Los astros parecen estar alineados, todos, a favor de los Dodgers de Los Ángeles, que cada noche encuentran una nueva forma de ganar y el domingo lo hicieron con un doblete del debutante receptor de 26 años, Kyle Farmer.
En su primera intervención en un juego de Grandes Ligas, el nativo de Atlanta sacó una línea por el flanco derecho para que Corey Seager y Justin Turner anotaran en la decimoprimera entrada las carreras que le dieron la vuelta a un marcador y con la que los Dodgers dejaran tendidos en el terreno a los Gigantes de San Francisco con pizarra de 3-2.
Los Gigantes se habían ido al frente en la parte del episodio, pero terminaron por ser barridos por sus archirivales.
“Ya no encuentro palabras para describir lo que viene haciendo el equipo”, dijo Roberts tras la dramática victoria.
Por su lado, Farmer, acompañado por sus padres, su prometida y otros miembros de la familia como testigos de su debut, no podía creer lo que había sucedido.
“Es algo que parece fuera de la realidad, en mi primer turno al bat. Es algo bien especial. Fue algo maravilloso, un momento muy especial para mí”, dijo el catcher rodeado de micrófonos.
“Sólo pensaba en tratar de ayudar al equipo a ganar. Tener la posibilidad de un buen lanzamiento para batear y de ser posible, hacerla volar o pegar un hit por la línea y fue justo lo que sucedió”, agregó.
La sola experiencia de pertenecer a los Dodgers resulta inigualable para el novato.
‘”Había visto a mis compañeros durante los pasados tres juegos y sólo puedo decir que es muy divertido verlos jugar”, señaló Farmer.
El novato coincidió con la explicación ofrecida por el manager del equipo en su decisión de recurrir a él para asumir la responsabilidad de batear como emergente.
“No tuve nervios, sabía que en algún momento podría recibir el llamado para batear por ser último jugador disponible en la banca”, señaló Farmer.
Lo que ocurrió después de su batazo fue algo caótico, pues todos los integrantes del equipo corrieron para perseguir al héroe de la noche.
“Todo lo que pude ver fue a Alex Wood corriendo tras de mí y no sabía lo que intentaban hacer”, destacó Farmer.
Kelby Tomlinson había anotado en la apertura de la undécima entrada la carrera que destrababa el empate 1-1 entre Dodgers y Gigantes en un juego en que los lanzadores zurdos, el coreano Hyun-jin Ryu y Madison Bumgarner, se trenzaron en un interesante duelo de serpentineros y en el que terminaron sin decisión.
“Ryu tuvo una noche magnífica, siempre tuvo el total comando de sus lanzamientos”, destacó el timonel azul sobre la labor de su abridor, quien se mostró efectivo en su presentación de este domingo, al beneficiarse de cinco dobles matanzas, el máximo para un juego de los Dodgers en la presente campaña.
En el recuento total, los Dodgers sumaron seis dobles matanzas para igualar la marca de todos los tiempos para la franquicia.
Los angelinos también ejecutaron una serie de impecables jugadas defensivas, especialmente, la asistencia que hiciera el multifacético Kike Hernandez, quien se desempeñó como jardinero central.
Cuando amenazaban los Gigantes con corredor en la antesala, en un batazo de Crawford, Kike realizó un envío perfecto a home para que el catcher Austin Barnes cocinara a Joe Panik en el plato.
El séptimo cuadrangular como emergente para Conor Gillaspie, quien la depositó en los asientos de la esquina del jardín derecho, puso adelante al equipo de Bruce Bochy en el octavo acto.
Los dueños de casa empataron en el cierre del noveno episodio con carrera consumada por el emergente Chase Utley con un hit que partió en dos el terreno de juego de Yasiel Puig.
Hyun-jin Ryu (3-6, efectividad de 3.83) trabajó durante siete episodios y espació cinco imparables con un pasaporte y ponchó a siete bateadores.
A su vez, Madison Bumgarner (1-4, efectividad de 2.92) lanzó también durante siete entradas completas, permitió cinco hits, caminó a uno y recetó siete chocolates.
El triunfo fue para Pedro Báez (3-1), mientras que el derrotado fue Abert Suárez (0-1).