MIAMI – El novato puertorriqueño Edwin Rios disparó los dos primeros jonrones de su carrera en Grandes Ligas y Clayton Kershaw se presentó en noche de gala para que Los Angeles Dodgers masacraran, por segunda noche consecutiva, a los Marlins, esta vez con pizarra de 9-1.
Los fuegos artificiales de la Bestia Azul del oeste empezaron temprano ante el abridor venezolano Elieser Hernandez, quien, en el primer capítulo, permitió bambinazos de Jacob Turner y Corey Seager con sencillo intercalado de Cody Bellinger.
En la cuarta entrada, Ríos despachó cuadrangular solitario ante Hernández y dos innings más tarde, repitió la dosis, en esa ocasión con un compañero en circulación. Además, el l boricua disparó un sencillo y negoció un pasaporte en cinco visitas al plato para elevar su promedio a .346 en 14 partidos.
“Ahora mismo estoy sin palabras. Estoy súper contento, porque sé todo el trabajo que me costó llegar hasta aquí”, dijo Ríos, el héroe ofensivo de la jornada para Dodgers.
“No fueron sólo los dos jonrones. Lo que más me impresionó fue el turno en que consiguió la base por bolas”, destacó por su lado Dave Roberts, manager angelino. “Sabía que (Edwin) tenía la posibilidad de batear su tercer jonrón de la noche, pero no se dejó tentar por bolas malas y se batió a fouls hasta sacarle 13 pitcheos al lanzador rival y negociar el boleto”.
Los tablazos de Ríos serían más que suficiente para Kershaw (12-2), quien desde su primer envío dejó saber a los 8,810 asistentes al Marlins Park que estaba en una de esas noches intratables.
El as de los Dodgers ponchó a los primeros siete bateadores que enfrentó y las tres primeras entradas las retiró en orden con ocho abanicados. En total, el zurdo completó siete entradas con 10 chocolates sin pasaportes y apenas dos sencillos permitidos, uno de ellos dentro del cuadro, y fue ayudado por varios engarces espectaculares de sus compañeros a la defensiva.
Kershaw hizo 90 envíos y Roberts decidió que eran suficientes.
“(Clayon) se presentó en gran forma. La recta le trabajó bien, la curva le caía donde quería. Hizo un gran trabajo, pero ya el juego estaba casi decidido a nuestro favor y preferí descansarlo”, explicó el manager de los azules de Los Angeles. “Ahora es importante que los lanzadores no estén muy cansados en la recta final”.
En los dos primeros encuentros de la serie a tres, los Dodgers han fabricado 24 carreras y disparado 27 hits, de ellos, 10 jonrones, un triple y ocho dobles, mientras que el gasto ofensivo de Miami se ha limitado a siete imparables, cinco de ellos sencillos y solamente dos anotaciones.