El dominicano ha sido confirmado para realizar su debut con Atlanta en contra del equipo con el que inició el año, New York Mets, bateando noveno y jugando en la segunda base.
Robinson Canó ha recibido una tercera oportunidad en 2022 para regresar a las Grandes Ligas, con la oficialización de que formará parte de la alineación de lunes por la noche de Atlanta Braves en el importantísimo duelo divisional en contra de New York Mets. El intermedista dominicano llegó en la tarde del domingo vía cambio desde San Diego Padres por consideraciones en efectivo.
Canó solo ha disputado 24 partidos en Grandes Ligas para este año (12 con los Mets e igual número con los Padres) y luego de haber sido dejado en libertad por segunda ocasión, decidió aceptar una asignación en Triple A con el equipo de San Diego, en la cual colocó buenos números en términos generales.
Sin embargo, Canó tiene mucho en contra en esta nueva oportunidad. Primero, es un jugador que hace unos años era visto como un potencial miembro del Salón de la Fama y que arruinó su camino con dos suspensiones producto de violar en ocasiones separadas el protocolo de uso de sustancias para mejorar el rendimiento de Grandes Ligas, además del hecho de estar próximo a cumplir 38 años, lo que quiere decir que las oportunidades serán escasas para el dominicano.
Esto trae consigo una importante pregunta, ¿depende la carrera de Canó en Grandes Ligas de su rendimiento con los Braves?
La tediosa y complicada respuesta es sí, aunque haya quienes tengan esperanza de otra cosa.
Canó ha estado en dos equipos y a punto de jugar con su tercer equipo en aproximadamente cuatro meses. Está bateando para promedio de .149 (11 hits en 74 turnos) con un solo jonrón y un OPS de .371. A pesar de que su rol con los Braves será limitado, en el sentido de que estará iniciando contra lanzadores en particular dada la gran necesidad de Atlanta de contar con bateadores zurdos, Canó debe aprovechar cada oportunidad que tenga para colocar números de manera consistente, aumentar sus tétricos promedios y lograr trabajo para 2023.
El futuro de Canó en MLB depende exclusivamente de lo que pueda hacer con los Braves. Si no puede demostrar que tiene valor para que un equipo le extienda una nueva oportunidad, se le complicará un regreso con otro equipo para la próxima campaña. Por el contrario si puede demostrar que todavía le queda combustible, así sea en un rol determinado, es correcto pensar en la posibilidad de que otro equipo decidirá tomar el riesgo y contratarlo.
Today's lineup.#ForTheA pic.twitter.com/kcLHLCExq4
— Atlanta Braves (@Braves) July 11, 2022
Algunos podrán pensar que si inicia una preparación temprana con buenos números jugando béisbol de invierno o yendo a la Serie del Caribe e incluso al Clásico Mundial de Béisbol junto a República Dominicana (si logra un espacio en el roster), debería dársele otra oportunidad, pero eso no será suficiente para alguien con 38 años, dos suspensiones y números por el suelo.
La carrera de Canó está en juego junto a los Braves y su primer gran obstáculo es el equipo que lo dejó en libertad en abril de este año, los Mets.