Conoce todos los detalles del acuerdo entre el dominicano y su nuevo club, incluyendo una posible cláusula de salida
NUEVA YORK -- Ahora que se sentó el polvo tras el estruendo causado por la firma de Juan Soto con los New York Mets, es más que adecuado resumir los detalles del matrimonio más caro entre un jugador y un equipo en los cerca de 150 años de existencia de las Grandes Ligas (MLB) del béisbol estadounidense.
Soto, quien fue considerado un “jugador generacional” desde su temporada de debut (2018) con los Washington Nationals, se une a un equipo que a pesar de que juega en el mercado más importante del deporte profesional americano (y el lugar donde evolucionó el béisbol hasta convertirse en el juego que conocemos ahora) no ha logrado ganarse el respeto de la industria.
Básicamente, un gran agente libre en busca de una nueva casa y un equipo rico necesitado de triunfos y respeto se encontraron para producir el contrato más rico de todos los tiempos.
CONTRATO RÉCORD
Soto y los Mets acordaron por 15 años y $765 millones de dólares, con la posibilidad de agregar otros $40 millones en los últimos 10 años para elevar el monto total a $805 millones.
El total de dinero supera el contrato (de 10 años y $700 millones) que firmó el japonés Shohei Ohtani con Los Ángeles Dodgers el invierno pasado. El de Soto es el contrato más largo en término de tiempo, superando los 14 años que los San Diego Padres garantizaron a su compatriota Fernando Tatis Jr. en una extensión acordada en el 2021.
Soto recibe un bono de firma de $70 millones (que puede ser pagado completamente en un pago o en varios plazos) y salarios anuales de $46,87 millones en 2025 y 2026, $42,5 millones en 2027, $46,87 millones en 2028 y 2029 y $46 millones cada año entre 2030 y 2038.
Es bueno apuntar que, para fines del cálculo de la nómina anual de los Mets, se utiliza el promedio general del contrato ($51 millones) sin importar el dinero adelantado en un bono o la forma en que se reparte a lo largo de la duración del contrato.
CÓMO SUBIRÍA A $800 MILLONES
Como en la mayoría de los contratos negociados por el súper agente Scott Boras, el de Soto contiene una cláusula de salida que el pelotero puede ejecutar después de su quinta temporada (en el invierno de 2029), pero que los Mets podrán bloquear agregando $4 millones de dólares anuales en las últimas 10 temporadas (subiendo de $46 a $51 millones por año). Ese es el mecanismo que elevaría el pacto por encima de los $800 millones.
Utilizar la cláusula de salida para firmar un nuevo y más lucrativo contrato, incluso con su equipo, es algo que ha sucedido con regularidad en estos tiempos.
El dominicano Alex Rodríguez ejecutó la opción para escapar de su contrato de $252 millones por 10 años después de la séptima temporada y entonces procedió a firmar uno nuevo de 10 años por $275 millones con los New York Yankees, que lo habían adquirido desde los Texas Rangers antes de la temporada del 2004.
Más recientemente, en febrero del 2023, el dominicano Manny Machado y San Diego acordaron una extensión por 11 años y $350 millones para evitar que el antesalista utilizara su opción de escapar del contrato de $300 millones por 10 años que estamparon antes de la temporada del 2019. Machado podía ejecutar su opción al final de la quinta temporada.
SIN DINERO DIFERIDO
Uno de los aspectos más relevantes en el contrato de Soto con los Mets es que no incluye dinero diferido. El quisqueyano recibirá exactamente cada centavo como está escrito en el pacto. Muy diferente al convenio entre Ohtani y los Dodgers que establece que el nipón recibirá el 98% ($680 millones), sin intereses, en los siguientes 10 años después de su retiro.
En palabras sencillas. Ohtani le prestó casi todo su salario a los Dodgers sin recibir un centavo extra en intereses en un tramo de 20 años.
Es por eso que la Asociación de Peloteros de Grandes Ligas (MLBPA) estableció en $430,8 millones el valor real del dinero de dicho contrato y a los Dodgers solamente le cuentan $46 millones anuales para fines del impuesto al balance competitivo. Si el contrato tuviera un valor real de $700 millones, a los Dodgers le contarían $70 millones anuales en la nómina por tener a Ohtani.
Soto cuesta $51 millones anuales a los Mets.
LOS INCENTIVOS
El contrato de Soto contiene muchos incentivos, incluyendo dinero en efectivo por algunos reconocimientos. Un primer premio de Jugador Más Valioso le daría un bono de $500 mil dólares, pero trofeos adicionales valdrían $1 millón. Un segundo lugar vale $350 mil y un tercer puesto $150 mil.
Otros honores por desempeño en temporada regular, playoffs y Juego de Estrellas también están contemplados. Una suite de lujo y asientos detrás del plato en el Citi Field y seguridad privada pagada por los Mets son privilegios que Soto obtuvo en su contrato.
Pero más allá del elemento económico, el contrato de Soto contiene una cláusula de no cambio, lo que significa que los Mets no tienen el poder de transferir al jugador sin su consentimiento. Este aspecto es muy importante para los jugadores porque les da la oportunidad de planear mejor el futuro de ellos y sus familias.
¿POR QUÉ UN CONTRATO TAN LARGO?
Si fuera por los equipos, los contratos con los jugadores serían a mediano y corto plazo, lo que reduciría el riesgo natural que conllevan los compromisos extensos. Pero en una industria en la que los jugadores tienen acceso a la agencia libre (y la posibilidad de ofrecerse al mejor postor) y el talento superior es cada vez más escaso, los clubes se ven forzados a ofrecer más años garantizados para ganar la batalla a sus rivales.
Aunque en los albores de la agencia libre (que nació en 1976 con algunas diferencias claves al sistema que tenemos hoy día) se firmaron algunos contratos largos, los pactos de 10 o más años son un fenómeno reciente.
De acuerdo a un estudio de Sarah Langs, el contrato de Soto es el número 28 de todos los tiempos de 10 o más años. Solamente tres se produjeron antes del 2000, de los cuales apenas uno (Dave Winfield, 10 años y $23 millones con los Yankees) pagó más de un millón de dólares por temporada.
Incluyendo el de Soto, solamente 12 contratos de 10 o más años se han firmado en la agencia libre. De manera natural, se ha establecido la edad de 40 años como el tope para garantizar un pago millonario a los jugadores. Esa es la edad que tendrá Soto en su último año de contrato con los Mets, en 2039.