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Qué hubiera pasado si... Jugadas que cambiaron todo en Serie Mundial

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La Serie Mundial tuvo un nombre propio: Yamamoto (4:54)

Carlos Nava y Enrique Rojas con el análisis de la coronación de los Dodgers en Toronto. (4:54)

La Serie Mundial tuvo situaciones clave que cambiaron el guión sobre el terreno de juego y aquí hacemos un repaso de ellas


'El hubiera no existe' es una acertada voz popular a la que siempre se recurre, en cualquier momento del día a día. Y la Serie Mundial 2025 no es la excepción. Hubo momentos clave que marcaron el rumbo del Clásico de Otoño y que nos hacen preguntarnos a los aficionados, '¿qué hubiera pasado si...?'

Veamos aquí algunas jugadas de la reciente Serie Mundial que nos llevan a hacernos la famosa pregunta y que también nos confirman que el beisbol es un juego de precisión milimétrica.

La bola muerta que salvó a Los Dodgers

En el Juego 6, los Toronto Blue Jays protagonizaron un momento que pudo haber empatado el encuentro en el noveno capítulo, sin embargo, una jugada fortuita, milimétrica, les quitó esa oportunidad. Parte baja del noveno rollo, Alejandro Kirk fue golpeado abriendo la tanda y fue sustituido en primera por el corredor emergente Myles Straw. A continuación, sin out en la pizarra, Addison Barger disparó batazo profundo al central, imposible para Justin Dean y para Kiké Hernández. Al percatarse de que la pelota se había incrustado debajo de la barda, el puertorriqueño de inmediato alzó los brazos y fue replicado por Dean, quien hizo la misma advertencia con los brazos, para manifestarle a los umpires que se trataba de una pelota muerta. Esto evitó que el corredor de primera anotara la carrera y que Barger se viera obligado a quedarse corriendo por segunda, pues con la pelota viva pudo haber tomado quizás otra almohadilla.

Aquí, el propio terreno le jugó en contra a los Blue Jays. Desde la era de la revisión de jugadas en video, se le recomienda a los árbitros dejar que las jugadas de este tipo sigan su curso como si la pelota estuviera viva y, una vez terminada, ir a la revisión y hacer la asignación de bases, como fue el caso, si se determina que la pelota efectivamente estaba muerta. Si ese batazo de Barger hubiera quedado vivo, seguramente Straw habría timbrado la segunda carrera de los locales para poner el juego 3-2, y habrían tenido corredor en segunda o tercera sin out; por el contrario, lo dos hombres se quedaron estacionados en las últimas bases y el juego terminó 3-1 para los Dodgers que fabricaron tres carreras en la tercera entrada, que fueron suficientes para ganar el Juego 6 y forzar al último y definitivo, a pesar de que en el resto del juego fueron maniatados por los brazos de los Azulejos.

Máxima concentración de Kiké y habemus Juego 7

En el mismo Juego 6, el final del encuentro fue espectacular y quedó demostrado que Kiké Hernández es un hombre metido en el juego. Con corredores en los dos últimos sacos, Andrés Giménez disparó línea al jardín izquierdo. Si Kiké Hernández no hubiera estado jugando corto (así se suele jugar en los jardines con las carreras del empate en posición de anotar en la última entrada), esa pelota habría picado y Toronto quizás habría empatado el juego; sin embargo, atacó y, sobre la carrera, muy atento, tiró a segunda para forzar a Addison Barger, quien regresó de cabeza, pero no lo hizo antes de que la pelota llegara al guante de Miguel Rojas, a quien hay que darle un mérito tremendo, si el tiro hubiera sido desviado o si Rojas no hubiera levantado a ‘botepronto’, como lo hizo, quizás la pelota se habría ido a la deriva y el hombre de tercera habría anotado. Otra vez, una jugada de milímetros.

Cuadro adentro, beisbol de fundamentos que sí funcionó

En el Juego 7 de la Serie Mundial recordarán la casa llena con un out de la novena entrada. El inning empezó con un elevado al central de Vladimir Guerrero ante los lanzamientos de Blake Snell, luego vino un sencillo al izquierdo de Bo Bichette, quien debido a su lesión en la rodilla fue sustituido por el corredor emergente Isiah Kiner-Falefa; a continuación, Addison Barger recibió base por bor bolas y vino el cambio de lanzador, sí, apareció Yoshinobu Yamamoto, quien llenó las bases con pelotazo a Alejandro Kirk. Con la casa llena y uno fuera, el cuadro jugó adentro para evitar la carrera de la coronación de Azulejos.

Daulton Varsho rodó a la segunda base y Miguel Rojas hizo un gran trabajo para levantar el rodado y tirar a home, donde Will Smith ya esperaba el tiro; para la buena fortuna de Los Ángeles, el out forzado se concretó y evitaron la carrera del título para los locales. Sin embargo, al observar el video, se nota cómo Kiner Falefa estaba parado muy cerca de la tercera colchoneta, él debió abrir más, con casa llena, justo para comer terreno en una situación como la que se presentó. Si el hawaiano hubiera abierto más, seguramente habría timbrado con ese rodado y la historia habría sido distinta.

Dave Roberts vio el futuro y metió a Pages

También en el Juego 7, una jugada que quedará ya en las mejores de todos los tiempos en la historia de las Series Mundiales, fue la que rubricó el jardinero central Andy Pages. Pero antes de recordarla, habrá que darle todo el crédito al manager Dave Roberts, quien, en búsqueda de mayores garantías a la defensiva hizo el movimiento maestro, al sacar del juego y del jardín central a Tommy Edman y meter a Pages. Pareciera que Roberts hubiera visto el futuro. Esta jugada ocurrió en la misma novena entrada baja en la que ya recordamos la de Miguel Rojas para forzar el out en home con el cuadro adentro. Esta vez, con dos outs en la pizarra y la casa llena, Ernie Clement detonó un batazo que baño a Kiké Hernández al pie de la cerca, pero de manera providencial, en un recorrido impresionante desde el jardín central, Pages apareció milagrosamente para llevarse la pelota de aire contra la barda y contra el propio Hernández al que arrolló, para consumar el último out. Unos segundos tarde que hubiera llegado el guante de Pages o que el encontronazo con su compañero le hubiera tumbado la pelota y estaríamos hablando de la coronación de los canadienses.

El hubiera no existe, el beisbol es un deporte milimétrico y ¡qué Serie Mundial acabamos de vivir!