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El regreso de la Mamba

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Taurasi en fuego con ocho triples contra los Aces (0:50)

Diana Taurasi anota 37 puntos, el máximo de su carrera en los playoffs, en la victoria del Juego 2 del Mercury sobre los Aces como parte de los playoffs de la WNBA. (0:50)

Diana Taurasi, bestial, depredadora, digna de los pocos que puedan estar por arriba del mismísimo Kobe Bryant.

Kobe Bryant no dejó este mundo, su presencia está por todas partes para el que lo quiere encontrar y el jueves pasado miles de personas lo vimos poseer el espíritu de su mejor amiga en el basquetbol, Diana Taurasi, la segunda en la dinastía de las Mambas, que destrozó a las Aces de Las Vegas en el capítulo II de su serie de Semifinales.

Claro está que la GOAT de su deporte no necesita ayuda de nadie, pero los vínculos entre ellos eran tan estrechos, que durante el partido fue imposible no pensar en el ex Laker, mientras Taurasi firmaba el mejor partido de su carrera en playoffs ¡a los 39 años de edad!

Bestial. Depredadora. 37 puntos impulsados por una efectividad de 8 de 11 en triples y 9 de 9 desde la línea de libres, números de una ejecución digna de los pocos que puedan estar por arriba del mismísimo Kobe, porque ese el lugar que le corresponde a la guardia del Mercury, la cima entre las leyendas que jamás botaron un balón.

Pero la verdadera asociación con su difunto amigo está más allá de lo que pasó esa noche. Como es bien sabido, Kobe fue un mentor de la vida de Taurasi fuera de las canchas, el que le enseñó a lidiar con la fama y el dinero de ser la cara de su industria y es ahí donde encontramos la explicación de cómo está jugando a este nivel en su temporada 18.

Confesado por ella misma, Bryant le ayudó a cambiar sus hábitos cuando se sentía dueña del mundo después de ser nombrada MVP y ganar su segundo título de la WNBA. Era una época en la que Taurasi no se limitaba en las fiestas, al punto de que en 2009 fue detenida por conducir con el doble del límite de alcohol permitido en Arizona y tuvo que pisar la cárcel.

A partir de ese día buscó aún más el abrigo de la súper estrella, quien le habló de sus hábitos de cuidado personal y sembró en ella la semilla definitiva para pulir al monstruo competitivo que estamos disfrutando hoy: el objetivo de ser una madre-atleta.

Kobe le enseñó a Taurasi que esa era la gasolina más efectiva que puede existir para un jugador de su nivel y le demostró que la forma correcta de llevar una agenda tan exigente, era poner en primer lugar a su familia y hacer de los gustos de sus hijos, los suyos propios.

Por eso Kobe era tan cercano al basquetbol femenil, al punto que dejó la vida en ello, y por eso Taurasi aprendió a no perder más el tiempo y a dedicarse, según sus propias palabras, a sólo tres cosas en cada minuto de sus días: familia, amigos cercanos y basquetbol.

DT dejó de tomar alcohol de forma recurrente en 2009, en 2015 se volvió vegana, en 2017 se casó y en 2018 recibió a su primer hijo, Leo (nombrado así en honor a Messi), quien terminó de ayudarla para enfocar sus energías en lo que es importante, para lograr los demoledores resultados que estamos viendo.

Esa es una pizca más del legado de la Mamba y estará a la vista de todos este mes mientras Taurasi y el Mercury sigan con vida en los playoffs, a la espera de conseguir la meta final, su cuarto título de WNBA, que la ponga, también ahí, en el primer lugar de la lista de todos los tiempos.