Debajo otra vez en una serie 0-2, deben hacer un improbable regreso para volver a ser considerados entre los favoritos en la Conferencia Oeste
Muchos descartaron a Kawhi Leonard, Paul George y compañía debido al dominio ejercido por Luka Doncic en la primera ronda de los playoffs, donde los Dallas Mavericks buscaban sorprender(¿?) al mundo y eliminar a los Clippers.
No obstante los comandados por Tyronn Lue respondieron, incluyendo tres victorias como visitantes. Debajo otra vez en la serie ante Utah Jazz, es cierto que enfrentan un tipo diferente de déficit.
Pero independientemente de ello, ¿A alguien le habría sorprendido que Los Angeles Clippers fueran despachados en primera ronda? Después de haber hecho lo mismo en la temporada 2018-19 ante Golden State Warriors, Leonard y George llegaron al equipo de California y las expectativas cambiaron totalmente.
Todos anticipaban una final de conferencia entre los dos equipos de Los Angeles, pero los Clippers se quedaron en el camino ante Denver Nuggets en las Semifinales.
Fuera de la burbuja, se supone que las cosas irían a cambiar. Este equipo de los Clippers se formó para lograr grandes cosas, pero sobre todo, para dejar de ser “el otro equipo de Los Angeles”.
Y luego de una temporada 2020-21 donde no pareciera que mostraron todo su potencial, ya sea por las lesiones o administración de las mismas, los Clippers aparentan que pueden ser mejor de lo que evidencian y callar muchas bocas.
Ya Los Angeles Lakers no estarán, pero todavía Kawhi Leonard y “playoff” Paul George tienen tiempo de aparecer, a pesar de haber sufrido bajas de importancia para los próximos días, con Serge Ibaka fuera por los playoffs por cirugía en su espalda.
Por lo visto en los dos primeros partidos de la serie, el ‘Luka’ de esta segunda ronda es Donovan Mitchell, y Lue y su equipo no deben de tardar para hacer los ajustes necesarios y no caer en un profundo abismo de 0-3.
Muchos esperan más de lo que han visto hasta la fecha de Los Angeles Clippers y esta serie ante Utah Jazz se perfila como el escenario perfecto para que el equipo demuestre que son tan buenos o mejores como nos hicieron creer desde la llegada de su dos superestrellas.