Yoshinobu Yamamoto ha tomado con gran personalidad el reto de brillar con Dodgers en esta postemporada

Permítanme comenzar este texto con un dato revelador. En ocho aperturas de postemporada con Los Ángeles Dodgers, Yoshinobu Yamamoto hoy tiene una marca de 5-1, con 2.47 de efectividad. ¿Qué hace este dato interesante?, bueno, en el mismo lapso de trabajo el as Clayton Kershaw tiene registro de 1-5, con 5.12 en el promedio de carreras limpias admitidas. Es decir, Yamamoto está hecho para los grandes escenarios y alcanzó la puesta a punto en el momento más oportuno para el equipo angelino en su búsqueda del bicampeonato.

Es justo mencionar que los números del pitcher japonés han sido positivos en temporada regular, sin ser eclipsantes. En contraste, en la postemporada ha presumido un brazo de 24 quilates. Viene de firmar su segundo juego completo consecutivo en postemporada, el más reciente, para empatar la Serie Mundial 1-1 entre Toronto Blue Jays y Los Ángeles Dodgers.

El equipo californiano, que recibió miles de críticas por firmar a Yamamoto por 12 años y 325 millones de dólares sin haber probado su calidad en Grandes Ligas, hoy puede respirar tranquilo, porque si bien el nipón no ha sido un pitcher arrollador en sus dos primeras temporadas regulares ha aparecido cuando más se le requiere: en los playoffs.

A Los Dodgers los enamoró el currículum de este lanzador diestro, que entre 2021 y 2023 arrasó en la Liga del Pacífico de la Liga Profesional Nipona, donde consiguió tres trofeos Eiji Sawamura (equivalentes al premio Cy Young de las Grandes Ligas) y en cada una de esas tres campañas conquistó la Triple Corona de Pitcheo (líder en victorias, efectividad y ponches). La oficina de los actuales campeones no se equivocó, aunque en un principio la presentación del lanzador dejó mucho que desear.

Su primera actuación como ligamayorista llegó en suelo surcoreano, en el Opening Day de la temporada 2024 que se jugó en el Gocheok Sky Dome, casa de los Nexen Heroes de la pelota coreana donde los Dodgers fungieron como locales administrativos ante San Diego. Yamamoto sólo transitó una entrada en la que salió apaleado, pues los Padres de Jake Cronenworth, Ha-Seong Kim, Luis Campuzano y Tyler Wade le fabricaron cinco carreras, todas limpias.

En su segunda apertura de esa campaña de estreno en las Mayores se fue sin decisión ante St. Louis Cardinals, con un trabajo de cinco rollos en blanco. Finalmente, hasta su tercera aparición en el montículo llegó su primera victoria, fue en el legendario Wrigley Field, ante los Chicago Cubs, frente a los que trabajó por espacio de cinco rollos, con pelota de tres hits, sin carrera, con dos pasaportes y ocho ponches.

Esa primera temporada la terminó con marca de 7-2 con efectividad de 3.00; sin embargo, su valía apareció en la postemporada, que concluyó con récord de 2-0 en cuatro aperturas, con una efectividad de 3.86. Su estreno en playoffs no fue el mejor, de nuevo San Diego le hizo ver su suerte como había ocurrido en su debut en la temporada, pues en el Juego 1 de la Serie Divisional le cayeron encima con cinco carreras en tres episodios. Sin embargo, enderezó el rumbo y en esa misma serie, en el Juego 5, lanzó cinco rollos sin carrera para acreditarse el triunfo y luego, en el Juego 2 de la Serie Mundial, en la que fue su mejor salida, ganó el encuentro con 6.1 episodios de labor en que sólo permitió un jonrón solitario de Juan Soto.

Este 2025 lo inició, curiosamente, con un triunfo en el mismo estadio en que logró la primera victoria de su trayectoria en MLB, en el Wrigley Field. Esta vez lanzó cinco episodios con pelota de una carrera ante los Cubs. Luego la temporada fue muy regular, sin ser extraordinaria: récord de 1-0 en marzo en dos salidas; 2-2 en abril en cuatro aperturas; mayo, uno de sus mejores meses, 3-1 en cinco comparecencias; junio no fue de lo mejor, con marca de 1-3 en otras cinco apariciones; al cabo de junio tenía marca discreta de 7-6 con 2.61 y entre julio, agosto y septiembre, tuvo récord positivo de 5-2 en 14 aperturas, por lo que en siete se fue sin decisión.

Si bien, Dodgers agradeció su marca de 12-8 y 2.49 de efectividad, su verdadera valía vuelve a estar en esta postemporada en que ha lucido como un verdadero estrella. Salvo el Juego 3 de la Serie Divisional ante Philadelphia Phillies, en que cargó con la derrota, única en su trayectoria en playoffs, tras cuatro rollos, seis hits y tres carreras, en sus dos recientes comparecencias ha lucido intratable y se ha visto como un hombre infatigable: dos juegos completos, ambos de una sola carrera. El primero, en el Juego 2 ante Milwaukee Brewers, y el segundo en el Juego 2 de la Serie Mundial ante Toronto Blue Jays.

Hoy, Yamamoto tiene marca de 5-1 con destacada efectividad de 2.47 en 47.1 innings de trabajo, números sólidos que corroboran que los Dodgers no se equivocaron en su contratación y que hacen inevitable la comparación con el trabajo del estelar Clayton Kershaw. Históricamente, los números de Kershaw en esta instancia del calendario son decepcionantes: 13-13 con 4.63, sin juegos completos.

Ya lo mencionamos, en las mismas ocho aperturas en que Yamamoto presume hoy una marca de 5-1, con 2.47 de efectividad, Kershaw registró lo contrario 1-5 con 5.12 en el promedio de carreras limpias admitidas. Yamamoto está hecho para los grandes escenarios, al menos, así lo ha demostrado. Hay lanzadores llamados a brillar en los momentos estelares y Yoshinobu Yamamoto ha tomado con gran personalidad el reto en esta postemporada, en el momento preciso para Dodgers.