra vez y quizás sentó las bases para borrar esa mancha de su historial.

El Thunder entendió que no solo estaban entregando a George a los Clippers, les estaban sembrando la idea de conseguir a George y a Leonard. Con los Lakers y Toronto Raptors presenten como alternativas viables para Leonard, a los Lakers no les quedaba otra opción que pujar contra ellos mismos.

No obstante, había otro tema presente. Los Clippers habían estado esperando por este momento durante dos años, alineando su espacio dentro del tope salarial y activos para encontrarse en esta posición. Con un mercado de agentes libres con mucha menor profundidad en 2020 y todos los principales agentes libres de 2019 ya comprometidos, el propietario Steve Ballmer no tenía interés en esperar. Sin mencionar que los Clippers no podían soportar permitir que sus rivales de patio crearan un súper equipo.

De la misma forma cómo Ballmer dejó a sus competidores sin opciones cuando surgió y giró un cheque por $2 mil millones para comprar a los Clippers en 2014, armado con un arsenal de activos, Ballmer se impuso para cerrar esta negociación. De un solo tiro, el Thunder se encontraba en una posición horrible y a la vez, única en una generación.

Presti presionó hasta conseguir el récord de cinco puestos de selección en primera ronda, dos trueques de puestos de selección, además de los servicios de Danilo Gallinari y Shai Gilgeous-Alexander.

Balmer no se arrepiente del increíble y sumamente alto precio que tuvo que pagar por el equipo y aspira no tener que arrepentirse del costoso precio que debió pagar para adquirir a Leonard y George.

Los Clippers quedaron desfavorecidos por partida doble en esta negociación y, sin embargo, la concretaron con una sonrisa en sus rostros. Al igual que sus rivales en la Conferencia del Oeste, los Lakers y los Warriors, con las operaciones concretaron. Colectivamente hablando, jamás habíamos presenciado una situación similar.

Es difícil imaginar que esto se convertirá en la nueva normalidad dentro de la liga, porque las circunstancias que marcaron estas negociaciones fueron sumamente peculiares. No obstante, no hay dudas de que se han establecido nuevas bases para las jugadas de poder dentro de la NBA y fue fascinante poder presenciar su desarrollo.