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Los Milwaukee Bucks aprovecharon otra actuación legendaria de Giannis Antetokounmpo

MILWAUKEE - Es fácil olvidar que hace tan solo seis días, el alero de los Bucks Giannis Antetokounmpo estaba en duda para disputar el Juego 1 de las Finales de la NBA. Un viaje de más de dos décadas que comenzó en Atenas, Grecia, más precisamente en el humilde barrio de Sepolia, hasta llegar a la puerta de un título de la NBA, se vio potencialmente estancado debido a una hiperextensión de su rodilla izquierda.

Antetokounmpo finalmente jugó en el primer enfrentamiento ante Phoenix Suns, y menos de una semana después, esa lesión es indetectable. El domingo por la noche, Antetokounmpo continuó hacienda ruido a través de los juegos más importantes de su vida, mientras desmantelaba la defensa de los Suns anotando 41 puntos en el Juego 3. Milwaukee superó a Phoenix 120-100 para reducir la ventaja de la serie de los Suns a 2-1.

"Lo he visto hacer muchas cosas como esta", dijo su compañero Khris Middleton. "No me sorprende. Yo lo vi hacer esto desde hace un tiempo y ahora lo está repitiendo en el escenario más grande. Ahora todos tienen la oportunidad de ver por lo que pasa cuando está herido: a pesar de todo todavía encuentra el camino por recorrer allá afuera, para competir, ser productivo y dominante al mismo tiempo".

Las Finales son el último partido de ajedrez del baloncesto, ya que cada equipo calibra su juego de estrategia partido a partido, cuarto a cuarto, posesión a posesión. Los Bucks modifican su cobertura de pick-and-roll. Los Suns buscan crear un muro defensivo para repeler a Antetokounmpo. Ambos equipos intentan optimizar los enfrentamientos individuales.

Pero a veces, el ajuste más importante es la competencia.

Los Bucks regresaron a Milwaukee y cobraron vida en su casa con sólidas actuaciones de cada integrante del plantel liderados por Antetokounmpo. Seis de los siete mejores jugadores de Milwaukee registraron porcentajes de tiros reales superiores al 55%, y los Bucks compilaron su mejor porcentaje de tiros de cancha efectivos como equipo desde el Juego 3 de las finales de la Conferencia Este.

Nadie fue más eficiente que Antetokounmpo. Atacó la canasta sin descanso en el camino a sus 41 puntos, acertando 14 de sus 23 intentos. Es solo el segundo jugador en la historia de las Finales en registrar al menos 40 puntos y 10 rebotes en juegos consecutivos, según la investigación de ESPN Datos. Se incorporó a la selecta compañía de Shaquille O'Neal quien lo logró ante Indiana Pacers en las Finales del 2000.

Cuando le dijeron que Michael Jordan logró cuatro juegos consecutivos de 40 puntos en las Finales, Antetokounmpo respondió:

"No soy Michael Jordan".

Antetokounmpo también fue el segundo jugador en la historia en anotar al menos 25 puntos en la pintura y acumular 10 puntos de segunda oportunidad en una Final durante las últimas 25 postemporadas, uniéndose nuevamente a O'Neal.

"Estoy tratando de disfrutar el juego, tratando de jugar, tratando de ponerme en posición para tener éxito", dijo Antetokounmpo. "Eso es lo que estoy tratando de hacer. Sabes, cuando tomo cada posesión a la vez, trato de ponerme en una posición para tener éxito.

"A veces, me toca manejar el balón. A veces, atacar el aro. A veces, configurar una pantalla".

Antetokounmpo, en parte creador de juego y en parte bola de demolición, logró quizás la actuación más emblemática de su carrera. Una que capturó toda la amplitud de su conjunto de habilidades. Puso en práctica un juego intuitivo y nítido en el que ejecutaba posesiones ágilmente y rara vez se lo vio fuera de control. Cuando fue inundado por múltiples defensores, sin esfuerzo movió el balón de regreso a Middleton o Jrue Holiday o hizo un pase interior a Pat Connaughton o Bobby Portis.

Cuando Antetokounmpo o un compañero de equipo fallaban un tiro, se deleitaba en el tablero ofensivo. Sus cuatro rebotes en ataque se tradujeron en 10 puntos, incluidos un par de doble + falta.

"Llama mucho la atención cada vez que tiene la pelota en el perímetro y en la pintura", dijo Middleton. "Simplemente hace que todo sea más fácil para los demás en cuanto a ver los huecos y poder obtener tiros abiertos".

A pesar de todas sus hazañas, Antetokounmpo ha soportado una de las historias más dudosas de la postemporada: sus problemas en la línea de tiros libres. Sus temblorosas exposiciones allí han provocado el ridículo de multitudes rivales y la consternación de los fieles de Milwaukee. Al llegar a las Finales, había convertido solo el 53,7% de sus intentos de tiros libres.

El domingo, Antetokounmpo llegó a contar hasta 10 y algo más, ya que metió 13 tiros libres. Después de haber trabajado en la línea durante toda la postemporada, Antetokounmpo lució más cómodo desde esa posición, encestando 13 de 17 (76.5%). Con cada juego sucesivo en las Finales, ha mejorado su puntería desde la línea.

La salida de Holiday de su mala racha de tiros, también deleitó a sus compañeros de equipo en el Juego 3. El base ha guiado al equipo a la defensiva durante los playoffs, pero Holiday no pudo armar un esfuerzo ofensivo completo en los dos juegos disputados en Phoenix. El domingo, encendió a los Bucks en el tercer cuarto, cuando montaron una racha de 24-6 que los llevaría a la victoria.

"Necesitamos que siga jugando así", dijo Antetokounmpo sobre Holiday. "Confiamos en él. Es nuestro líder. Es nuestro base armador. Es uno de nuestros anotadores. Es uno de nuestros defensores. Es un gran jugador de baloncesto y seguirá descubriendo formas de tener éxito".

Mientras Holiday generó una mejor calidad de tiros el domingo y Antetokounmpo explotó su físico al máximo efecto, los Bucks prevalecieron al preparar una fórmula que los ha impulsado durante tres temporadas: disparos desde más allá del arco; una marca física en defensa cubriendo todo el terreno y Antetokounmpo patrullando la canasta.

La atención que demanda Antetokounmpo ayuda a facilitar la primera parte, sus instintos y rapidez potencian la segunda, y la tercera desafía toda explicación. En cada juego de estas Finales, los Bucks se han acercado un poco más a redescubrir lo mejor de sí mismos.

"Mejoramos del Juego 1 al Juego 2. Y ahora mejoramos del segundo al tercero", dijo Antetokounmpo. "Tenemos que seguir construyendo. Seguir confiando unos en otros. Continuar confiando en los hábitos ganadores. Seguir haciendo jugadas ganadoras, compitiendo duro y seguir haciéndolo juntos".

Los Bucks ahora emprenden esa trayectoria ascendente hacia el Juego 4 el miércoles (9 p.m. ET) en Milwaukee con el conocimiento de que la serie no puede estar más cerca de 2-1.