Hay mucha emoción por el regreso de la NBA, pero el anuncio de que 22 equipos regresarán para terminar de organizar los puestos de clasificación y permitir que otros puedan jugar en busca de un lugar en la postemporada, significa que ocho equipos se quedaron con las ganas de retornar y se tendrán que conformar con prepararse para la próxima campaña.
Pero entre esos equipos que se quedaron fuera y que estarán de vacaciones hasta noviembre, cuando comiencen los campos de entrenamiento de la 2020-21, algunos tienen razones suficientes para estar positivos con miras a una nueva temporada.
El primero es el conjunto de Golden State. Los Warriors, que han estado presentes en las últimas cinco finales de la liga, tienen intacto a su grupo original de estrellas, que lo componen Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green.
Thompson nunca tuvo planes de jugar en la 2019-20 por una lesión sufrida en la pasada serie final contra los Toronto Raptors y Curry jugó solamente cinco partidos este año, también afectado por una fractura en su mano izquierda sufrida al inicio de la campaña.
Eso significa que Golden State tendrá a sus estelares, pero a esto se le agrega la llegada de Andrew Wiggins, el talentoso delantero que inició su carrera en Minnesota, pero que podría ser de mucho provecho para los Guerreros en un rol de jugador secundario.
Además, los Warriors, que terminaron con el peor récord de la NBA, tendrán una selección muy valiosa en el próximo draft o sorteo de la liga.
Esa pieza podría ser utilizada para tomar un talento joven con mucho potencial y agregarlo al grupo de veteranos del equipo. La franquicia también podría hacer un cambio con algún equipo interesado en una pieza joven y buscar uno o varios veteranos para buscar el cuarto campeonato de la franquicia en la era de Curry-Thompson-Green.
Atlanta y Nueva York apuntan a una mejoría
Los Atlanta Hawks tienen una escuadra joven encabezada por el sensacional armador Trae Young, el centro Clint Capela, el delantero John Collins y otros nuevos talentos seleccionados en la primera de sorteos recientes como Cam Reddish, Kevin Huerter y De’Andre Hunter.
Además, serán un equipo con dinero para invertir durante la temporada muerta, un lujo que no todos los equipos pueden disfrutar.
Lo mismo sucede con los Knicks. Aunque no tienen todavía jóvenes estrellas del impacto de Young, Collins y Capela, cuentan con la selección número tres del pasado draft, R.J. Barrett, el centro Mitchell Robinson y la mayoría de los contratos de sus jugadores veteranos expiran luego de esta temporada.
Los Knicks tienen un nuevo presidente de operaciones en el antiguo agente Leon Rose, van en busca de un nuevo dirigente y podrían obtener piezas importantes si deciden ser compradores en la agencia libre.