El lanzador de los Brewers se ha convertido, silenciosamente, en uno de los brazos más respetados con los que cuenta la República Dominicana en las Grandes Ligas.
Freddy Peralta se ha transformado en uno de los brazos más sólidos de la rotación abridora de Milwaukee Brewers. Independientemente de las expectativas que sobre él se tuvieran cuando fue firmado en la ventana de contrataciones internacionales de 2012 por Seattle Mariners por un bono de 137 mil dólares.
A pesar de mostrar las herramientas de un as de rotación, Peralta no ha sido un nombre que se discuta con frecuencia cuando se habla de lanzadores confiables. Los mismos Milwaukee Brewers, quienes adquirieron al dominicano por la vía del cambio en 2015 y con quienes ha estado durante toda su carrera de Grandes Ligas, al momento de darle una extensión contractual, le otorgaron cerca de 15.5 millones de dólares, lo cual, en vista de los resultados, resulta ser poco para el aporte del serpentinero.
2023 no ha sido el mejor de los años para del dominicano, pero la segunda mitad ha sido mucho mejor para el quisqueyano, quien en sus últimas seis salidas ha dominado por completo a sus contrincantes, limitándolos a un promedio de bateo de .175 y un OPS de .517 en 36 entradas.
Peralta ha mejorado significativamente su rendimiento en el año, lo que demuestra, nuevamente, la calidad de lanzador que es el dominicano. Su ERA+ de 105 lo ubica como un lanzador que es cinco por ciento mejor que el pitcher promedio, a pesar de que tiene una efectividad elevada de 4.08.
De hecho, con 157 ponches (la segunda mayor cantidad de su carrera), Peralta tiene una gran oportunidad de superar su máximo personal (195). Al mismo tiempo, está rumbo a superar su mayor cantidad de entradas, bateadores enfrentados y juegos lanzados.
Freddy Peralta ha transformado la percepción que hay sobre él. De ser un “lanzador barato”, el dominicano se ha tornado en un sólido brazo dentro de la rotación de los Brewers y uno de los mejores de la República Dominicana en MLB.
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